Antes de las obras monocromáticas de Yves Klein, que usaban como tema central el International Klein Blue (IKB), ya existía en el centro de Ciudad de México, el azul Kahlo.
El Museo de Frida Kahlo, más conocido como Casa Azul se encuentra ubicado en el centro de Ciudad de México, en la delegación Coyoacán. La casa fue adquirida por los Kahlo en 1905, cuando la construcción, entonces de color blanco, era un ejemplo de tipología colonial; patio central con anillo de habitaciones alrededor, que limitan en fachada continua con la calle.
Afortunadamente, la composición de la materia experimenta cambios. Frida, usaría su casa de infancia, ahora casada, como vivienda y estudio artístico, realizando cambios y ampliaciones a la obra original. De los cuales, a mi parecer, el más importante y casi una obra de arte en sí misma, fue pintar la casa azul intenso.
La intervención de Frida, cambió las propiedades de la casa para siempre por dos razones: la primera es la simbiosis cultural que se produce entre la arquitectura colonial y los pueblos originarios de México mediante el uso del color. La segunda tiene que ver con la experiencia de habitar la casa como visitante.
El poeta Carlos Pellicer la describe: “La casa, pintada de azul por dentro y por fuera, parece alojar un poco de cielo."
Un poco como el cielo espiritual, la Casa Azul, contiene la sensación de trascendencia. Al cruzar el portal de entrada, cambian las condiciones atmosféricas y uno emerge en otro clima. El follaje crecido del jardín, cultivado con especies seleccionadas por la propia Frida (magueyes, nopales y yucas, entre otros) diseña sombras en los muros azul plano, generando un microambiente de luz filtrada, húmedo y rústico.
Los pisos rojizos, contrastan la naturalidad orgánica, con piezas arqueológicas prehispánicas, principalmente alojadas en la pirámide de 3 niveles, ubicada en la última extensión del patio.
Más que el contenedor de las obras pictóricas de Frida Kahlo, la Casa Azul es un agente reactivo; en el proceso creativo de su dueña, y ahora, en la trayectoria de sus visitantes.
La visita al Museo de Frida Kahlo fue posible, en esta oportunidad, gracias a la coordinación de CDMX World Design Capital 2018.