La pregunta inicial –y con esta la propuesta de discusión– remite al título original del artículo War-chitecture: ¿How guilty are architects in urban violence? por Tomas Beverina, uno de nuestros lectores que desde Argentina nos invita a reflexionar sobre la violencia urbana y nos da motivos para iniciar un debate aún más amplio y colectivo.
En este sentido, la violencia urbana tiene numerosas explicaciones, pero no debemos dejar de lado algunas causas de esta en relación a nuestra disciplina: la segregación socio-espacial, especulación inmobiliaria, gentrificación, localización forzada, degradación ambiental, destrucción del patrimonio cultural, disparidad en la proximidad al acceso de servicios, y deficiencia de los estados en la gestión, planificación y política pública urbana, supieron tener como resultado importantes conflictos territoriales y sociales.
Consecuencias: carencia de arraigo territorial y conexión social, no sólo tanto para relaciones entre una misma comunidad sino de cultura, género, política y religión, que sientan las bases y potencian las acciones de violencia urbana: acoso callejero, vandalismo hacia el espacio público, estrés e impaciencia en la vía pública -al volante-, violencia en las inmediaciones de los estadios cada vez que hay un partido de fútbol, quemacoches, delitos en la luz del día, represión, racismo, xenofobia, narcotráfico, etc.
Consecuencias y acciones que al mismo tiempo van alimentando cambios en la producción de la arquitectura y el urbanismo, tanto en las rejas por doquier, muros de separación y técnicas defensivas, como en la 'autosegregación' de los barrios cerrados. Hacia adentro, hacia lo privado, relacionándonos en lo individual y digital; y hacia afuera, en la mera circulación pública, altamente controlada por las cámaras de seguridad y por un diseño urbano que sólo admite recorridos rutinarios.
Queremos ofrecer a nuestros lectores la posibilidad de expresar abiertamente sus opiniones sobre el asunto. Si fuéramos más conscientes de las consecuencias de nuestras acciones en la construcción de la ciudad, ¿cambiaría la manera en que diseñamos? ¿Cuál es la forma de aproximarnos como arquitectos a este fenómeno? ¿Qué tan culpables son los arquitectos en la violencia urbana?
Dejamos la sección de comentarios para que compartan sus ideas sobre este tema, y las opiniones serán compiladas en un próximo artículo.
