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Arquitectos: Batlleiroig
- Área: 800 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Jordi Surroca
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La propuesta se enmarca dentro del proyecto global de la Anilla Verde de Igualada, que busca generar un conjunto de itinerarios para peatones y bicicletas en forma de cinturón verde en el perímetro de la ciudad. Esta nueva infraestructura de movilidad sostenible quiere establecer un sistema de parques y espacios abiertos periurbanos que funcionen en red, apto para la realización de actividades de ocio respetuosas con el medio ambiente, adecuando y recuperando, en buena parte, espacios actualmente degradados o infrautilizados. En este contexto, el camino de las Guixeres supone la adecuación de un tramo de 1,65km, de los cuales se ha ejecutado los primeros 800m.
El proyecto tiene dos objetivos principales: uno de conectividad, consiguiendo la continuidad de este proyecto global de escala de ciudad (Anilla Verde) y un segundo de recuperación paisajística y de biodiversidad, estableciendo los elementos necesarios para generar una nueva dinámica en el lugar que mejore progresivamente sus condiciones ambientales mediante el aprovechamiento del agua. En este sentido, la propuesta se articula mediante la configuración de una sección tipo con tres franjas bien diferenciadas que es van adaptando a las diferentes situaciones del recorrido, resolviendo las problemáticas del emplazamiento y, a la vez, desarrollando sus potenciales.
La franja central, el camino principal de arenisca, garantiza la continuidad de la Anilla Verde, con una amplitud aproximada de 3m y se ordena reconociendo mayoritariamente la traza preexistente en la zona. Este camino se complementa con una segunda franja, en forma de mirador lineal de la ciudad de Igualada. Este mirador se configura mediante una franja pavimentada de 1,2m de ancho situado en el margen exterior del camino y, por tanto, en relación directa con las vistas. Al ser de pavimento duro, permite dotar al camino de una franja con una mejor accesibilidad. Asimismo, la composición de su hormigón cuenta con una fracción de árido luminiscente que mejora la visibilidad en las primeras horas de la noche retornando en forma de luminiscencia, la energía solar captada durante el día.
El trazado de este mirador lineal reconoce las principales visuales, la vegetación y el arbolado existente y reacciona generando ensanches y zonas de estar, donde además se complementa mediante la dotación de bancos lineales. Finalmente, esta franja reconoce la excepcionalidad de las visuales sobre Montserrat que hay desde la Colina de las Guixeres generando un mirador final en forma de estructura volada sobre la vertiente de la montaña.