¿Cuál es la diferencia entre arquitectura sostenible y arquitectura bioclimática? Ambos términos son de frecuente utilidad dentro del gremio, aunque la base de la que nacen fue descubierta muchos siglos antes (si nos referimos a la tradición vernácula de la arquitectura) y los términos que les dan nombre fueron derivados del concepto de “desarrollo sostenible”, propuesto por primera vez por la primera ministra noruega, Gro Brundtland, en la 42ª sesión de las Naciones Unidas en 1987:
“El desarrollo es sostenible cuando satisface las necesidades de la presente generación sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para que satisfagan sus propias necesidades”
Pero, ¿cuál es la diferencia entre ambos? Digamos que son conceptos muy similares, únicamente cambiantes según los propósitos del arquitecto que los utiliza. Me explico. El término de arquitectura sostenible, o sustentable, o arquitectura verde, o eco-arquitectura, o arquitectura ambientalmente consciente... suele ser utilizado por arquitectos que intentan reflejar en su obra una base de noción climática, pero cuyos únicos “gestos” son poco influyentes en lo que a eficiencia energética se refiere. Sus únicas preocupaciones acaban siendo las de hacer ver que su edificio es “eco-friendly” mediante una fachada verde; o cubierta verde en su lugar. En la mayoría de los casos, carecen de fundamento para con el clima. No obstante, el segundo término, arquitectura bioclimática (sin más apellidos), fundamenta su razón de ser en el clima. No importa cuál será la imagen final del edificio, pues todas las decisiones de proyecto nacen de un estudio previo del clima, una herramienta más; y persiguen su reconocimiento y aprovechamiento.
De aquí surge el concepto de “edificio saludable” propuesto recientemente por la prestigiosa universidad de Harvard de la mano de su Escuela de Salud Pública, Harvard T.H. Chan School of Public Health. Enfocada en “construir comunidades más saludables en todo el mundo”, esta escuela ha iniciado el programa Edificios Saludables en el Centro de Clima, Salud y Medio Ambiente Global de Harvard (C-CHANGE). Uno de sus principales objetivos ha sido sintetizar 30 años de ciencia de la salud pública para identificar qué es lo que hace que un edificio sea “saludable”. El resultado: los 9 Fundamentos de un Edificio Saludable. Un estudio, que tiene como resultado 36 páginas donde se identifican los factores y se detalla como éstos están relacionados con la salud humana. Además de definir los factores, el estudio indica unas sencillas recomendaciones para cada uno de ellos, entre las que siempre se encuentran la evaluación periódica de cada factor y de las necesidades de los ocupantes. En resumen, un estudio muy sencillo, aún lejos de planteamientos como el Well Building Standard, pero bien encaminado y que da un paso más en la dirección correcta.
Otro de los pasos en dicha dirección fue dado por la Unión Europea, quien ya desde el año 2010 marcó unos objetivos de reducir, hasta el año 2020, un 20% las emisiones; 80% en 2050.
Y, ¿cuál es la situación de España dentro de este mercado sostenible? Lamentablemente, muy alejada de los recursos climáticos con los que disponemos: España se encuentra en el antepenúltimo puesto de la Unión Europea en cuanto a arquitectura sostenible y edificios medioambientalmente adecuados se refiere. En los últimos diez años, se han construido más de 4 millones de viviendas en España y ninguna cumple con las especificaciones mínimas para ser considerada sostenible. Una de las razones de esta escasez es que la sostenibilidad no se encuentra entre las variables que las promotoras y constructoras consideran importantes; por lo que, tal vez, se debería fomentar y regular este tipo de construcción mediante subvenciones o legislaciones, respectivamente. El precio de un edificio sostenible se incrementa ligeramente frente al de un edificio convencional, pero el incremento económico se recupera progresivamente con medidas de ahorro energético. En la actualidad, en el territorio peninsular hay una totalidad de, aproximadamente, unas 40 intervenciones arquitectónicas que puedan ser consideradas como sostenibles. Aquí os mostramos algunas de ellas:
1. Vivienda bioclimática demostrativa
Arquitecto: Emilio Miguel Mitre [ALIA, Arquitectura, Energía y Medio Ambiente, S.L.]
