El siguiente es el ensayo desarrollado por Javiera Uriarte como encargo final del curso "Historiografía de la Arquitectura Moderna" del Programa de Magíster en Arquitectura/MARQ de la Pontificia Universidad Católica de Chile, a cargo de los profesores Gonzalo Carrasco Purull y Oscar Aceves Alvarez durante el primer semestre del 2016.
La historiografía de esta obra comienza con “Mi casa en Michaelerplatz” [2], la publicación de Adolf Loos donde relata las controversias vividas antes, durante y después de la construcción de la obra, además de esclarecer cuales fueron las decisiones tomadas a la hora de proyectar. Este documento, fue por largo tiempo, el único escrito al cual recurrir en busca de información y detalles sobre ésta. Para comprender mejor la presencia de Loos en la Historiografía, hemos clasificado tres periodos de tiempo, que llamaremos: “El silencio”, “El rescate” y “Una justa medida”.
El primero de estos - “El silencio”- abarca desde la construcción de la obra hasta finales de la década del 50´. Este periodo, se caracteriza por ser un largo silencio historiográfico en torno a Adolf Loos. De los grandes historiadores de este periodo, son contados con las manos los que indican apenas su nombre, y aún menos los que mencionan la obra estudiada. Un ejemplo de estos escasos historiadores es Nikolaus Pevsner, en donde excepcionalmente en tres de sus libros hace alguna pequeña referencia, tales como que Michaelerplatz es “post-historicista”[3], o que “diseñaba edificios y sus interiores con un estilo tan vanguardista y tan actual como el de Perret” [4]y concluyendo curiosamente, dadas las pocas palabras dedicadas al arquitecto, que Loos es uno de los más grandes creadores de la arquitectura moderna [5]. De igual manera Sigfried Giedion[6], lo menciona como referente a determinados momentos históricos, pero no dedica ninguna palabra a la obra estudiada.
Por otro lado, Bruno Zevi, pone en valor la influencia norteamericana[7] de Loos; el cual sería reflejo de: “Su gusto por la horizontalidad […], el amor por los materiales naturales en el interior de los edificios […], sobre todo por una articulada concepción espacial libre y visualmente rica” [8]. Haciendo hincapié en la importancia de la belleza a partir de la funcionalidad y no de la decoración[9]. En el caso de Leonardo Benévolo, ve en Loos la contribución más importante al movimiento moderno[10], donde además explica que esta obraha sido considerada uno de los primeros documentos del racionalismo europeo[11]. En estos dos autores, vemos claramente la función de la “historia operativa”, donde la historia es narrada y (re) contada en función de proyectar, y para esto, es necesario destacar lo que sirva a las necesidades presentes.
En el caso del arquitecto e historiador Peter Henry-Russel Hitchcock, vemos que sitúa a Loos, como un posible precursor del movimiento moderno de anteguerra[12], debido al contenido teórico de sus ensayos, pero no hace mención alguna a la obra, de igual manera lo hace Peter Collins, quien pone en valor el ensayo “Ornamento y Delito”[13] y lo hace responsable de la desaparición de toda ornamentación[14]. Otro autor que le atribuye importancia principalmente a su teoría, y no a su obra, es Reyner Banham, el cual declara que “entre los contribuidores efectivos del cuerpo de ideas que soporta la arquitectura moderna, uno de los que ciertamente corresponde nombrar, es Adolf Loos”[15]. Con estos tres últimos autores, observamos como la puesta en valor de Loos, estuvo principalmente enfocada en sus postulados. Reflexionando y observando como la obra de Loos es escasamente mencionada en la historiografía, entra en cuestionamiento sí la ausencia y omisión frente a las obras construidas de este arquitecto ¿Se debe a un olvido inconsciente o es debido a que la modernidad que ofrecía Loos no servía a determinada visión de la historia de la arquitectura moderna?
El segundo periodo de tiempo detectado, lo denominaremos “El Rescate”. Este periodo se comienza a gestar en 1959 en torno a un punto de inflexión, el cual sería la publicación del artículo “Adolf Loos: 1870-1933” de Aldo Rossi en la revista Casabella[16] a cargo de Ernesto Rogers como editor.
