- Área: 200 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Adrià Goula
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Balfegó es el nombre una familia de pescadores de atún rojo de un pequeño pueblo en la costa catalana: cinco generaciones pescando atún rojo en el Mediterraneo. Balfegó es también a día de hoy uno de los mayores vendedores de atún a nivel internacional, además de una marca muy reconocida por los chefs de todo el mundo, y en especial por el gremio japonés. Sin embargo Balfegó es un nombre completamente desconocido para la mayoría de nosotros.
Con este punto de partida la familia Balfegó se acerca a EL EQUIPO CREATIVO. El brie ng del proyecto es diseñar un espacio gastronómico que promueva el atún rojo como producto de calidad, y al mismo tiempo dé a conocer la marca al cliente de a pie.
La Tunateca Balfegó, situada en una de las arterias de comunicación y representación más importantes de la ciudad de Barcelona, la Avenida Diagonal, es un espacio gastronómico dedicado únicamente al atún rojo. Además de degustarlo en mil y un formatos y elaboraciones diferentes, también se nos informa sobre diferentes aspectos del producto, desde su trazabilidad, hasta las diferencias entre sus diferentes partes y cortes.
El diseño interior pretende convertirse también en otro elemento de comunicación sobre el mundo del atún. Cada una de las diferentes zonas habla sobre algún tema relacionado con este producto y su pesca.
La sala azul
Así la sala principal, o sala azul, nos transporta a las profundidades del mar. Una gran cortina traslucida de 5 metros de altura desdibuja la forma del local para convertirlo en un espacio ondulado, orgánico, profundo. Dentro, tres grandes barras ovaladas con cuerpo de acero inoxidable y sobre pétreo oscuro nos recuerdan a grandes atunes nadando en el espacio, y articulan el espacio de restaurante.
La zona más activa es la gran barra de sushi de 5 metros de largo, donde los sushiman preparan sus elaboraciones frente a los clientes sentados en la misma. Las mesas, cuyos sobres de madera con formas orgánicas recuerdan a los cortes del atún, se esparcen alrededor de las barras a diferentes alturas, dando respuesta a los diferentes tipos de clientes y situaciones. Los asientos, con su interior rojo oscuro similar a la carne del aún, consiguen generar un contraste de colores interesante en este espacio azulado y profundo.
El otro gran protagonista es la gran familia de peces que parece sobrevolar sobre nuestras cabezas haciéndonos sentir aún más si cabe en el fondo del mar. Una exquisita puesta en escena a través de una iluminación orgánica, con sutiles movimientos y cambios en intensidad, consigue que la instalación cobre vida.
Las piezas cerámicas del pavimento, diseñadas especí camente para el proyecto y elaboradas por una familia de ceramistas locales, buscan crear, gracias a su forma trapezoidal y su color irregular, un fondo de mar adecuado al conjunto.
La sala de ronqueo
Ronqueo es el nombre que se le da al despiece tradicional y manual del atún. La empresa Balfegó lleva años celebrando sesiones de ronqueo públicas en diferentes puntos de la ciudad, eventos en los que participan numerosos chefs y profesionales del sector. El local debía de reservar una zona donde poder celebrar ronqueos puntualmente, y su diseño tendría que dar respuesta a necesidades muy específicas del evento, como una gran superficie de trabajo y una gran facilidad de limpieza.
Decidimos generar una envolvente cerámica que convirtiera la sala en un espacio limpio y aséptico, y al mismo tiempo hiciera referencia a otra de las partes del atún rojo, su piel de escamas brillantes de tonos azulados y plateados. Para ello diseñamos una pieza cerámica con forma trapezoidal y diferentes tonalidades, la cual colocada en paredes y suelos y generando degradados de tonos, consigue crear una atmósfera mágica y misteriosa.
Unas grandes cajas de color rojo oscuro sirven de contrapunto de color una vez más y conectan la sala con otros mundos, como la cocina, el exterior, o el mundo de la cultura alrededor del atún con libros de consulta accesibles a los clientes. El tono rojizo de la madera del techo, perforada para mejorar la calidad acústica de la sala, también ayuda a crear un contrapunto cálido a la piel de escamas cerámicas. Las forma y disposición de las mesas consigue una gran flexibilidad en la sala, ya que además de los ronqueos, la sala ha de permitir diferentes usos y situaciones, desde comedor abierto al público hasta eventos especiales, cursos, conferencias, etc.
Los reservados del altillo
En la segunda planta del local se sitúan dos pequeñas salas multiusos conectadas entre ellas, las cuales permiten albergan reuniones, pequeños eventos o comedores más íntimos. La materialidad del espacio se inspira en esta zona en la carne del atún. Para conseguirlo utilizamos una madera de tonos rojizos intensos, con la veta muy marcada y colocada en paredes, suelos y techos, creando una vez más una atmosfera que nos envuelve y transporta a un nuevo lugar, un espacio muy cálido y acogedor. La perforación de la madera en techos y paredes consigue convertir este material en un perfecto panel acústico, lo cual acentúa la sensación de comodidad y bienestar.
El contrapunto material lo dan unos paneles metálicos dorados, los cuales funcionan como paneles correderos que esconden pantallas y abren o cierran los espacios, consiguiendo el grado de intimidad necesario en cada sala dependiendo de las necesidades. Pero los protagonistas indiscutibles de estas salas son unas grandes mesas de madera rojiza que dibujan, de forma sutil, una espina dorada.