Ubicación: Lugo, España
Año: 2010
El principal objetivo es mostrar los fundamentos de las construcciones bioclimáticas y los distintos fenómenos que en ellas se producen tendentes a obtener confort en el interior, transmitiéndose que dicho bienestar se puede conseguir de una manera sencilla, ahorrando energía y por tanto siendo respetuosos con el medio ambiente. Para conseguir este objetivo, la Fundación Sotavento Galicia ha construido una vivienda de unos 240 m2 que, teniendo en cuenta el clima y las condiciones del entorno, utiliza su diseño y los propios elementos arquitectónicos, como principales bazas para obtener unas condiciones óptimas de habitabilidad y confort en su interior. La escasa demanda energética de esta vivienda es aportada por sistemas energéticos renovables o eficientes.
Como complemento energético, a veces necesario, y con la visión puesta en la sostenibilidad, se han implementado un amplio número de instalaciones renovables y eficientes que pretenden ejemplificar, de forma comparativa, las características, rendimientos, ventajas e inconvenientes de cada sistema; todo ello desde un punto de vista divulgativo y científico. La utilización de sistemas eficientes y una correcta gestión del agua ayudarán a cumplir este objetivo.
Por último, una nutrida red de sensores, unida a un complejo sistema informático, completan el proyecto permitiendo una exhaustiva captura de datos en tiempo real, su almacenamiento, análisis y su visualización, desde un punto de vista técnico-divulgativo-formativo. Todo ello dentro del marco del reciente Código Técnico de la Edificación (CTE) y de la Certificación Energética de los Edificios, que dota a este proyecto de una oportunidad para explicar y aclarar conceptos relacionados con ambas normativas, tanto desde el punto de vista constructivo, como desde punto de vista de eficiencia energética.
2. Plaza Ecópolis [Espacio público + Escuela Infantil + Ludoteca] / Ecosistema Urbano
Arquitectos: Ecosistema Urbano
Ubicación: Madrid, España
Año: 2011
La Plaza Ecópolis concibe la ciudad como fuente de aprendizaje para los ciudadanos, educando en el ahorro energético y la optimización de los recursos naturales, integrando la ecología en la vida diaria, sin convertirla en un fenómeno excepcional más propio de un parque temático o un museo. En este proyecto la arquitectura tiene el reto, más allá de la experimentación formal, de transformar un solar anónimo de la periferia madrileña en un espacio para la interacción social.
Las tecnologías empleadas en el proyecto Ecópolis se integran en un diseño adaptado a las condiciones climáticas, confiando primero en las técnicas pasivas de control ambiental para minimizar el consumo de energía y recursos.
Un porcentaje importante de la superficie edificada (50%) se encuentra semienterrada para beneficiarse de la inercia térmica del terreno y 700 m2 de fachada orientada hacia el sur se construyen a base de vidrio de control solar y aislamiento térmico [U=1.80 W/(m2K), factor solar 0.52]. Una capa textil exterior sobre una estructura metálica ligera envuelve el volumen interior de hormigón, siendo parte de su superficie móvil para adaptarse a las distintas inclinaciones solares. Gracias a este elemento bioclimático se consigue un límite difuso en la transición entre exterior e interior, extendiendo el confort climático del edificio hacia el espacio público.
Las tecnologías activas de control climático (sistema advanclim) combinan la refrigeración adiabática, energía solar térmica, suelo radiante y ventilación por desplazamiento. La combinación de sistemas pasivos de ahorro y activos de eficiencia energética permite alcanzar la calificación energética más eficiente (certificación A).
El sistema natural de depuración de agua (sistema Hidrolution FMF) por plantas macrofitas en flotación está dimensionado para reciclar el 100% del agua consumida por el edificio y cubrir con ello las necesidades de riego de las especies vegetales de la Plaza, almacenándose el agua depurada en una balsa de gravas alrededor de la laguna, siendo parte del pavimento de la plaza. Este paisaje artificial surgido de la combinación residuo-recurso evoca a las condiciones naturales de las riveras fluviales.
