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Arquitectos: HilberinkBosch architects; HilberinkBosch architects
- Año: 2018
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Fotografías:René de Wit
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Proveedores: D-Line, Dick van Hoff Ontwerpen, HIMMEE, Zandenbouw
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Tradicionalmente, la mayoría de las granjas en el Meierij de 's Hertogenbosch, un antiguo reino administrativo o bailía, tienen sus partes integradas, tales como viviendas, espacio de almacenamiento y establos en un solo edificio. Con el tiempo estas compactas construcciones se empezaron a volver demasiado estrechas para albergar todas estas funciones y se agregó un granero separado. Estos generalmente se construían con materiales locales y seguían en gran parte el patrón estructural de las mismas granjas.
El 2017 nos dijeron que siete de los robles centenarios en nuestro patio estaban en mal estado. Tuvieron que ser cortados. En lugar de seguir el camino habitual y vender los árboles a la industria del papel, decidimos restablecer una antigua tradición. Y así, reemplazando un collage de refugios y cobertizos obsoletos, construiríamos, de acuerdo con el carácter monumental de nuestra granja, un nuevo granero con materiales cosechados localmente que emplearían técnicas tradicionales. Además de un par de troncos de roble que obtuvimos de la cercana finca de Wamberg, habría suficiente madera para construir el nuevo granero con los árboles que tuvimos que talar.
Nuestro nuevo granero transversal está construido por cuatro marcos de madera con barras de unión que están conectados a unos largueros longitudinales coronados por un techo soportado por vigas. El techo tiene una geometría asimétrica con un lado empinado y el otro inclinado. Hay tres espacios dentro del granero: una cochera, una sala de almacenamiento y una sala de reuniones / taller para uso de la oficina. El entretecho sobre la sala de almacenamiento está abierto para el taller.
Se trajo un aserradero móvil al patio que se usó para cortar los troncos de los árboles para luego convertirlos en madera estructural para los marcos y el techo, otra parte de los troncos se uso para los tablones de las fachadas. Para esto, utilizamos la madera de mejor calidad de las secciones centrales de los árboles y a las piezas restantes les buscamos otros usos al ser menos duraderas. Las tablillas cortadas y dejadas con corteza se emplearon como listones para proteger el acristalamiento en el taller y el garaje. La corteza se mezcló con el hormigón para construir las paredes de los extremos para que se mezclaran con el entorno boscoso. Los tablones hechos con albura (parte joven de la madera) se utilizaron para los encofrados de hormigón y así dejar moldeada la huella de la madera fresca. Se cortaron pequeños trozos y se usaron, sin ningún tratamiento, como tejas para la techumbre. La aspereza de esta madera cortada asegura que el techo durará décadas. Y finalmente, el resto fue cortado y apilado para obtener leña en la fachada norte empotrada del granero.
La madera no tratada, el concreto y el vidrio se han mezclado de varias maneras. Las dimensiones irregulares de la madera utilizada para construir el encofrado dieron como resultado superficies de hormigón lejos de ser perfectas. Los restos del encofrado de albura quedaron incrustados en el concreto y el ácido tánico de la madera fresca dejó decoloraciones. Las incorporaciones de hierro y acero en los árboles, como el alambre de púas y la metralla, que presumiblemente datan de 1944, trajeron imperfecciones a la madera. Estas circunstancias adicionales crearon una capa inesperada de rastros en la madera y el concreto.
La estética del granero ha sido fuertemente influenciada por coincidencia. Le da a este edificio contemporáneo una expresión fundamental que fusiona lo viejo y lo nuevo de una manera maravillosa y extraordinaria.