Contextualizando este periodo, en la década 50´, se genera un ambiente de revisión sobre los logros y los límites de la arquitectura frente a las nuevas exigencias e inquietudes planteadas desde la segunda posguerra. Este esfuerzo es plasmado en el trabajo de arquitectos e historiadores italianos, en donde se pretendía buscar las raíces modernas de la arquitectura, para poder generar una continuidad con el presente, ya que “no basta con ser genéricamente modernos, sino que es necesario especificar el significado de tal modernidad”[17]. Así, Rossi y Rogers, en su esfuerzo hacia una lectura historiográfica alternativa, intentan dar respuesta a la búsqueda de una dimensión propia y una línea autónoma de tendencias, a través de una atenta (re)lectura y un (re)análisis crítico de la obra de ciertos maestros[18].En donde Loos, representara esa referencia europea y el elemento de continuidad en relación con la búsqueda mencionada. En este periodo, ellos intentaran reubicar a Loos en el lugar que le corresponde - en el “olimpo de los maestros de la arquitectura moderna”[19]- y así declarar la vigencia de sus enseñanzas.
En los escritos de Rossi, encontramos menciones a la obra estudiada, en donde declara que es una de las primeras construcciones modernas[20], haciendo énfasis en la genialidad del maestro[21], en donde abiertamente expone sus intenciones revisionistas diciendo: “Después de las reservas y de los juicios negativos, parece que ha llegado el momento de un examen atento de su obra y su personalidad […], ello equivale, a no seguir privándonos de una de las experiencias más intensas y puras de la arquitectura, […] pocos artistas como él, han sido valorados tan equívocamente”[22].
En paralelo a este punto de inflexión, autores como Manfredo Tafuri, Massimo Cacciari y Carlo Aymonino también comienzan a reflexionar en torno a la obra de Loos, su persona y el contexto de “Viena de Fin de Siglo[23]”. En palabras de Tafuri, la obra medita sobre lo inconcebible del lenguaje, haciendo alusión además a los aspectos interiores del edificio, poniendo en valor su espacialidad y compenetraciones volumétricas[24]. Cacciari por otro lado, pone en valor el diseño nihilista de la obra, la sobriedad y la claridad del espacio, que no solo son expresadas en las características externas del edificio, sino que también en su complejidad espacial[25]. Muchos de los escritos de este periodo, son hoy la materia prima de las monografías dedicadas a Loos que surgen en abundancia desde la década del 90´. Ejemplos de estos escritos, son las descripciones de la Michaelerplatz, que basan su análisis en resaltar la autonomía tipológica en relación a la tradición vienesa, donde la obra dialoga con la cuidad conservando su capacidad autónoma, independiente de su localización, simplemente extrayendo del estudio de la cuidad los elementos propios de su construcción[26]. Otras descripciones resaltan las cualidades espaciales del edificio[27], y también, su aparente oposición al movimiento moderno[28]. Es posible entender, en esta nueva visión historiográfica, que su obra parece ser un “vehículo” para movilizar un discurso, ya que el edificio parece ser entendido como la encarnación de una serie de ideales.
Este proceso revisionista de parte de los italianos, no queda inadvertido en los libros de historia. Autores contemporáneos como Alan Colqhoun, hace referencia a esto, proponiendo que los italianos vieron en Loos la posibilidad de encontrar una arquitectura en la que la tradición siguiese coexistiendo[29]. De igual manera Anthny Vidler, escribe sobre Rossi y hace explicita las intenciones de éste, el cual recurrió a Loos en busca de su propio héroe moderno.[30] E incluso curiosamente, el mismo Tafuri es consciente de esto, aludiendo en sus escritos a la investigación operativa ya mencionada.[31]
Desde la década del 90´ se puede observar que el papel que toma Loos en la historia es en “una justa medida”. Hoy en día, su obra aparece en casi todos los libros de historia, y como mencionábamos, surgieron docenas de monografías. En relación a la obra Michaelerplatz aún no tiene el mismo valor que la de otros arquitectos coterráneos a Loos, pero de igual manera, podemos observar una serie de descripciones que hacen alusión a la obra como “encarnación” de las ideas y planteamiento de Loos, que posteriormente marcaría el camino hacia la Bauhaus[32], además de poner en valor la ejecución del “Raumplan”, donde dicho edificio anunciaba una verdadera revolución en la arquitectura [33], donde ha de verse a Loos, como el primero en resolver los problemas de la planta libre propuestos por Le Corbusier más tarde[34], además se señala la importancia de la idea del “Decorum” en la formulación interior-exterior del edificio[35].
