A medio camino entre el Río Grande al norte y ese colosal que es el DF hacia el sur, Zacatecas es un oasis en el desierto chihuahuense de México. Como herencia de una próspera economía sustentada en la explotación de plata, su centro histórico despliega una arquitectura barroca y colonial acomodada a los pliegues del valle.
En este oasis de cielos azulados y nubes espumosas se realizó a comienzos de noviembre el XXXI ELEA Norte, el encuentro latinoamericano de estudiantes de arquitectura organizado por CLEA Latinoamérica que en esta edición reunió a 350 estudiantes provenientes de 15 países, desde México hasta Bolivia, pasando por Centro América, el Caribe, Sudamérica y la comunidad latina en Estados Unidos. Con actividades repartidas en distintos puntos de la ciudad, estudiantes, conferencistas y talleristas repletaron Zacatecas en medio de las celebraciones locales por el Día de los Muertos, una masiva corrida ciudadana y un festival de teatro callejero que tomó el relevo una vez que el ELEA finalizó.
El tema de esta edición fue “Arte + Arquitectura” y los talleres estuvieron liderados por una generación de arquitectos y artistas que tienen claro que el camino latinoamericano es rico en lenguajes, materialidades y posibilidades. Nos referimos a ENSUSITIO (Ecuador), Natura Futura Arquitectura (Ecuador), Colectivo Arrabal (México), STVX (México), Mario Figueroa + Leticia Tamisari (Brasil), Edward Chuquimia (Perú), Eder Castillo (México) y Christian del Castillo (México), entre otros.
Durante una semana, los talleres discutieron, diseñaron y construyeron sus intervenciones en distintos puntos de Zacatecas: mientras Colectivo Arrabal levantó en el Museo Zacatecano una pirámide invertida referenciando la cosmovisión de las culturas prehispánicas en México; Enrique Villacís (ENSUSITIO) y el artista Eder Castillo mapearon el lado oscuro (pero real) de Zacatecas con la técnica de la xilografía en un rollo desplegable que se entregó a residentes, turistas y estudiantes.
José Fernando Gómez y Fausto Quiroz (Natura Futura Arquitectura) lideraron una serie de intervenciones en el centro histórico como "una excusa para el acercamiento y confrontación del espíritu latinoamericano" y Óscar Hernández (STVX) llevó a sus estudiantes con cámara en mano a explorar la ciudad cotidiana, esa que permanece invisible hasta que alguien la encuadra.
En una época en que las conferencias no se llenan, pocos han entendido que la mera repetición de información ya disponible en internet vuelve necesario replantear su estructura y propósito, siendo capaces de reconocer cuál es la real ventaja de contar con un expositor frente a una audiencia. En ese sentido, ELEA ha empujado a que los conferencistas, talleristas e invitados extranjeros no se limitan a hablar, sino también compartan sus experiencias (y crean nuevas) con los estudiantes y la comunidad local. "Vemos que haber podido compartir toda la experiencia con los estudiantes y que ellos descubran más allá de la superficie de la ciudad es lo más importante", plantea Enrique Villacís.
Agradecimientos a Yekselly Méndez, Daniel Flores, Miguel Cervantes, Montse Quintanar y Claudia Hinojosa.
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