- Área: 200 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Pancho Gallardo
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Proveedores: Duomo, Termoacustic
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El encargo consistió en una vivienda unifamiliar de descanso, ubicada en el borde del lago Llanquihue, a pocos kilómetros de la ciudad de Puerto Varas, una pequeña ciudad al norte de la Patagonia chilena y con el imponente volcán Osorno de fondo. Además, el terreno poseía un pequeña pendiente y un denso bosque que remataba en la playa.
Los objetivos principales de la casa eran; primero poder emplazarse en un claro que entregaba el terreno para integrar el bosque y el lago. Y segundo, un diseño de líneas simples, que integre materiales locales y que diera la opción de distintos usos según las estaciones (un verano de terraza, parrilla y lago que se complementa con un invierno sureño de chimenea y cocina).
Se desarrolló un volumen de un agua a lo largo de la cota, planteándose de forma paralela al lago, lo que permitió abrirse hacia este y el norte, depositando el gran volumen de lluvia de la región en la espalda de la casa.
Programáticamente la casa fue pensada para acoger tanto una familia completa de 6 personas en los meses de verano, como solo a los 2 propietarios en los meses de invierno, teniendo los espacios de estar, comedor y cocina, totalmente comunicados y como núcleo central de la vivienda.
Para esto un eje central une este núcleo con las dos áreas de dormitorios, por un extremo el dormitorio principal para una mayor privacidad y en el otro un volumen de dos niveles con los dormitorios de los hijos y un pequeño quincho. Este eje central se repite en el exterior en forma de terraza para las circulaciones en los meses de verano.
Hacia la cara norte se compone una fachada con grandes ventanas formando una relación entre el paisaje único de la zona y el interior de la casa, potenciando al máximo la luz solar.
Las terminaciones interiores se realizaron completamente en madera, logrando generar una atmosfera de gran calidez, gracias a maderas nativas recuperadas de una antigua casona de Osorno. Gracias a las vigas a la vista, se puede apreciar la altura total del volumen, más un bloque en hormigón, crean una mezcla armónica que culmina con una combustión lenta insertada en el estar principal.
Para el exterior, se propuso una envolvente de fibrocemento negro para dar una impronta de galpón, y generar un contraste con el interior. Para finalizar, un recubrimiento en tejuela en la fachada norte, como materialidad típica de la Patagonia y donde se produce la mayor interacción en los meses de verano.