La Sociedad Central de Arquitectos SCA -como entidad organizadora- y el Instituto de Vivienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (IVC) convocaron al “Concurso nacional de anteproyectos para la relocalización de viviendas sobre el Riachuelo - Barrio ORMA”. El objetivo del llamado era la formulación de un anteproyecto para viviendas que serían destinadas a la relocalización de las familias de la Villa 21-24, afectadas por la contaminación del Río Matanza – Riachuelo en Argentina.
El jurado otorgó una mención honorífica a la propuesta de los arquitectos Javier Arrieta, Jose Pablo Benitez, Bruno Mercado y Gonzalo Perrote. Revisa el proyecto a continuación.
Descripción por los arquitectos. Varias son las condiciones que definen una villa, pero, desde la dimensión técnica que nos compete podemos sintetizar la problemática en 2 aspectos que confluyen en un problema integral, la dimensión jurídica y urbanística.
En términos generales la problemática de acceso a la tierra traducida en la informalidad sobre la ocupación del suelo, desnuda una seria discusión sobre dominio y tenencia, y por otro lado la consecuente falta de planificación y ordenamiento territorial que se expresa en las laberíntica y cambiante trama de acceso y circulación, la espontaneidad y velocidad de los procesos de transformación de los “espacios comunes” por el avance de las construcciones informales y clandestinas sobre los pocos vacíos existentes “espacios públicos comunitarios” buscando el máximo aprovechamiento del suelo, caracterizado por altísimos porcentajes de densificación en detrimento de condiciones saludables de hábitat social, por reducción de espacios comunes de sociabilización y de condiciones de hábitat caracterizados por hacinamientos, tugurizacion, la falta de infraestructura y servicios sanitarios sociales básicos, por falta de espacios públicos entre otros.
El vacío como premisa de diseño, de lo individual hacia lo colectivo.
Frente a las alternativas de la vivienda individual “lote a lote” y la colectivización de los espacios edificables. El dominio y la distribución del vacío como punto de reflexión sobre la problemática del hábitat social fueron los detonantes y puntos de partida del proceso de abordaje e Intervención en el territorio.
La distribución del 30% del terreno designado sin ocupar, previstos en el F.O.S., de manera Colectiva y no Individualmente “lote a lote” permite un control público de la superficie construida así como de la superficie no edificable y garantiza el cumplimiento de esta norma de regulación urbana, del control frente a la clandestinidad del “avance hormiga” de la construcción irregular (en la gran mayoría de los casos carente de condiciones de salubridad adecuadas), además de contener el avance de la cementización descontrolada sobre un área de cuenca urbana media-baja y próxima al curso de agua y valle de inundación de la misma, garantizando proteger y conservar, la necesaria superficie de suelo permeable y las condiciones optimas para el proceso de resilencia ambiental sobre un corredor de biodiversidad como es el de la cuenca Matanza-Riachuelo, planteados en el Plan Urbano Ambiental.
Es por ello que, la propuesta, desestimo la idea de distribución individual de la superficie libre de edificabilidad, como es el caso de la vivienda “lote a lote”, dado que sería muy complejo controlar a futuro la irregularidad sobre el crecimiento de la construcción por demás del área edificable regulada por la norma y del avance sobre la superficie descubierta, generando condiciones de hábitat indeseables e insalubres (anulando ventilaciones, ingresos de luz, etc.).
Frente a lo antes señalado el proyecto pretende a partir del diseño como pieza urbano arquitectónica, absorber y de este modo regular, naturalmente esta serie de situaciones críticas (no deseadas) que se dan en la informalidad de los asentamientos, propios de la lógica de la tugurización y la alienación informal-social y dado por ocupaciones en espacios vacantes, intersticiales, en espacio en riesgo físico funcional permanente (áreas inundables, riveras erosionadas), en espacios libres en condiciones insalubres (ventilación, asoleamiento directas) que se van repitiendo y que estructuralmente se van tipificando en el tiempo como practicas cotidianas en los espacios de la informalidad y la clandestinidad deteriorando las condiciones de hábitat indispensables y socialmente básicas, a partir de cancelar desde el criterio de intervención de conjunto todo tipo de espacios con características potenciales para este tipo de práctica informales de construcción urbana fuera de la flexibilidad tipológica espacial definida por el proyecto.
Es por ello que, como criterio de intervención y ajustándonos al volumen edificable solicitado, se decidió resignar, cualitativamente y cuantitativamente, sobre el programa original, el total de viviendas (solicitados por programa), para redefinir el programa contemplando una realidad propia del hábitat social como es la vivienda con ampliación ya sea, por futura ampliación por adición tipológica espacial , así como contemplar la flexibilidad en el marco de la economía social con la posible ocupación para un taller productivo familiar de microemprendimiento o bien para la apertura de comercio en el caso de planta baja (concepto de vivienda evolutiva y adaptable).
De este modo desde el diseño de conjunto, se previeron espacios insinuados estratégicamente y debidamente estudiados desde su vinculación funcional-tipológica, asegurando las condiciones de asoleamiento, ventilación e iluminación natural directa al exterior para estas áreas de potenciales ampliaciones y/o ocupaciones futuras.
