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Arquitectos: Iotti + Pavarani Architetti
- Área: 23 m²
- Año: 2016
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Proveedores: Atlas Schindler, Cotto d'Este, GammaStone, Guardian Glass, iGuzzini
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La nueva sede de operaciones de Reale Group en Turín se inauguró en octubre de 2016, no lejos de Piazza Castello, en el corazón del centro histórico. Los nuevos espacios tienen capacidad para 800 estaciones de trabajo, 150 plazas de aparcamiento y una sala de conferencias para 280 personas. Es un proyecto importante y ambicioso que apunta a garantizar estándares innovadores en los rendimientos del edificio, pero también se enfoca en generar un nuevo proceso de desarrollo urbano a través del diálogo atento con la ciudad.
La arquitectura define una inserción contemporánea en el corazón del centro histórico: una nueva construcción que representa un importante proyecto de reemplazo logrado sin tomar tierras adicionales, en las que Reale Immobili ha invertido 50 millones de euros.
Las oficinas innovadoras y altamente cómodas cubren un área construida de 23.500 metros cuadrados, dando forma a un edificio que redefine el bloque urbano, destacando la presencia de un patio interno que cubre 1.700 metros cuadrados, visible desde el frente de la calle. Todos los espacios ayudan a lograr un entorno de trabajo de excelente calidad y definen un campus urbano que existe en sinergia con el sitio histórico.
Certificado como clase A2, el nuevo complejo cumple con todos los estándares de energía más altos y tiene las características para obtener la certificación internacional LEED Platinum.
Los arquitectos Paolo Iotti y Marco Pavarani (Iotti + Pavarani Architetti), junto con un grupo de diseñadores de Artecna, han redefinido el bloque urbano a través de un proyecto que involucra la organización y el diseño volumétrico de las fachadas externas y las que dan al patio interior. Todo el complejo aborda el área circundante y "absorbe" una fachada histórica protegida (que se encuentra en la Avenida Bertola y San Dalmazzo), creando una solución compositiva en armonía con los edificios circundantes.
La envoltura arquitectónica se convierte en un punto de apoyo, un centro gravitatorio en el tejido urbano de esta parte del centro de Turín: concentra la atención en sí misma y, a través de una disposición simple y rigurosa de las cuatro fachadas, define una intervención contemporánea que se encuentra al mismo tiempo, íntimamente vinculado al lugar, generando simultáneamente las condiciones para una alta eficiencia energética y una excelente explotación de la luz.
Como contrapunto a la envoltura externa expuesta al contexto urbano, una fachada más transparente y sutil rodea el patio interno, que encaja con el jardín amoblado. Un sistema de contra-fachada revestido con perfiles de aluminio anodizado en diferentes colores protege las puertas, ventanas y particiones de vidrio, creando el efecto de un "bosque artificial" vibrante sensible a los cambios en la luz natural.