- Área: 1200 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Daniela Galdames
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Proveedores: Nuprotec, CHC, Contemporary Glass Designs, European Windows, Limarí Lighting Design, Mathiesen, Tecpro
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Un templo de luz que expresa una fe inclusiva está a punto de convertirse en un punto de referencia en Chile. Ubicado en las faldas de la Cordillera de los Andes, más allá de la metrópoli de Santiago, el complejo templo curvo ha sido diseñado por el arquitecto canadiense Siamak Hariri, como una invitación a la contemplación espiritual y la peregrinación arquitectónica.
Rodeado de espejos de agua y un paisaje de pastos nativos, el Templo Bahá'í de América del Sur es una estructura en forma de cúpula, luminosa, que hace eco de la topografía ondulada de los Andes, y que parece flotar unos 30 metros por sobre la tierra. Sus nueve velos de vidrio monumentales enmarcan un espacio de culto abierto y accesible, donde se pueden acomodar hasta 600 visitantes en asientos de cuero y madera de nogal curvada. Mirando al óculo central, en el vértice de la cúpula, los visitantes experimentarán una transferencia fascinante de la luz desde el exterior del vidrio fundido a un interior de mármol portugués translúcido. Al ponerse el sol, la luz capturada dentro de la cúpula pasa del blanco al plata, al ocre y al púrpura.
Luego de catorce años de trabajo, la casa de adoración sudamericana representa el último de los ocho templos continentales que se levantaron como parte de una notable cartera de arquitectura sagrada, encargado por la Comunidad Bahá'í.
Sin ritual o clérigos, sin iconos o imágenes, los Templos Bahá'í están concebidos para reflejar un ideal de culto universal, donde hombres, mujeres y niños pueden reunirse como iguales. Los Bahá'ís creen en el papel fundamental del voluntariado (conocido como servicio) para aumentar su oración y reflexión dentro de una casa de adoración. Con el tiempo, las universidades y los hospitales se han erigido a las cercanías de los templos. En Chile, la conexión con la comunidad ha inspirado la reutilización de un casa club de golf existente en la propiedad para un centro educativo para jóvenes.
La apertura y la transparencia son fundamentales tanto para la estructura como para su sitio. La casa de adoración Bahá'í se puede acceder por nueve entradas situadas en intervalos regulares alrededor de la estructura en forma de cúpula, mientras que caminos curveados conducen a los visitantes a caminatas de meditación a través del paisaje en pendiente. El aclamado arquitecto paisajista chileno, Juan Grimm, ha transformado un campo de golf estéril en un colorido paisaje exuberante con distintas variedades de plantas nativas resistentes a la sequía, que se extienden generosamente alrededor del templo. De acuerdo con el diseño paisajístico de Grimm y trabajando en colaboración con el Ayuntamiento de Peñalonen, los Bahá'ís están plantando árboles nativos Quillay para apoyar al programa ambiental "Crece Verde". En total, más de 6000 árboles se han plantado o están creciendo en un vivero establecido para el paisaje del templo.
Los visitantes a este espectacular lugar se sorprenderán primero por la épica escala de la cordillera de los Andes. De camino por las escaleras de piedra hacia la Casa de Adoración, los visitantes sentirán los jardines que rodean al templo. En un momento del sendero, el templo desaparece momentáneamente solo para reaparecer junto a un monumental espejo de agua. De pie junto al templo, los visitantes apreciarán la compleja sutileza del revestimiento exterior en vidrio fundido que recuerda la estructura de los copos de nieve.
Este predio montañoso era de difícil acceso. Para abrir la Casa de Adoración a todas las personas como un lugar de oración y meditación, los Bahái’s han invertido significativamente para construir una nueva vía al sitio, permitiendo un fácil acceso para los santiaguinos. Respecto al proyecto, el senador chileno Francisco Chahuán dijo: “No tengo dudas que este lugar está destinado a ser un centro de oración, meditación y encuentro, que invitará a todos los vecinos de Peñalolén y todo el mundo a buscar un lugar de tranquilidad e introspección”.
Diseñar una estructura tan compleja y variada como la naturaleza requiere la más avanzada tecnología computacional. Liderados por Siamak Hariri, el equipo de Hariri Pontarini Architects creó su propio sistema de renderización para el escultural edificio, utilizando la fabricación digital para crear formas altamente irregulares y orgánicas en vidrio.