Para conmemorar el 50 aniversario de Piscinas de Marés (Piscinas en la playa) de Alvaro Siza Vieira en Leça de Palmeira, Portugal, el fotógrafo Fernando Guerra nos compartió una interesante serie fotográfica.
El joven Álvaro Siza Vieira, entonces de 26 años, fue convocado para realizar el proyecto de las piscinas de agua salada a lo largo de la costa de Leça da Palmeira en Matosinhos, Portugal. La construcción, que se completó en 1966, se compone de vestidores, una cafetería y dos piscinas, una para adultos y otra para niños; y se convirtió en uno de los proyectos más reconocidos de Siza Vieira, clasificado como Monumento Nacional de Portugal en 2011.
El diseño aprovecha las depresiones naturales del terreno rocoso e incrusta cuencas de agua salada. Las piscinas llegan al océano y se mezclan con otras formaciones naturales presentes a lo largo de la costa de Matosinhos. Los volúmenes están integrados al paisaje, se ocultan y se enmarca en ocasiones, pero claramente destacando la intervención humana dentro del sitio natural. Siza creó un contraste deliberado entre las piedras orgánicas y la fuerte geometría de su arquitectura.
El edificio está dispuesto paralelamente a la calzada, dejando el horizonte completamente despejado de la carretera. El acceso a las instalaciones es a través de una sutil rampa que esconde gradualmente la vista del tráfico y el océano. Esta transición entre la carretera y el mar se destaca como una experiencia sensorial; a medida que se viaja por la pasarela, el océano se vuelve cada vez menos audible. Al salir de los vestidores, se entra en una serie de plataformas y de nuevo el agua se convierte en el punto de vista dominante, aparecen las piscinas entre el vasto océano y el complejo. Formado por bajos muros de hormigón, las formaciones rocosas naturales se encuentran dispersas a lo largo de los bordes de las piscinas que se funden con el horizonte del océano. Esta vaguedad intencional difumina la comprensión real del límite creado, y visualmente aumenta la longitud del espacio.
El complejo es de concreto, con vigas de madera. El tono del concreto utilizado es ligeramente más claro que las rocas del suelo, mostrando así la presencia del hombre en el medio natural. Las cubiertas son de madera, recubiertas de placas de cobre en pantallas de asfalto.
El 50 aniversario de la construcción se está celebrando con un proyecto de restauración, con intervenciones sencillas en el edificio que permanece en uso. Además, habrá una presentación del libro "Piscina na Praia de Leça - La piscina en la playa", con dibujos, fotografías, recuerdos y textos de Siza, así como otros autores.
Conoce más detalles del proyecto completo, después de la galería.