Definir el tejido urbano, ordenar la calle.
El proyecto se estructura longitudinalmente al norte sobre la continuidad de una extensa calle (calle Orma), y la sur sobre la apertura de un pasaje peatonal público con frente al Riachuelo, pasaje continuo que consolida un nuevo frente urbano en relación al futuro Parque Urbano Riachuelo y que permite despegar el volumen edificable de la línea de edificación medianera de una serie de lotes que si bien se encuentran afectados por la nueva línea definida por el camino de sirga (Código civil Ley N°26994) son de dominio privado para lo cual no es factible de ser tomados como frentes de desarrollo de fachada sobre línea de edificabilidad.
Trasversalmente la propuesta se va definiendo a partir de una serie de pasajes públicos intermedios de escala barrial que cortan transversalmente el extenso volumen, permitiendo recomponer la idea de tejido urbano de escala residencial perdida por la lógica industrial del proceso de desarrollo histórico del sector urbano que se retoma como idea para desarrollar esta complejísima operación urbana definida por esta nueva pieza urbana que pretende absorber la sinergia de una trama urbana en damero y escala industrial, con un nuevo programa de relocalización barrial de escala residencial en una situación de fuelle entre el entorno natural con un paisaje orgánico particular y un entorno de borde urbano edificado y sumamente rígido.
El perfil urbano del conjunto se va definiendo a partir del recorte volumétrico que van generando a lo largo del proyecto, donde la consecución de accesos a ambos frentes longitudinales del conjunto, los locales comerciales dispuestos en los vértices externos de cada volumen y una serie de vacíos intermedios sobre planta baja que se van proyectando como espacios propios de las tipologías de tramo, que pensados como potenciales de flexibilidad tipológicas para cada unidad de vivienda familiar de 3 ambientes, donde recuperando el concepto de hábitat social, como posibles espacios de ampliación tipológicas, sea como espacios para talleres productivos familiares, para micro emprendimientos sociales familiares o como posibles locales comerciales vinculados a la vivienda.
Este recorte, proyectado de forma simétrica en los niveles superiores permite consolidar un perfil urbano alternado entre llenos y vacíos sobre la horizontalidad del conjunto, así como reinterpretar la heterogeneidad propia de la lógica de construcción de la escena urbana de nuestras ciudades latinoamericanas, a través de sus cortes y recortes, su lectura de llenos y vacíos que van construyendo los sucesivos capítulos de la vida urbana.
Proceso de diseño: La pieza urbana lograda.
Frente a la idea de recomposición del tejido y consolidación de la trama urbana, el planteo se define a partir de tres manzanas interconectadas por una trama de sostén definido por 2 pasajes transversales y una plaza que consolida la idea de esquina como espacio de reunión eh integración social, como “espacio público” de confluencia de verdadera escala barrial.
Cada esquema de manzana se define a través de un sistema de transición por escalas progresivas desde lo público urbano a lo publico controlado (cada unidad de gestión). Donde cada escala abordada va definiendo los distintos espacios comunitarios de la propuesta.
Espacios comunitarios de aproximación social.
- de 1er grado, Espacio Urbano_ definido por la relación de esta pieza urbana en su situación de fuelle entre el tejido urbano construido (área industrial) y la cuenca urbana Matanza – Riachuelo
- de 2do grado, urbano barrial (plaza esquina, pasajes intermanzanas)_ redefine el tejido social urbano de escala industrial a una escala barrial - residencial definiendo un nuevo perfil urbano de borde hacia el futuro parque corredor urbano riachuelo
- de 3er grado, el patio central, compuesto por 2 consorcios_ espacio comunitario controlado de acceso restringido por cada unidad de gestión y definido a partir de 2 unidades de consorcio, primera aproximación a escala vecinal.
- De 4to grado, expansiones en terrazas superiores propias de cada consorcio._ espacio comunitario de relaciones directas que promueven la convivencialidad y buscan afianzan los vínculos de solidaridad y encuentro social perdidos en el esquema tradicional individual de urbanización “lote a lote”.
A partir de un simple proceso de sustracción sobre el volumen original se logra sintetizar la potencia ofrecida por la sinergia entre el marco particular que nos ofrece este rincón de la ciudad, su paisaje natural y construido y las distintas escalas conviviendo, desde lo domestico a lo urbano, pasando por la densidad industrial y el contraste de las vacancias urbanas.
A partir de estas operaciones sobre el volumen edificable, la masa construida, se va desmaterializando gradualmente sobre los niveles superiores abriendo tajos desde el norte hacia el sur buscando el mayor asoleamiento, las visuales largas y abiertas al paisaje, las ventilaciones cruzadas y el mayor aprovechamiento de la iluminación cenital bañando los patos centrales, ofrecida por un contexto de baja densidad y altura, producto de un entorno dominante de arquitectura industrial de baja altura, que nos define un perfil urbano dominado por la horizontalidad, la monotonía rítmica y repetitiva, las perspectivas largas y pronunciadas y un paisaje urbano definido por grandes gestos, el corredor de la cuenca del riachuelo y la potencialidad de un parque lineal urbano para tejer nuevas estrategias de costura social-urbana sobre las huellas de una tristísima memoria colectiva.
