El nivel educativo de un país no solamente se ve reflejado en los aprendices y maestros, o en las mallas curriculares públicas, sino también en la infraestructura educativa como espacio de influencia para el aprendizaje y la experiencia. Los institutos son una opción importante dentro del esquema educativo del país; sin embargo, muchas de estas instituciones no han experimentado grandes transformaciones y mejoras en infraestructura desde su creación. Como respuesta a este vacío, nacen los "Institutos de Excelencia", proyectos que pertenecen a un plan estratégico mayor que incluye tanto institutos como universidades dentro de un programa de inversión en infraestructura de la educación pública superior, propuesto por el Ministerio de Educación (MINEDU) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Lo que más llama nuestra atención es que no se le suele dar este atributo de "calidad" a la gran mayoría de institutos dentro de la educación superior peruana, pues no se les da la debida importancia. Con esta curiosidad, empezaremos acercándonos al planteamiento de un instituto prototipo representativo de un grupo de varios proyectos, los que ya están viabilizados y listos para iniciar el proceso de ejecución. Para conocer cómo se vuelven arquitectura los sueños de una mejor educación descentralizada, el equipo de especialistas y arquitectos liderado por Ana Carlín nos relata a grandes rasgos los lineamientos y alcances del programa y proyecto. Sigue leyendo, para saber más de esta buena práctica.
PROGRAMA DE INVERSIÓN BID
Uno de los grandes problemas que viene enfrentando el sector educación en el Perú, es cambiar la realidad de los jóvenes en la educación superior tecnológica pública. La baja pertinencia de la oferta de la educación con el sector productivo, la inadecuada gestión institucional y pedagógica de los directores y docentes de los institutos y las condiciones insuficientes para la operatividad de los institutos, tiene como resultado que el porcentaje de jóvenes con educación superior tecnológica disminuyan del 23% a 19% en los últimos 5 años, generando un déficit de personal técnico en las empresas dado que requieren más personal con perfil técnico en un 59% en comparación del requerimiento del profesional universitario (41%).
Es por eso que una de las acciones establecidas en el Plan Estratégico Multianual de Educación 2016-2021, para garantizar una oferta de educación superior y técnico productiva que cumpla con condiciones básicas de calidad, es que la oferta formativa de los Institutos de Educación Superior (IES) sea pertinente: es decir, que responda a las necesidades y demanda de los sectores productivos que en el futuro contratarán a sus egresados. Para ello el Ministerio de Educación mediante Resolución Ministerial N° 409-2017-MINEDU, crea el Modelo de Servicio Educativo Tecnológico de Excelencia, cuya finalidad del Modelo Pedagógico se basa en contribuir con el desarrollo del país, a través de la formación integral de profesionales con competencias pertinentes y valores ciudadanos que contribuyan a su desarrollo personal y dinamice las economías regionales.
El modelo plantea la creación de un Instituto de Excelencia por región, el mismo que garantizará que las personas de cada región tengan la oportunidad de acceder a un servicio educativo superior tecnológico de excelencia en Institutos de Educación Superior Tecnológica Públicos, los cuales mejoran continuamente su calidad y pertinencia, y se centran en formar profesionales técnicos con las competencias técnicas y de empleabilidad que requiere el sector productivo, para lograr una exitosa inserción laboral y un adecuado desarrollo profesional futuro, teniendo como resultado altos niveles de empleabilidad de sus egresados, ya sea en el mercado laboral formal o a través de un emprendimiento, mediante la adopción de una cultura de calidad en su proceso formativo, considerando los valores como el liderazgo, cooperación, compromiso, orientación a resultados y mejora continua.
Al respecto, el Ministerio de Educación y el Banco Interamericano de Desarrollo – BID asumen el reto de formular el primer programa de inversión de la educación superior universitaria y tecnológica a nivel nacional, cuyo objetivo es lograr que los estudiantes de la educación superior accedan a instituciones que brinden adecuados servicios educativos, pertinentes y de calidad. El programa de Inversión “Mejora de la calidad y pertinencia de los servicios de educación superior” tiene una inversión de $200 millones, beneficiando a 51 universidades públicas y 374 Institutos Tecnológicos a través de dos grandes componentes: i) Mejoramiento de la Gestión de los Servicios de Educación Superior a Nivel Nacional y ii) Mejoramiento de infraestructura y equipamiento de las Instituciones de Educación Superior Pública Universitaria y Tecnológica. Dentro del segundo componente del programa, el sector ha priorizado la intervención integral de dos Institutos de Excelencia referidos al Instituto Superior Tecnológico Santiago Antúnez de Mayolo ubicado en la región Junín y el Instituto Tecnológico “4 de Junio de 1821” ubicado en la región Cajamarca.
INSTITUTO DE EXCELENCIA 4 DE JUNIO DE 1821
El Instituto de Excelencia “4 de Junio de 1821” (IDEX), es el primer proyecto en formularse con este modelo pedagógico, concebido como un prototipo que pretende integrar el uso de espacios comunes asociados a las carreras técnicas y que mediante la distribución del programa arquitectónico generar un buen funcionamiento y confort bioclimático.
