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Arquitectos: TIBÁrquitectos
- Área: 3500 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Adam Wiseman
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Proveedores: Dicma trade, Green Power, Holcim, Natural Planet, Polimeros y derivados
Descripción enviada por el equipo del proyecto. De dónde surge
El proyecto del Centro Cultural y Ecológico (CCE) surge, con ayuda de los promotores de IMAGINA Biblioteca Infantil A. C., por la necesidad de crear una sede para la orquesta infantil de Los Castillos en la ciudad de León, Gto. Una comunidad con un grado de marginación alto y fuertes problemáticas socioambientales, la cual busca transformar la vida comunitaria a través de la música y la ecología. Para el CCE IMAGINA decidieron atender la situación socioambiental construyendo un edificio cuyos principios ecológicos fueran una muestra de cómo transferir y replicar tecnologías simples, energías inteligentes y materiales ecológicos a la comunidad.
Sobre el Proyecto
Para lograr este objetivo, TIBÁrquitectos fue invitado a realizar el diseño arquitectónico y la transferencia de tecnologías ecológicas a 70 residentes de Los Castillos. Tales como la fabricación de adobes, losas prefabricadas llamadas "cascajes" desarrolladas por el mismo despacho, un sistema de saneamiento ecológico y techos verdes; los cuales fueron empleados en la construcción del CCE IMAGINA.
TIBÁrquitectos es un despacho dedicado a la proyección, construcción y asesoría en bioarquitectura y tecnología intuitiva dirigido por el Bioarquitecto Peter Van Lengen. El despacho entiende la bio-arquitectura como la proyección y construcción de espacios sanos que se identifican con la vida del lugar en el que se asientan. En el CCE IMAGINA, al igual que en el resto de los proyectos de TIBÁrquitectos, la configuración espacial proviene de formas de la naturaleza y las tecnologías implementadas son simples, naturales, renovables y ecológicas, creando una armonía entre los espacios, las personas que los habitan y el entorno.
Construcción Social
Los principios constructivos para el CCE IMAGINA partieron de la hipótesis de que fabricando localmente los materiales ecológicos por miembros de la misma comunidad se revalorizarían las técnicas constructivas tradicionales, lo que potencializaría su exitosa replicación a otras viviendas y edificios públicos del sitio, dirigiendo la forma de hacer arquitectura hacia una práctica sana y en armonía con el usuario y el entorno. Como consecuencia, se reactivó la economía local; gracias a que la producción en sitio y la construcción del Centro fueron realizadas por trabajadores de la misma comunidad.
El CCE IMAGINA se ha convertido en un edificio didáctico que muestra entre sus muros de adobe como hacer bioarquitectura que rescata las tradiciones, reactiva la economía, aporta belleza y funcionalidad, enseña sobre los principios ecológicos en la construcción, es eficiente energéticamente y, sobre todo, muestra las bondades sociales, económicas y ambientales de trabajar con tierra.