- Área: 150 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Nicolás Pérez de Agustín
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Proveedores: Cassmabelle, Grupo Closet, HSDecor
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda está localizada en un edificio de los años 60 en el exclusivo barrio de Almagro en Madrid. Antes de la renovación presentaba una secuencia estática de estancias con un largo pasillo oscuro y un área de servicio separada con acceso independiente.
El desafío principal fue convertir la configuración cerrada y estática en una abierta y dinámica que pueda generar más luz natural, más fluidez espacial y más interacción entre los habitantes.
Al abrir la zona de servicio y convertirla en parte de la casa, una habitación más grande se abre a un pasillo más reducido mientras que la cocina se expande a través de una puerta de vidrio en una segunda zona de bar, más lúdica y social.
El vestíbulo, tras pasar por una zona de guardado y un aseo, desemboca en un filtro de listones de madera que permite entrever la zona de comedor y estar. Completando el conjunto en madera, el bar proporciona un cálido recibimiento al visitante.
El volumen del bar tiene continuidad formal con un elemento singular vertical que aloja una pequeña chimenea de un lado y una biblioteca del otro. Este objeto central juega el papel de pivote, creando una atmósfera confortable y acogedora, relacionando el espacio de comedor, el de estar y el de trabajo.
Para reforzar esta idea de interacción, la zona privada se accede a través de una puerta corredera ‘escondida’ donde empieza el pasillo que permanecerá generalmente abierta. El suelo de madera dentro se pliega y sube por la pared del fondo y se pliega otra vez como falso techo intensificando la idea de continuidad.
En cada dormitorio el plegado del suelo continúa en la pared detrás de las camas hasta una altura menor formado los cabeceros. Continuando con el mismo material del interior, el balcón también está realizado en madera plegándose por el interior del parapeto. Gestos similares se generan con el plegado del bar de madera y los listones verticales que crean el filtro en el vestíbulo de acceso.
En el dormitorio principal, el baño está cerrado con un vidrio recubierto con un vinilo traslucido que también da la percepción de fluidez.
La idea de hacer difusos los límites entre estancias mejora la iluminación natural y promueve un espacio más dinámico a través de la vivienda.