La oficina Prado Arquitectos se ha adjudicado el primer lugar en el concurso de diseño de la escuela Armando Arancibia Olivos (G-501), el único establecimiento educacional en la isla Mocha (Chile), pueblo en el océano pacífico a 35 kilómetros de Tirúa y al que puede acceder por avión o bote.
En 2017 la Intendencia de la región del Biobío hizo un llamado a licitación pública para la reposición del establecimiento y su nuevo emplazamiento, incorporando los conceptos de eficiencia energética tanto en su arquitectura pasiva como en sus instalaciones.
Memoria oficial: La educación debe contextualizarse con las características propias de cada sector. Es por este motivo que se tomaron en cuenta factores geográficos (como la distancia y dificultad de transporte), sociales y culturales relacionados directamente con la condición de isla de nuestro nuevo emplazamiento. Para llegar a una propuesta que responda a las necesidades tanto, educativas exigidas por el cuerpo docente y administrativo, como también para toda la comunidad que aquí habita y que es participe importante de las actividades sociales que se desarrollarán bajo el alero de los espacios que la futura escuela proveerá.
Considerando dichos requerimientos, principalmente educativos, para ofrecer un mejor servicio ayudando contrarrestar la baja demanda de matrículas en los últimos años y entregar un equipamiento de calidad para el correcto desarrollo de la labor educativa. Así como para los de carácter comunitario, es que nuestra propuesta se plantea como un gran recinto modular y cubierto que otorga la flexibilidad espacial necesaria para adecuarse a distintos niveles de desarrollo, bajo una imagen que sea fácilmente reconocible por su dimensión, composición y materialidad apelando a la memoria colectiva.
Partido general
Se trata de una escuela de 1.047 m2 en un terreno de una hectárea con elementos existentes, como la escuela actual y el jardín infantil Fardelita Blanca, optando por construir un elemento de carácter más apaisado y dando una escala más cercana y por ende humana, en módulos de madera fácilmente reconocibles, manipulables y transportables. Orientado de manera tal que aprovecha un adecuado asoleamiento para las aulas del área docente y “enfrentando” al acceso del predio las áreas de carácter más público.
En primer lugar se toma la decisión de vaciar el centro, haciendo alusión al resguardo considerando las condiciones climáticas del sector, fuertes vientos, lluvias imperantes y días de verano secos, lo cual vuelca el proyecto hacia un interior controlado que permite desarrollar todo tipo de actividades tanto educativas, como ceremoniales, recreativas, sociales y públicas. Posteriormente se realizan fisuras que atraviesan verticalmente el proyecto expresadas mediante un cambio de materialidad y vacíos a modo de generar remansos dentro del recinto, para distanciar actividades y entregar nuevos valores al programa ya existente. Por último se integran los trabajos exteriores de paisajismo y plaza de acceso, entendiendo la “solemnidad” de nuestra propuesta como recinto comunitario por excelencia requiere, dando además otro polo en la diversidad de usos que la nueva escuela G-501 pueda albergar.
Organización del proyecto
La propuesta se compone de este “gran volumen cubierto, cerrado y por ende resguardado”. En el que mediante una modulación consecuente con las exigencias de usos y la disponibilidad de los materiales constructivos utilizados, se configuran: orientados al norte, los recintos del área docente inscritos en una repetición de patrones de 5 por 6mts. Al centro y a modo de eje articulador el gran área común y flexible de usos, de 27 módulos de 8 por 2.5mts que determina el largo total de la escuela. Y finalmente, como complemento a las labores docentes y orientados al sur del predio, la administración y sus derivados, cocina y parte de la biblioteca, bajo el canon de 4 por 2.5mts. Anexo a este volumen, en la fachada poniente, se encuentra la nueva ubicación de la multicancha cubierta y cerrada, la cual tiene una relación directa con la plaza de acceso y demás servicios de la escuela.
En la fachada de acceso, en primera instancia encontramos el área de administración, donde el personal educativo puede tener control de la escuela y relación con la calle para la atención del público y apoderados.
La propuesta incorpora los recintos necesarios para cumplir con la institucionalidad educativa impuesta (de 1ª a 8ª básico) y los relaciona entre sí de tal manera que respondan tanto al programa requerido, como a las necesidades de aprendizaje, la convivencia escolar y las necesidades de la comunidad de la isla.
Criterios estructurales y materialidad
La propuesta consiste en marcos compuestos de pilar y doble viga en las áreas que resguardan programas y una viga en las correspondientes al gran patio cubierto repetidos cada 2.5mts. Además “tableros” modulados cada 62.5cms para construir los tabiques de madera que formarán los distintos recintos que albergan el programa exigido para el funcionamiento de la escuela.
La materialidad utilizada en el proyecto consiste principalmente en madera, revestimientos exteriores tipo emballetados metálicos y cerramientos interiores de madera, la cual busca reflejar la tradición del uso de este material en la arquitectura local, por último vidrio y cerramientos exteriores translucidos movibles para un aprovechamiento adecuado de luz natural y relaciones visuales entre lo público y lo privado.
Paisajismo
Dentro de la propuesta la creación de huertas, granjas e invernaderos nacen como una forma de fomentar el autoaprendizaje y la conciencia sobre el trabajo, el cuidado y el sentido de pertenencia. Además de reforzar la identidad local y mostrar el valor de las actividades del lugar. Por otra parte la creación de la plaza de acceso, nace como respuesta al entender cómo se posa un proyecto sobre el terreno y como interactúa y “afecta” a su contexto.
Eficiencia energética
El proyecto se plantea con uso de materiales regionales de fácil adquisición y mantención (baja huella de carbono) como madera, hormigón y vidrio. Además, el proyecto plantea una volumetría simple que fomentan el uso de la luz natural a través de vanos controlados en las áreas educativas reduciendo el uso de luz artificial.
En adición, el predominio del lleno sobre el vacío permite generar una envolvente térmica de alta eficiencia que junto con la estrategia de masa térmica, colector solar (invernadero) y ventilación natural, permitirá controlar las pérdidas de calor en los meses fríos y mantener temperaturas confortables en los meses cálidos. Para ello preliminarmente se considera la utilización de chiller polivalentes, la incorporación de iluminación LED, sensores fotométricos y artefactos sanitarios eficientes como wc de doble descarga y aireadores, entre otros.
Architects
Ubicación
Isla Mocha, Bío Bío Region, ChileArquitectos a cargo
Tomás Prado, Néstor DabbadieEquipo de diseño
Aaron Lagos, Jorge González, Monserrat Bizama, Johan GalloPremio
Primer LugarAño Proyecto
2017Fotografías
Prado ArquitectosÁrea
1047.0 m2
