Con el objetivo de impulsar formas más eficientes de aislar y proteger las envolventes de los edificios, el equipo chileno de Rootman ha desarrollado Thermoroot; un aislante biodegradable y 100% natural fabricado en base a raíces sin modificaciones genéticas ni aditivos químicos. Estas raíces conforman un Colchón Radicular (CR) que además de aislar térmica y acústicamente los muros, suelos y techos del edificio, entrega una altísima resistencia al fuego.
La fabricación de este colchón demora entre 10 y 15 días y se desarrolla al interior de cámaras aisladas, donde se produce el cultivo hidropónico de semillas de grano de avena o cebada, utilizando bandejas que definen el espesor requerido de las raíces. Este proceso de germinación puede realizarse en cuaquier clima y ubicación geográfica, dejando una baja huella ecológica al presentar requerimientos mínimos de energía y agua.
En cuanto a la resistencia frente a incendios, su aplicación en la envolvente de un edificio le entrega a sus habitantes un margen de 1 hora para abandonar los recintos antes de consumirse totalmente.
'El poliestireno tarda tres segundos en quemarse, la fibra de vidrio tarda 15 segundos y el poliuretano 1 minuto. El colchón radicular, en cambio, comienza recién a quemarse después de 60 minutos de exponerse a las llamas', aseguran sus creadores.
El producto ha sido patentado internacionalmente y puede sustituir totalmente a aislantes convencionales como el Poliestireno Expandido, el Poliuretano o la Lana Mineral, buscando convertirse en una alternativa efectiva frente a aislantes naturales de alto costo, aislantes sintéticos derivados del petróleo, o a otros de carácter tóxico, dañinos para el medio ambiente y la salud.