Las iniciativas sociales del arquitecto ecuatoriano David Regalado Ojeda en la Ciudad de Loja evidencian una renuncia al proyecto de arquitectura autónomo, abordando la identidad formal colectiva con un parque construido de material reciclado donde la historia se transforma en juego y en aprendizaje.
Artistas, voluntarios y la comunidad han colaborado en el proyecto con una inversión nula: todo fue reciclado y generado con la ayuda comunitaria de las personas.
Unas palabras del arquitecto David Regalado Ojeda, a continuación
La propuesta de intervención se realiza en un espacio de gran valor en el contexto urbano de la ciudad, ya que el terreno a intervenir es el inicio del nuevo proyecto emblemático impulsado por el Municipio de Loja, el Sendero ecológico “Ruta de la Cascarilla”.
El espacio en la actualidad aparece completamente diluido entre el caos, debido a la configuración espacial del conjunto urbano que lo envuelve y a unas serie de funciones en su organización, pero al mismo tiempo con una riqueza única natural que lo hace de extraordinaria importancia.
La propuesta gira en torno a un doble y simultaneo interés, el primero es la renuncia al proyecto de arquitectura autónomo y el segundo sería dotarle de identidad formal acorde a su importancia como punto de inicio de “la ruta de la cascarilla”. La ruta carece de una identidad como punto emblemático de partida, con estos conceptos, pretendemos un grado de confort que permita la apropiación y el uso por parte de los ciudadanos que hoy acuden al sitio.
En el Archivo Histórico de Loja existe un mapa de La Cascarilla del año 1733, cuyo original se encuentra en el Archivo General de Indias de Sevilla. Partiendo de este mapa y de la investigación que el Archivo Histórico realizó en "Cortezas de esperanza", se desprendió una leyenda del Cacique Leiva y un reloj conceptual que divide la historia de la planta de La Cascarilla en 12 partes. Esta planta convirtió a Loja durante el siglo XVIII, en la “Farmacia del mundo”. A partir de esta investigación como concepto de identidad, y sin olvidar que todos los materiales serán materiales reciclados y pétreos fácil de conseguir por el municipio, se decidió narrar la historia de La Cascarilla a través de un parque Interactivo para niños tomando en cuenta cada parte de la historia, es decir la “hora” del reloj.
Esta historia será contada por distintos artistas lojanos que asumen el reto. Utilizando como materiales los desechos que se encuentran en el centro de gestión integral en manejo de residuos sólidos del Municipio de Loja, se convertirá a la historia en juego y en aprendizaje, a la vez que se le brinda sentido a las Identidades de Loja y su provincia.
El parque se desarrolla a partir de la definición de tres zonas debido a sus características, dos estancias abiertas libres donde el ciudadano puede interactuar libremente -ubicados en los límites longitudinales- luego, un espacio central dividido en tres sub zonas, donde mediante juegos lúdicos se contará la historia de la Cascarilla.
Los limites transversales están dados por la acera, donde se utilizan puntales de madera de colores en conjunto con los otros colores de la intervención y el actual sendero, que destaca como un instrumento público de tráfico -junto a un límite construido con neumáticos reciclados de color- adquiere una importancia fundamental en un paseo repleto de árboles.
La unidad viene representada en una intervención sutil a lo largo de todo el tramo, con la definición de espacios acotados mediante líneas con gravilla de color que generan un colorido especial al parque y un nuevo orden geométrico. Estos nuevos espacios, de dimensión más grata y doméstica, se van a formalizar a partir de los juegos lúdicos que emergen de las zonas verdes y que consiguen dar profundidad y escala.
