El dibujo ofrece la posibilidad de conectarse con los más variados espacios de nuestras ciudades y con lo que allí ocurre.
Esta práctica, muy común entre los estudiantes de arquitectura, y también ilustradores, diseñadores y aficionados, es la que recoge en su más reciente libro el arquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Católica de Valparaíso, David Jolly Monge.
Titulado “La Observación: el urbanismo desde el acto de habitar”, este libro es presentado por su autor como “una colección de observaciones que dicen desde la detención que provoca dibujar un croquis: Qué es habitar”, según señala a Plataforma Urbana.
A través de sus páginas nos invita a conocer 95 escenas cotidianas que transcurren en 21 lugares chilenos y de otros países*, entre ellas Valparaíso, Viña del Mar, Ciudad Abierta, Santiago, Villarrica, Atenas, Barcelona y París.
Cada una de estas escenas que desde la perspectiva del auto pasan a ser observaciones, está representada por un croquis y acompañada por una breve reflexión que permite interpretar el dibujo sobre el que David plantea que “permite una abstracción que vincula espacio, acto y palabra. Y lo contemplado puede llegar a ser el fundamento de la obra de arquitectura”.
El momento en que se realizan los dibujos puede ser cualquiera. En este sentido, David dice que “la observación no sigue ningún criterio preestablecido, sino que obedece a estar dispuesto a detenerse por algo que llama nuestra atención y luego aventurarse a verlo por medio del dibujo hecho ahí mismo. Una vez me detuvo, por ejemplo, la luz del sol sobre las hojas de un árbol, o una mirada de quien habla en un café, o la belleza de la lejanía ante el horizonte del mar… cada una es cada vez. Es ejercer la capacidad de asombro ante lo que nos rodea”.
Más de alguno a quien les gusta el dibujo se debe preguntar cuál es el mejor momento para realizar un croquis. Según nos cuenta David, para él “dibujar es, salir a dibujar, aunque lo haga dentro de mi casa; es salir de lo habitual con el mero artificio del dibujo. Viajar es una ocasión para dibujar, y también lo es cualquier momento en que la mirada se asombra con lo que tenemos delante. Por eso siempre tratamos de andar con un cuaderno con hojas en blanco, lápices o una pluma, por si reparamos en algo, toda ocasión es favorable”.
Si bien cada una de las observaciones del libro nace dentro de una rutina personal, el alcance de sus dibujos es para todos, sean dibujantes o no.
Por esto sostiene que “publicar las observaciones tiene al menos un doble sentido, lo que en ellas se repara puede abrirle al lector una conciencia del mundo que habita. Y también quiere ser un estímulo para los arquitectos y estudiantes de arquitectura, a abrir la realidad habitable por medio de la contemplación del dibujo, que no es reemplazable por otros medios como la fotografía o la filmación”.
Esta publicación fue editada por Ediciones Universitarias de Valparaíso y se puede conseguir a través de este link. Además, en un mismo ejemplar, está disponible la versión en español e inglés, esta última durante realizada por la arquitecta y académica de la Universidad de Cambridge, Mary Ann Steane.
En la siguiente galería los invitamos a leer algunas de las observaciones del libro con su croquis correspondiente.