Parecen peleados, la ciudad de Lima y el río Rímac, aunque éste la atraviesa (y nutre) de este a oeste. Por eso destacamos el uso del término “amistad” como valor agregado para abordar este tema. Una forma de entender esta relación como lo sólida e integral que debería ser. Así lo anuncia el proyecto que presentaremos aquí, el cual hemos desempolvado de nuestros archivos para sacarlo justamente a la luz. Empieza el verano y el fenómeno del niño se acerca; por ende, las crecidas del río Rímac también, y es inevitable recordar los desastres ocasionados por los huaycos hace un año. Poco o nada se ha hecho frente a esta no-relación con el río en la ciudad, por ello refresquémonos.
Increíblemente, la ciudad ha crecido a espaldas del rio Rímac, el cual desde culturas milenarias, pasando por virreyes, gobernantes hasta vecinos limeños de la primera mitad del siglo XX han apreciado con cariño y cuidado, aprovechando sus bondades naturales. Con el tiempo, los limeños han ido perdiendo la pertinencia y el cuidado que sus predecesores ejercieron: desde construcciones en riberas e invasiones hasta la pésima gestión de los desechos, muchos problemas han surgido generando un panorama ahora agreste, distante de lo que el río alguna vez fue. Habiéndose convertido en un problema sanitario, no han existido planes reales que pretendan salvar en primer lugar de la contaminación y en segundo lugar (y casi de forma más remota) integrarlo a la ciudad.
Entre las problemáticas más notorias se encuentran las diversas invasiones ubicadas en las márgenes del rio. A modo de pequeñas ciudades dentro de la ciudad, se encuentran en situación de riesgo, con altos índices de delincuencia e insalubridad. A lo largo del rio desde Chosica hasta el Callao, la vulnerabilidad de dichos asentamientos ha extendido el problema e impiden la reutilización de espacios debido a que no existen planes integrales. El rio se convierte en un escenario donde no existe una planificación que involucre los elementos existentes, como la naturaleza, sociedad, vías peatonales y vehiculares, malecones, preservación natural, entre otras estrategias que pudieran ser fusionadas en favor de la ciudad para mirar nuevamente al rio.
Bajo estas premisas, el proyecto que presentamos a continuación pretende dar una visión urbana denominada "Malecón de la Amistad Oeste". La propuesta de Javier Flores (Universidad Pedro Ruíz Gallo - Lambayeque) obtuvo el segundo lugar en el Concurso de Ideas para el Parque Fluvial Rímac. Desde este frente creemos que muchos proyectos concursantes no deben quedar archivados. Siendo un tema de gran importancia para la ciudad, mostramos una propuesta pensada para solucionar la eterna enemistad del ciudadano con el rio.
Descripción por el equipo.
M A L E C Ó N D E L A A M I S T A D O E S T E
Visualizaremos el malecón de la amistad oeste no como un paseo unidireccional sino como un espacio de conexión entre el Malecón Checa Eguiguren, el río Rímac, los espacios públicos y las calles adyacentes con el fin de recuperar la ciudad fusionando cada elemento existente desde pistas, aceras, defensas ribereñas, tramo ferroviario hasta manzanas completas; dejando de otorgar más espacio al congestionamiento urbano. Se implantan 3 pilares básicos para realizar el diálogo entre río y ciudad.
Primero, se erradica la típica idea de defensa ribereña compacta construida de manera artificial, la que causa una vista muy pesada en el margen del río; la remplazaremos por una defensa natural hecha de vegetación, rocas y arena, elementos que suavizarán el borde otorgando un mejor paisaje y amortiguarán futuras crecidas como “el niño costero”, esta alternativa será aún más reforzada al integrarse con un nivelamiento en el fondo del lecho, aproximadamente cada 100m haciendo reducir la velocidad del agua.
Segundo, un sistema de vías para ciclistas y peatones no se limitarán en recorrer el malecón sino que envolverán las manzanas adyacentes al parque, haciendo de la peatonalización uno de sus principales protagonistas y mostrarán cómo la ciudad puede involucrarse por completo a los espacios de encuentro, difuminando contrastes de límites espaciales.
Y tercero, el terreno elegido es la mejor alternativa para presentar una idea donde toda la ciudad intervenga desde el punto de vista urbano, ya que al encontrarse atravesado por 3 tipos de desplazamiento (vehicular, peatonal y ferroviario) conforman la red vial tejido a un agradable espacio panorámico donde sus principales dueños y ocupantes son las personas.
Buen proyecto que aborda el lugar como un área y no como línea. - Rafael Zamora.
Mientras que en el proyecto sí se ve una mejor relación con el río y su tratamiento atendiendo a las eventuales crecientes o decrecientes de caudal. Es valioso saber incluir los elementos objetivos que existen en el paisaje de esa parte del río, como la estructura del tren eléctrico o los cerros y las urbanizaciones del otro lado de la ribera. - Pablo Vega Centeno
Proyecto: Malecón de la Amistad Oeste
Arquitecto: Javier Flores
Universidad: Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo -UNPRG. (Lambayeque, Perú).
Concurso:Parque Fluvial Rímac
Revisa las demás propuestas ganadoras de este concurso aquí.