La llegada de la metodología BIM está suponiendo un cambio paradigmático en la forma de trabajo y colaboración entre los diferentes agentes del sector de la construcción a nivel mundial. En el caso de España, cada vez es mayor el número de empresas que usan y empiezan a beneficiarse de las ventajas que esta herramienta de modelado digital puede aportarles. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer y la completa implantación de esta nueva forma de trabajo va a requerir unos necesarios tiempos de adaptación y asimilación por parte tanto de la administración pública como del sector privado.
Hace unas semanas Ana Rojo, directora general de Producción e Ingeniería de Ineco, anunció que los proyectos para la construcción de los edificios públicos tendrán que estar hechos con metodología BIM de forma obligatoria a finales de este 2018 en España.
Ante esta noticia, la semana pasada tuvo lugar la reunión de la Comisión BIM del CSCAE con el responsable de esBIM.es - Comisión BIM del Ministerio de Fomento- Jorge Torrico, para establecer líneas de acción comunes y aclarar las incertidumbres que desde la profesión se están planteando con la transposición de la Directiva 2014/24/EU en cuanto a la implantación de la metodología BIM en España.
Recordemos que en el punto 4 del artículo 22 de dicha directiva se dice:
Para contratos públicos de obra y concursos de proyectos, los Estados miembros podrán exigir el uso de herramientas electrónicas específicas, como herramientas de diseño electrónico de edificios o herramientas similares
En este sentido, el secretario de la Comisión BIM del Ministerio de Fomento, trasladó la intención del Ministerio de Fomento de llevar a cabo una transición suave y “progresiva” en los requerimientos sobre BIM en las administraciones públicas y señaló que la obligatoriedad del empleo de los modelos de información en contratación pública no va a ser universal, sino que va a implantarse progresivamente y con diferentes ámbitos de aplicación.
Además, tal y como indica la nueva Ley de Contratos del Sector Público, se va a impulsar desde el Ministerio de Fomento que se valore la calidad del proyecto arquitectónico y, en consecuencia, el modelo BIM, cuando se contrate, será de forma complementaria y retribuida.
Por otro lado, se planteó la conveniencia de utilizar el Manual de Calidad del Proyecto Arquitectónico como base para la definición de los niveles de información de BIM. Este documento es de especial importancia para los arquitectos, ya que es un instrumento a disposición del proyectista para la redacción de Proyectos con un estándar para la organización de la información y la justificación del cumplimiento de la normativa, basado en el CTE y en la Ley de la Ordenación de la Edificación.
Este Manual de Calidad se articula como documento de referencia para el control del cumplimiento del ordenamiento jurídico y normativo aplicable a escala estatal y autonómica a los proyectos de edificación.
Por su parte, Lluís Comerón, presidente del CSCAE, ha subrayado la disposición de los arquitectos a asumir las nuevas tecnologías y ha reiterado la disposición del Consejo a seguir colaborando en la transición digital del sector.
Vía CSCAE.
