Tras recibir 78 propuestas de oficinas españolas e internacionales, el Jurado del concurso Driehaus ha presentado los diseños que recuperarán el patrimonio arquitectónico de tres localidades en distintas latitudes del país: Vejer de la Frontera (Cádiz), Grajal de Campos (León) y Jaca (Huesca).
El equipo liderado por Juan Moya Romero ha sido el ganador en Vejer de la Frontera con la propuesta “Abriendo a cal y canto”, un nuevo barrio de edificios escalonados en el borde occidental de la ciudad, del cual el Jurado destacó su "respeto por el paisaje y la herencia histórica".
Mientras los vascos Imanol Iparraguirre y Aritz Díez hicieron lo propio en Grajal de Campos con "Lázaro", una propuesta de reconfigurar edificios de la plaza mayor para dedicarlos a viviendas y locales comerciales públicos. Por otra parte, el veredicto del certamen de Jaca fue declarado desierto por el jurado.
Además de los ganadores, se ha premiado con 2.000 euros a seis proyectos que también formarán parte de la exposición, abierta al público, que mostrará las propuestas ganadoras en las Arquerías de Nuevos Ministerios en Madrid del 14 de Junio al 22 de Julio.
El jurado, formado por representantes del Ministerio de Fomento, el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, el Consejo Superior de Arquitectos de España, INTBAU (International Network for Traditional Building), las alcaldías de las tres localidades y del Premio Rafael Manzano, valoró la calidad y viabilidad de los proyectos.
Grajal de Campos
Grajal es un municipio amenazado por su progresiva despoblación y consiguiente ruina de muchos de sus edificios. Posee, sin embargo, un enorme patrimonio cuya supervivencia futura está ligada la evolución de su población. El concurso plantea recuperar parte de los edificios que antaño conformaban su plaza para aportar viviendas y locales comerciales públicos que puedan alquilarse a bajo coste para atraer nuevas generaciones de pobladores al lugar. Además, se propone recuperar el Palacio de los Condes de Grajal, que podría albergar, entre otros usos, un hotel que pudiera contribuir al objetivo buscado.
La propuesta ganadora del primer premio, dotado con 12,000€ ha sido la de Imanol Iparraguirre Barbero y Aritz Díez Oronoz, dos jóvenes arquitectos vascos. Su proyecto, titulado “Lázaro”, busca devolver a este bello emplazamiento leonés la vitalidad perdida.
Con el fin de reactivar su Plaza Mayor, reconfiguran este espacio con nuevas viviendas y locales comerciales, transformando también el acceso al Palacio desde la misma. Además, recuperan la antigua fuente que había sido siempre el punto de reunión de los vecinos. La restitución de este elemento fundamental de la memoria colectiva del lugar fue muy celebrada por el jurado, y en especial por el alcalde de Grajal, quien también formó parte del mismo. El Palacio también recobra su imagen y sus jardines y es interiormente modificado para albergar nuevos usos. Su ala oriental se dedica a alojamiento turístico y recupera la galería de madera que presidía el jardín antes de su ruina. .
El jurado alabó el respeto mostrado por la historia del lugar, así como la elección de diseños, técnicas constructivas y materiales propios de la zona, lo que podría generar mayor empleo y de mejor calidad entre los artesanos de la región, , potenciando y realzando además la particular identidad de Grajal de Campos.
Por la elevada calidad del resto de propuestas presentadas, el jurado ha concedido también tres menciones de honor a las propuestas tituladas “Graliare”, de los arquitectos Xavier Espinós Bermejo, Estefanía Fernández-Cid Fernández-Viña, Lucía Espinós Bermejo y Rodrigo Toro Sánchez, por su atención a la recuperación de los oficios de la construcción local y la economía que éstos podrían generar; “Campos de Tierra”, realizada por el estudio Wabi-Sabi (Laura Bacete Cebrián, Raúl Cubo Contreras, Alejandro Domínguez Rueda, Andrea Figueroa Chaves y Pablo Navas del Peral), que realizaron un análisis exhaustivo de la arquitectura local para su aplicación en el diseño propuesto; y “Tierra de Caminos”, del equipo compuesto por los arquitectos Javier de Mingo y Carmen Bueno, del que se destacó el cuidado por potenciar la identidad local y la belleza de la solución planteada.
Vejer de la Frontera
Lo propuesto por Vejer de la Frontera tiene por fin dar dar una solución acorde con el paisaje local para el nuevo desarrollo urbano que está previsto para el límite occidental de la localidad, una loma coronada por un conjunto de molinos de gran importancia visual, por constituir el frente del municipio llegando a él desde Cádiz. Se buscaba por ello que la propuesta ganadora sirviera para orientar esta ampliación, articulándose con ella una zona hoy algo degradada y poco transitada, y realzándose al mismo tiempo el reconocido carácter de Vejer, con sus blancos volúmenes apiñados sobre verdes colinas.
La propuesta seleccionada por el jurado para el primer premio ha sido la titulada “Abriendo a Cal y Canto”, del arquitecto granadino Juan Moya Romero, realizada junto a sus colaboradores Sara Lobón Ruiz, Luis Tovar Timmerman, Víctor Rejón Terrones y Víctor Manuel Jiménez Sánchez. Plantean en su diseño un conjunto que representa las muchas cualidades de la tradición arquitectónica vejeriega: un compacto núcleo escalonado de edificios encalados que se extiende orgánicamente a los pies de los molinos, procurando siempre que éstos no pierdan el protagonismo del que han gozado durante siglos, caracterizando siempre con ello este perfil de la población.
Las tres menciones de honor han recaído en el equipo de Abelardo Linares del Castillo-Valero y Elena Jiménez Sánchez, quienes, haciendo magistral uso de una exuberante arquitectura gaditana, proponen la creación de varias plazas públicas en torno a los molinos existentes; en Nuria Prieto González, con una propuesta que destaca por la forma en que logra mitigar el impacto visual que esta ampliación pudiera tener por medio de un sistema aterrazado; y en el prestigioso estudio norteamericano Fairfax & Sammons Architects, quienes desplegaron su talento en la configuración de atractivas manzanas de marcado carácter local.
El concurso de Arquitectura Richard H. Driehaus es un concurso internacional dirigido a promover la práctica de una arquitectura y un urbanismo que preserven y den continuidad a las tradiciones locales. Ha sido organizado por INTBAU (International Network for Traditional Building Architecture and Urbanism), el Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, el Premio Rafael Manzano Martos y el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.