Podemos concluir, que la ausencia de Loos y su obra en la historia, se debe posiblemente, a que muchas veces los historiadores no lograron clasificar a ésta como fiel reflejo de un momento moderno o estilo arquitectónico determinado. Generando, durante un largo periodo de tiempo, de casi medio siglo, el olvido y el silencio de Loos. Pero, gracias al rescate realizado por los italianos, se logró posicionar a Loos en la historiografía- en una medida justa- en torno al planteamiento teórico y al camino que marcaría su obra. En la actualidad los libros de historia mencionan a Loos como uno de los precursores más grandes de la arquitectura moderna[36], el cual preparo el camino al estilo moderno, y que tuvo una influencia enorme en las siguientes generaciones de arquitectos, y así, sus ideas han conservado relevancia, a través de sucesivas interpretaciones, hasta nuestros días[37] y finalmente esto lo convertiría en la actualidad en el involuntario padre del movimiento moderno en la década de 1920.[38]
Javiera Uriarte es Arquitecta de la Universidad Finies Terrae. Actualmente cursa el Magister en Arquitectura en la Pontificia Universidad Catolica. Se desempeña como instructora de Taller de arquitectura en la Universidad Finis Terrae. Ha participado en diversos concursos, obteniendo el 1° Lugar en Archiprix Chile con su proyecto de titulo “La ruta de los gentiles” y la mención de “Proyecto favorito” en Archiprix internacional, ademas ganando con el mismo proyecto el concurso nacional Arquitectura Caliente.
Notas
[1] Esta obra también es conocida como “Michaelerplatz”, “Michaelerhaus” y “Looshaus”.
[2] Conferencia que realiza el arquitecto el 11 de diciembre de 1911, debido la gran controversia generada en torno a la obra. Adolf Loos, Escritos II, 1910/1932. (Madrid: El croquis editorial, 1993) Pag.43-57
[3] Nikolaus Pevsner,. Historia de las tipologías arquitectonicas. (Barcelona: Gustavo Gili, 1979) Pag.314
[4] Nikolaus Pevsner,. Breve Historia de la arquitectura europea. (Madrid: Alianza, 1994) Pag. 271
[5] Nikolaus Pevsner, Pioners of Moder Desing: From William Morris to Walter Gropius.(London: Penguin Books, 1976)Pag.175
[6] Hace referencia a Loos producto de la mencion del contexto de Viena de Fin de siglo, o por su relación temporal con Otto Wagner. Sigfried Giedion ,Espacio, tiempo y arquitectura :El futuro de una nueva tradición. (Barcelona: Científico-Médica, 1965).Pag.327,329,472
[7] “Loos participó como arquitecto de una visión amplia, alegre, de los espacios. Es el único europeo que haya asimilado íntimamente la experiencia americana, o sea su proyecto espacial” en Bruno Zevi, Historia de la arquitectura moderna. (Buenos Aires: Emece Editores, 1954) Pag. 118
[8] Bruno Zevi, Historia de la arquitectura moderna. 118
[9] “Él pudo crear sólo porque estaba persuadido de que el fin de la humanidad es el hacer cristalizar la belleza en la forma funcional en lugar de hacerla depender de la decoración. Tal es la caracterización ética de la más grande figura solitaria de la historia de la arquitectura moderna”. Bruno Zevi, Historia de la arquitectura moderna. Pag.116.