Ubicado en el distrito de Jaén, Departamento de Cajamarca, denominado según Norma Técnica EM 110 como Zona 07 Ceja de montaña, tuvo las consideraciones establecidas en la norma cuidando y resolviendo aspectos bioclimáticos.El proyecto se emplaza sobre un terreno en pendiente, por lo cual se generan diversas fugas visuales hacia las montañas circundantes y hacia el fondo del terreno, donde lógicamente se tendrían que ubicar los pastos y los cultivos pertenecientes a una de las carreras técnicas.
El IDEX cambia la idea tradicional de instituto de los diversos bloques de poca densidad distribuidos mediante caminos dentro de un terreno grande, a una densificación y compactación de los bloques, haciéndolos más importantes e imponentes en su conjunto y permeables en el primer nivel. Todos los bloques se relacionan entre sí con pasajes amplios, plazas, escaleras y rampas exteriores salpicadas de áreas verdes. Es así que la distribución perpendicular de los talleres complementarios se sustenta tanto en las fugas visuales a la naturaleza como la entrada de la misma dentro de los intersticios. De este modo, el ordenamiento de las diversas funciones es por relaciones y similitudes, así se generan bloques más compactos que pueden albergar hasta dos carreras. Como cada especialidad requiere de aulas, es conveniente que todas las aulas en general, salvo las de inducción, deberían concentrarse en un solo complejo.
En la actualidad, el instituto cuenta con muchas áreas verdes y un jardín central. Debido a la magnitud del programa, era necesario que las áreas verdes se mantengan aprovechando la densificación de los edificios. Lo primero fue generar un espacio verde longitudinal en el frontis del terreno que contenga y proteja el edificio principal. Funciona además como una barrera de mitigación ambiental que evite el ruido, el polvo y diversos elementos que afecten la infraestructura nueva. Paralelo a este parque de árboles frondosos se ubicarán los edificios en contraposición a un área de cultivos y pastos ubicados en la parte más baja del terreno y que cuenta con una gran extensión.
El concepto principal es que las áreas verdes ingresen por diversos flancos del instituto internamente acompañando las sucesiones de plazas interiores. En el perímetro, se crearán jardineras que protejan las edificaciones de los linderos laterales y acompañen la topografía del terreno. Finalmente, aprovechando la pendiente, se crearán espacios de estar exteriores en las partes más bajas previo al ingreso de los cultivos y pastos, adaptando claramente las edificaciones a la topografía.
Aprovechando las posibilidades de vegetación de Jaén y la cercanía a las montañas de la selva alta, se ha planteado que todos los edificios tengan una fachada de concreto expuesto (por su bajo mantenimiento) con una serie de parasoles que controlen el asoleamiento y de acuerdo a la distribución funcional, las aulas y servicios se benefician de la ventilación cruzada para combatir la sensación de calor, evitando así la posibilidad de masificar el uso del aire acondicionado. Asimismo, los techos inclinados requerían de mucha pendiente de acuerdo a la norma bioclimática, por lo que se optó por esconderlos dentro de un muro estructural que acompaña la fachada de cada edificio y contiene el sistema de drenaje complejo de lluvias, las cuales son muy frecuentes en Jaén.
Para el caso de los edificios de carreras, cuyas instalaciones tienen equipos muy complejos y delicados, se plantea que el corredor previo techado de acceso sea un colchón antilluvias y un filtro solar hacia los talleres y laboratorios. Estos corredores son ventilados, contienen las fugas de viento y generan confort a los usuarios tanto fuera como dentro de las facultades. Al ser calles elevadas, permiten que todas las facultades se unan entre si mediante plazas elevadas y rampas evitando así el alto coste del mantenimiento que podría generar el uso de ascensores o montacargas.
Nombre de Proyecto: Instituto de Excelencia “4 de Junio de 1821”
Ubicación: Jaén, Región Cajamarca, Perú
Área de Terreno: 42,300.00 m2
Área Construida: 18,757.86 m2
Año Proyecto: 2018
Arquitectos: Jonathan Warthon, Gleen Goicochea, Josué Villanueva
Arquitectos Colaboradores: Willy Castro, Steicy Rivera
Presentación gráfica: Gleen Goicochea, Jonathan Warthon
Responsable Unidad Formuladora: Ecn. Ana Carlín Montenegro
Cálculo Estructural: Martha Yabar, Armando Barraza
Equipo Formulador: Baldor Juan de Dios, Gustavo Carrión, Laura Valcárcel, Javier Mejía, José Mendoza
Especialistas Temáticos: Wilder Cruz, Luisa Escobedo, Gianina Farro, Jorge Granadino, Arturo Maldonado, Annie Rubin
Costo Total de Inversión: S/ 59’036,587.78