3. Vivienda Bioclimática en Tenerife
Arquitectos: Ruiz Larrea y Asociados
Ubicación: Tenerife, España
Año: 2003
En este proyecto, los datos más relevantes de sostenibilidad tienen que ver con el diseño de los elementos pasivos proyectados. La óptima orientación, la utilización de materiales del entorno y de nulo coste energético, en origen: piedra Tosca volcánica, madera de riga reciclada, vidrio, hormigón abujardado y piedras basálticas en jardinerías, aislamientos, impermeabilizaciones, etc.
No tiene ni calefacción ni climatización por las benignas condiciones climáticas. Su énfasis bioclimático radica en el control de la renovación de aire y el control higrotérmico del mismo, así como la integración paisajística al entorno y el aprovechamiento de las energías eólicas del parque para el consumo de la vivienda.
Unos muros estabilizados de doble hoja de piedra Tosca del lugar se apoyan directamente en el terreno permitiendo que la cámara de aire interior funcione como distribuidor térmico del aire fresco del mismo al interior, mediante el succionamiento superior en cabeza por efecto venturi, creado al sobrecalentar por radiación esta última.
En realidad la vivienda es el espacio flexible y transformable que existe entre una huella geométrica muy contundente en el terreno y los sistemas pasivos que intentan potenciar la renovación de aire; dirigir y controlar las brisas frescas del mar, garantizar sombra fresca para evitar acumulación térmica de los materiales y, en realidad, reproducir de una manera tremendamente natural las condiciones de confort que nos suele proporcionar la naturaleza de un lugar cuando la sabemos utilizar con sensibilidad.
Arquitectos: Josep Mª Alventosa, Marc Alventosa, Xavier Morell [Alventosa Morell Arquitectes]
Ubicación: Santa María de Palautordera, España
Año: 2013
El presente proyecto nació de un encargo con unas premisas muy claras: presupuesto muy ajustado, plazos de ejecución muy reducidos y una construcción energéticamente eficiente.
Con estos puntos de partida, se decide diseñar una construcción modular de madera totalmente prefabricada, que llegue a la obra sin necesidad de acabados posteriores y que sea suficientemente flexible para adaptarse a la morfología del solar. Paralelamente, se realiza el estudio bioclimático; estableciendo las estrategias proyectuales a seguir para mejorar el confort y llegar a los requisitos de demanda energética que establece el “passivhaus”. Estos requisitos, junto a las limitaciones del transporte de la construcción prefabricada, generan 6 módulos que se adaptan autónomamente al solar, respetando y enmarcando los árboles existentes.
El uso de la madera como material predominante, acabados y estructura, hace que se trabaje casi exclusivamente con un único industrial especializado, optimizando los detalles constructivos y sus costes. Al mismo tiempo, se consigue que la nueva construcción se integre y se fusione con el entorno natural del Montseny, caracterizado por su rica vegetación. Todas estas estrategias, junto al uso de una envolvente con mucha resistencia térmica, generan unas prestaciones inmejorables: reducción de la huella ecológica debido el uso de materiales próximos a la zona; naturales, reciclados y con un impacto natural mínimo (madera de abeto, celulosa,…); evitar condensaciones mediante el uso de materiales transpirables; y reducir un 76,77% la demanda energética en calefacción, comparándolo a una casa con una construcción tradicional de las mismas características proyectuales.
Arquitectos: Ruiz Larrea y Asociados
Ubicación: Madrid, España
Año: 2009
Por su forma, el Hemiciclo solar sigue al sol. La envolvente se concibe como un gran captador solar durante el invierno y un inmenso umbráculo en verano. La solución constructiva de la envolvente permite disposiciones flexibles, diferentes niveles de apertura u ocultación. La fachada Sur se abre para captar la radiación del sol durante el invierno y se protege mediante celosías en verano.