[10] Leonardo Benevolo, Historia de la arquitectura moderna. (Barcelona : Gustavo Gili, 2010) Pag.324
[11] “Más que una renovación se debería hablar, quizás de ampliación de la tradición, ya que incluso las obras más modernas y audaces, se complacen en conservar algún elemento clásico, casi como residuo escapado al mencionado procedimiento de la transposición”. Leonardo Benevolo, Historia de la arquitectura moderna. Pag.321
[12] “Los escritos de hombres tales como Frank Lloyd Wright, Van de Velde, y particularmente Adolf Loos, antes de la guerra, los hacen precursores en principio. EnHenry -RussellHitchcock,. Modern Architecture: Romanticism and Reintegration. (New York : Payson & Clarke Ltd., 1929) Pag. 157
[13] Adolf Loos, Ornamento y delito, y otros ensayos. (Barcelona: Gustavo Gili, 1972) Pag.43-50
[14] “En 1908 adolf Loos, publico una diatriba contra la ornamentación, titulada Ornamento y delito. Se a considerado que este artículo es el responsable de la simplicidad en el tratamiento de las superficies arquitectónicas construidas a partir de entonces e incluso el que provocó la desaparición de toda ornamentación arquitectónica” en PeterCollins, Los ideales de la arquitectura moderna: su evolucion (1750-1950). (Barcelona : Gustavo Gili, 1970)Pag.226
[15] Reyner Banham,. Theory and desing in the fisrt machine age. (London: Architectural press, 1960) Pag.88
[16] Aldo Rossi, “Adolf Loos: 1870-1933”, Casabella Continuita, N 233, (noviembre 1959). Para las citas de este articulo utilizaremos la traducción al castellano contenidas en Aldo Rossi, Para una arquitectura de tendecia: escritos 1956-1972 (Barcelona: Gustavo Gili, 1975)Pag. 49-65
[17] Ernesto Rogers. Contuinuita o Crisis?. Casabella- Continuita N°.215 (1957). Pag. 203
[18] Mariano Gonzales“Loos según Rossi: tradición y modernidad en casabella- continuita”, Revista arquitectura, N°13 (2011). Pag.75
[19] Mariano Gonzales“Loos según Rossi: tradición y modernidad en casabella- continuita”. Pag.78
[20] Aldo Rossi. Para una arquitectura de la tendencia. (Barcelona : Gustavo Gili, 1977) Pag.56
[21] "La síntesis feliz de la Michaelerhaus, en la que los dos elementos fundamentales del arte de Loos - un sentido atento y fervoroso por las exigencias cotidianas y un anhelo profundo por una arquitectura de compostura clásica racional- se funden admirablemente”. Aldo Rossi.. Para una arquitectura de la tendencia. (Barcelona : Gustavo Gili, 1977) Pag.60
[22] Aldo Rossi.. Para una arquitectura de la tendencia. Pag.49
[23] Referente al tema de la Viena de Fin de siglo, surgen una serie de libros, que relatan tal contexto y posicionan a Loos como una figura influyente y fundamental de este periodo. Donde se mencionan aspecto de la revolución que llevo a cabo Loos contra el arte, la sociedad, la utilidad y su principal lucha contra el ornamento. Referencias de este tema se encuentran en: Allan Janik y StephenToulmin, La viena de Wittgenstein.( Madrid : Taurus Ediciones. 1974), Carle Schorske, Viena Fin-de-Siècle. (Barcelona : Gustavo Gili, 1981), Renato De Fusco,. La idea de arquitectura. (Barcelona : Gustavo Gili, 1976), Antonio Pizza & M. Pla. Viena-Berlin (barcelona: Ediciones UPC, 2002) y en Eve Blau.The architecture of red Vienna: 1919-1934 (Cambridge: MIT Press, 1999)
[24] “Michaelerplatz medita sobre lo inconcebible del lenguaje, el basamento puesto las columnas marmóreas se contraponen a la desnudez sin cualidad de los planos superiores […] En los espacios interiores, Loos compone: una extenuada invención de agregaciones espaciales y de compenetraciones volumétricas, que enriquece con materiales refinados que se limitan a mostrar su especificidad”.Manfredo Tafuri & Francesco Dal Co,. Arquitectura contemporanea. (Madrid : Aguilar, 1978) Pag.118
[25] “El diseño incluso parece nihilista, como dice Otto Stoessl, todas las partes de este edificio, todo muro, ventana, superficie y ángulo está conectado en una clara y precisa forma para beneficiar la sobriedad y la claridad del significado del espacio. Esto no solo se expresa en las características externas del edificio, sino más bien en la complejidad espacial del edificio. La lucha de Loos contra el ornamento no tiene lugar en las fachadas, sino que concierne al principio de la tridimensionalidad del pensar arquitectónico […] La superficie de la casa es verdaderamente rasa, sin estructuras innecesarias ni elementos salientes, pero Loos no hace tabula rasa ni con relación a “nuestros viejos maestros vieneses”, ni reduciendo las cualidades espaciales del movimiento tridimensional del interior “. Massimo Cacciari,. Adolf Loss y su Angel. [aut. libro] Cacciari.M, Lubbock.J, Melchiorre.A, Van Moos.S, Rossi.A, Safran.Y, Sibour.E Anderson.S. Adolf Loos.(Barcelona : Editorial Stylos, 1989) Pag.107.
