- Área: 324 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Adrià Goula, Carlos Muntadas
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Proveedores: Carinbisa, Euronit, Rothoblaas, Stora Enso, Zania, Zehnder
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Durante el proyecto, en todo momento se persiguieron 2 premisas básicas; la primera era conseguir una vivienda en que la mayor parte del programa se desarrollara en planta baja con una clara relación con el jardín y el entorno. La segunda, crear una vivienda respetuosa con el medio ambiente, concebida bajo el estándar Passivhaus, de muy baja demanda energética y donde se utilicen procesos constructivos basados en la construcción en seco.
La estrategia de implantación fue la de generar un edificio en forma de L, cerrándose respecto a las edificaciones vecinas al tiempo que abriéndose hacia el jardín, aprovechando el soleamiento natural y las buenas visuales.
La solución volumétrica fue simple, con dos prismas rectangulares en planta baja se generaba la planta en forma de L, y un tercer prisma en planta primera nos unía los dos volúmenes anteriores.
Para poder desarrollar la mayor parte del programa en planta baja, se optó por agotar al máximo la ocupación del solar y dividir el programa dejando todas las zonas de servicios en planta sótano y distribuir las estancias de la vivienda en planta baja. De esta forma se consiguió simplificar su uso y minimizar las circulaciones entre los diferentes espacio.
Así, el volumen situado en la parte interior contiene el programa privado (habitaciones y cuartos de servicio) y el otro la parte pública como son la sala-comedor y cocina. Los dos volúmenes se ligan a través del núcleo de comunicaciones verticales y de un tercer cuerpo en planta primera que contiene el estudio.
Finalmente un cuarto elemento en forma de pérgola es el encargado de atar volumétricamente todo el conjunto.
En el proceso de concepción se tuvo muy en cuenta los aspectos medioambientales y de eficiencia energética, como es el aprovechamiento de la radiación solar que permite cubrir la demanda energética con una fuente limpia y gratuita. El diseño, con grandes aleros a sur, nos permite en invierno aprovechar el calor del sol para calentar la vivienda, en verano, al contrario, nos protege para evitar un sobrecalentamiento de la misma.
La materialización del proyecto se gesto con la clara voluntad de conseguir una construcción sostenible. El uso de materiales naturales nos permite que el 80% de los empleados puedan ser reciclados.
La parte estructural (forjados y paredes), son paneles de madera contralaminada CLT. La tecnología de control numérico empleada para los elementos estructurales permite tener un control mucho más elevado del producto acabado ya que se realizan en taller y posteriormente se transportan a la obra para ser ensamblados.
Una buena envolvente térmica y el control exhaustivo en obra para minimizar las pérdidas energéticas, añadido a un sistema de recuperador de calor que nos permite transferir gran parte del calor que transporta el aire interior al aire de renovación exterior, hace que el aporte extra de calor sea muy bajo, generando así una demanda energética muy baja.