La solución constructiva de la fachada Norte busca ser permeable a los vientos nocturnos en verano, proteger a los corredores de circulación de los vientos fríos del invierno, permitir el paso de la luz al interior, trabajar como barrera acústica y diseñarse con una composición adecuada a la escala urbana, generando ritmos fundados en el color de los paneles y la propia curvatura de la envolvente.
Las viviendas aprovechan la diferencia de potencial energético entre las orientaciones Sur y Norte. La idea inicial y generadora de su forma es sencilla: los espacios deben ser lo más fluidos posible para que el aire circule sin dificultad a través de ellos (fluyendo desde el Sur una vez que se ha calentado en las galerías solares o fluyendo desde el Norte una vez que se ha captado el viento fresco durante las noches del verano).
La cubierta está resuelta con una solución de cubierta ecológica que, gracias a la evapotranspiración vegetal, consigue disipar de manera importante las cargas térmicas debidas a la radiación incidente. Fue concebida en proyecto como una extensión del espacio público destinado al intercambio social, y se colonizaba con pérgolas que, a la vez que protegen de la radiación solar, permiten la integración de paneles fotovoltaicos.
6. Ecochimeneas de Central de Cogeneración en Madrid
Arquitecto: Federico Soriano y Dolores Palacios [S&Aa Soriano & Asociados]
Ubicación: Madrid, España
Año: 2011
El reto de esta obra consistía en el diseño de las chimeneas de la central de cogeneración del madrileño ecobarrio de Vallecas, de modo que estas configurasen un espacio agradable para la vida vecinal y se convirtiesen en un verdadero espacio de disfrute general.
Lejos de convertirse en un artefacto agresivo, las chimeneas pretenden conformar un verdadero espacio público. Con este fin, se ha urbanizado su entorno de manera que se convierta en un espacio grato para la vida vecinal, y se ha aprovechado la estructura de las chimeneas para elevar un umbráculo transpirable que protege de la radiación y favorece la ventilación natural.
Así, las 48 unidades de evacuación de vapor y toma de aire se han agrupado en seis grandes chimeneas de hasta 38 metros de altura, formadas por un mástil de 30 centímetros de diámetro que se combina con varios anillos de compresión cuyo objeto es absorber los esfuerzos horizontales. Sobre estos anillos formados por tubos de acero se tensa una malla textil resistente y porosa, compuesta por fibra de poliéster recubierta de policloruro de vinilo (OVC/PES) tejido con fibra óptica, lo que confiere a la superficie propiedades reflectantes.
El sector de la construcción puede y debe evolucionar para alcanzar los retos promovidos por la Unión Europea de cara al 2050. La idea de una ciudad saludable, socialmente cohesionada y económicamente viable propone un objetivo atractivo y factible a nivel técnico y humano. Los propósitos a largo plazo, como esa mencionada fecha del 2050, resultan fundamentales en la transformación de la sociedad: muchas decisiones políticas, económicas o sociales precisan de este margen temporal para su progresiva adaptación. En este sentido, la responsabilidad de todas las instituciones y organismos relacionados es máxima, pero también existen obligaciones a nivel individual, a la escala de nuestras respectivas parcelas de actuación, grandes o pequeñas, comprometiendo hoy los objetivos de mañana.
Dicho de otra forma, el interés hacia el diseño y la gestión ambiental en arquitectura y urbanismo afecta de manera directa a la vida de las personas, tanto en la adaptación y mitigación del cambio climático como en el bienestar y la salud en los entornos urbano-habitacionales; además del aprovechamiento de los recursos naturales, como el agua, la energía, el aire o los alimentos. Afecta también a la vida de los no humanos,la biodiversidad que paulatinamente debe recuperar sus hábitats y condiciones eco-sistémicas: el derecho a la vida de los seres vivos. Para ello, la arquitectura debe proceder a una profunda reorganización de sus intereses a corto y largo plazo, sus competencias (incorporando la termodinámica, la ciencia ambiental o la economía circular), y sus compromisos (a nivel urbano, cultural, social, paisajístico o de gestión ambiental).