[26] Rosaldo Bonicalzi,. Herencia del movimiento moderno. [aut. libro] Bonfanti.E y Rossi.A, Scolari.M & Vitale.E Bonicalzi.R. Arquitectura moderna. (Madrid : alianza. 1983) Pag. 81
[27] “Donde a la compleja espacialidad interior le corresponde una cubica y elemental volumetría exterior”. Renato De Fusco, La idea de arquitectura. (Barcelona : Gustavo Gili, 1976). Pag 65
[28] “El edifico se convierte entonces en la envoltura de un espacio que en privado se construye en ambiente para ser vivido: es exterior, es lo que se ve, el interior, es lo que se habita. El concepto de interior se opone a la idea del movimiento moderno, o sea a la afirmación del cristal, ligado al acero, como material base. Como voluntad de exteriorización, de abolición del secreto del interior, la transparencia crea una identidad entre lo público y lo privado, entre lo habitable y lo visible, que conduce a la objetivación del habitar”. Alessandro Melchiorre, Schöberg entre Loos y Kandinsky. [aut. libro] Cacciari.M, Lubbock.J, Melchiorre.A, Van Moos.S, Rossi.A, Safran.Y, Sibour.E Anderson.S. Adolf Loos. (Barcelona : Editorial Stylos, 1989) Pag.162
[29] “Hasta la década de 1970, los historiadores de la arquitectura solían asigna a Loos el papel de proto-modeno […] sin embargo determinado críticos de la década de 1970 sostenían que las “contradicciones” del pensamiento de Loos existía una congruencia más profunda y la posibilidad de lograr una arquitectura en la que la tradición siguiese coexistiendo, en una tensión no resuelta, con una tecnología dominante”. Alan Colquhoun, La arquitectura moderna: una historia desapacionada. (Barcelona : Gustavo Gili, 2005)Pag.85
[30] “Sin embargo Rossi, tal como evidencian sus reseñas y escritos críticos a partir de finales de la década de 1950, la autonomía también representaba la más pura herencia de la ilustración, y de ahí el movimiento moderno, durante una época que había perdido sus raíces en el eclecticismo […]En donde recure a la lectura de Kaufmann, y también a su propio héroe moderno: Adolf Loos”. Anthony Vidler, Historias de un presente inmediaro: la Invencion del movimiento moderno arquitectonico. (Barcelona : Gustavo Gili, 2011) Pag. 67
[31] Manfredo Tafuri, History of Italian Architecture. (Cambridge : The MIT press, 1989)pag.180
[32] “La casa en Michaelerplatz se ve como una aportación más al avance hacia la modernidad, como un edificio moderno, cuya fachada sin ornamentos marcaba el camino hacia la Bauhaus”. August Sarnitz, Loos. (Alemania : Taschen, 2003). Pag 10.
[33] August Sarnitz,. Loos. Pag 14.
[34] “Por encima de todo, Loos ha de verse ahora como el primero en exponer el problema que Le Corbusier iba a resolver finalmente con el desarrollo pleno de la planta libre”. KennethFrampton, Historia critica de la arquitectura moderna. (Barcelona : Gustavo Gili, 2009) Pag.97
[35] “Loos trató cada parte del edificio de manera adecuada a su función, con lo que esas partes disyuntivas reflejan las propias disyunciones del capitalismo moderna”. Alan Colquhoun, La arquitectura moderna: un ahistoria desapacionada. (Barcelona : Gustavo Gili, 2005)Pag.77
[36] August Sarnitz, Loos. (Alemania : Taschen, 2003). Pag 7
[37] Colquhoun, La arquitectura moderna: una historia desapacionada. (Barcelona : Gustavo Gili, 2005) Pag.73
[38] AlanColquhoun, La arquitectura moderna: una historia desapacionada. Pag.74