El 2º encuentro Placemaking Latinoamérica –organizado por Lugares Públicos A.C.– se llevó a cabo en la Ciudad de México la primera y segunda semana de noviembre y constó de distintas actividades, entre ellas la recuperación de ocho espacios públicos a cargo de especialistas de urbanismo participativo mexicanos y latinoamericanos, en las alcaldías de Cuauhtémoc, Iztacalco y Miguel Hidalgo.
Las intervenciones se realizaron como parte de un proceso más amplio para reflexionar y actuar sobre la metodología de Placemaking a escala latinoamericana, fomentando la colaboración entre organizaciones de diferentes países para mejorar el espacio público. Este mismo proceso se explica en la publicación del “Libro Blanco de Placemaking Latinoamérica. Programa de Urbanismo táctico e innovación en el espacio público” presentado esta semana por la Alianza para la Regeneración Urbana (ARU) y Lugares Públicos.
El Encuentro reunió a 58 organizaciones y más de 250 personas especializadas en urbanismo participativo en 45 actividades entre paneles temáticos, presentaciones de proyectos, talleres, recorridos por la ciudad y acciones concretas en el espacio público.
Las ocho intervenciones para la Ciudad de México fueron realizadas en:
1. Plaza Vizcaínas, Colonia Centro, alcaldía de Cuauhtémoc, con la intervención Kintsugi Urbano – Reparación Comunitaria CDMX, desarrollado en una colaboración México-Argentina por las organizaciones Urbanismo Vivo (AR), Club de Reparadores (AR), Artículo 41 (AR), Corrientes (MX), ATEA (MX) y Barriopolis (MX) con apoyo de la Agencia de Gestión Urbana
2. Plaza Vizcaínas, Colonia Centro, alcaldía de Cuauhtémoc, con la intervención ¡Cultura a la Carta!, en una colaboración entre México y Perú entre las organizaciones Ocupa tu Calle (PR), Huerto Roma Verde (MX) y La Cuadra (MX) con apoyo de la Agencia de Gestión Urbana.
3. Corredor Deportivo Churubusco, alcaldía de Iztacalco, con la intervención Rally Urbano: Churubusco, diseño e implementación a cargo del Colectivo E3 (MX), mobiliario de EBla Muebles y apoyo de la Agencia de Gestión Urbana, la Dirección de Participación Ciudadana de Alcaldía Iztacalco y el Sistema de Aguas de la CDMX.
4. Cerrada Rufina, en la Colonia Tacubaya, alcaldía de Miguel Hidalgo, con la intervención Corredor Color: nuevos escenarios para la actividad deportiva, desarrollado por el colectivo Otra Ciudad (CH) y la asesoría de Lugares Públicos (MX) y Estudio Ele Siete (Rep. Dom.).
Estos cuatro proyectos fueron ganadores del 2º Concurso de Innovación Urbana Ciudadana, el cual fue desarrollado con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Su implementación fue una primera prueba de cómo se desarrollan los procesos de Placemaking de manera conjunta y comunitaria.
Además de estos, la Ciudad de México también cuenta ahora con espacios intervenidos con base en la metodología Placemaking en:
5. Glorieta de Masaryk, Colonia Polanco, Alcaldía de Miguel Hidalgo, con la instalación temporal del Pabellón “Reflection Box”, con apoyo del Instituto Politécnico Nacional y la Alcaldía.
6. Jardín Pushkin, en la Colonia Roma, alcaldía de Cuauhtémoc, con la colocación de mobiliario urbano permanente instalado por la Autoridad del Espacio Público (AEP) y Escofet.
7. Parque Cholula, en la Colonia Condesa, alcaldía de Cuauhtémoc, en donde se colocó mobiliario urbano permanente por la Autoridad del Espacio Público (AEP) y Escofet.
8. Avenida 20 de Noviembre, Colonia Centro, alcaldía de Cuauhtémoc, en donde se colocó mobiliario urbano permanente por la AEP y Escofet.
La metodología desarrollada por Placemaking para intervenir el espacio público permite maximizar el uso de recursos y potenciar el impacto que las inversiones tienen como reflejo directo para las comunidades participantes. El “Libro Blanco de Placemaking” plantea diferentes propuestas que buscan que cada peso que se invierte en mejoras amplifique su impacto social en por lo menos diez veces, en su equivalente monetizado.
Una intervención en el espacio público con Placemaking de 1 peso genera un retorno de impacto de 10 pesos, la metodología busca aliados dentro de la comunidad al potenciar sus capacidades sociales.
- Guillermo Bernal, director general de Lugares Públicos.
De acuerdo con estimaciones de la ARU para que una intervención con participación vecinal sea exitosa requiere al menos que se invierta 300 pesos por metro cuadrado en promedio, cálculo que varía dependiente de los contextos urbanos.
El “Libro Blanco de Placemaking” propone ejes de acción para amplificar el alcance de los recursos públicos y hacer más equitativo su ejercicio, con la perspectiva del modelo “El poder del 10”. Se trata de dividir las asignaciones presupuestarias en diez partes iguales asociadas a igual número de espacios públicos, en los que se cada fracción se repartirá nuevamente para diez acciones específicas, definidas con la participación de la comunidad.
¿Por qué es pertinente publicar un programa de urbanismo táctico en América Latina?
Placemaking entiende que hay procesos para llegar a resultados y lograr activaciones, se trata de un proceso continuo de acercamiento comunitario basado en un modelo de sostenibilidad de los espacios; construir con las personas, que sean parte y que finalmente se apropien de los espacios y los cuiden.
El Libro Blanco de Placemaking tiene como objetivo ser entregado a los gobiernos latinoamericanos y se podrá consultar en la página oficial de Placemaking Latinoamérica, placemakinglatinoamerica.com y en este link.
