Ayer, por primera vez en la historia de La Biennale, la gira de prensa incluyó una parada en el Hemisferio Sur. Desde Santiago, su ciudad, Alejandro Aravena compartió más detalles acerca de la Muestra Internacional de Arquitectura, desde la sede de gobierno de Chile, Palacio La Moneda junto al presidente de La Biennale, Paolo Baratta, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet y el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone.
La principal información que surgió de la conferencia de prensa, fue la presentación de la evocadora imagen que este año representa a la Bienal y el anuncio de sus participantes. En el video de arriba, Aravena nos explica claramente cómo la imagen de la arqueóloga alemana María Reiche, capturada por Bruce Chatwin, sintetiza "la Bienal como un todo".
Aravena hace hincapié en que su intención para el mensaje de la muestra, fuese exactamente el opuesto al anuncio previo a ciertos programas de televisión: "No intente esto en casa". Explicó: "Dada la complejidad y variedad de los desafíos a los que la arquitectura tiene que responder, "Reporting from the Front" se tratará de escuchar a aquellas personas que fueron capaces de tener una cierta perspectiva y que en consecuencia, están en condiciones de compartir algunos conocimientos y experiencias con aquellos de nosotros que nos encontramos con los pies en la tierra".
Paolo Baratta describe la urgencia de la Bienal haciendo la comparación con una "cruzada contra la indiferencia," una metáfora apropiada teniendo en cuenta que el Arsenal, locación que formará parte de la exposición de la Bienal, sirvió como punto de partida para una cruzada en el siglo 12.
Como se informó la semana pasada, "Reporting from the Front" compartirá el trabajo de los arquitectos que abordan las cuestiones relativas a la segregación, la desigualdad, los suburbios, el saneamiento, los desastres naturales, la escasez de vivienda, la migración, la delincuencia, el tráfico, los residuos, la contaminación, y la participación de las comunidades.
La Biennale abrirá las puertas al público el sábado 28 de mayo y se extenderá hasta el domingo 27 de noviembre. Lee a continuación la declaración de principios de Paolo Baratta.
Declaración de Paolo Baratta
President of La Biennale di Venezia
La mujer en la escalera que al subir a los peldaños más altos, puede escrutar un horizonte más amplio y de esta manera conquistar una visión extendida, anuncia la 15a Bienal Arquitectura, dirigida por Alejandro Aravena.
Es una imagen que me agradó de inmediato. Porque representa un poco la Bienal en su conjunto, nuestros hábitos, nuestras finalidades.
Esta imagen se contrapone, en parte, a la que se adoptó en la última Bienal de Arte. El año pasado, Okwui Enwezor eligió como símbolo de referencia el muy famoso “Angelus Novus” de Paul Klee interpretado por Walter Benjamin; el ángel alado que mira hacia atrás atemorizado y ve sólo el pasado, y en el pasado ve ruinas y tragedias pero también iluminaciones que podrán serle útiles mañana, en el futuro hacia el cual es empujado por fuerzas providenciales ocultas, como un viento que sopla sus alas.
¿Qué ve la esta mujer? Creo que ve principalmente un suelo desolado, hecho de inmensas zonas habitadas por el ser humano, de las cuales el ser humano no puede estar orgulloso, realizaciones muy decepcionantes que representan un triste infinito número de ocasiones perdidas para la inteligencia y la acción de la civilización. Muchas realidades trágicas, otras banales, que parecen marcar la desaparición de la arquitectura. Pero ve también signos de capacidad creativa y resultados que inducen a la esperanza, y los ve en el presente, no en el incierto futuro de las esperanzas y la ideología.
¿Es un signo de optimismo?
Al inaugurar las Bienales pasadas, muchas veces nos quejamos de que el presente parecía caracterizarse por una creciente separación entre la arquitectura y la sociedad civil. Las Bienales anteriores han tratado este tema de diferente manera. Con esta Bienal, queremos indagar de manera más explícita si existen y dónde existen fenómenos que muestran una tendencia contraria de renovación; se va en busca de mensajes alentadores.
Y nos interesa no sólo que los resultados obtenidos se muestren y se sometan a juicio crítico. Nos interesa también la fenomenología de lo ocurrido en estos ejemplos positivos. Es decir, cómo surgió la demanda de arquitectura, cómo se pusieron en evidencia y se expresaron las necesidades y los deseos; qué procedimientos lógicos, institucionales, jurídicos, políticos y administrativos indujeron una demanda de arquitectura y permitieron a la arquitectura hallar soluciones que no fueran banales ni autolesionistas.
Porque aquí hay indudablemente un serio impasse; no tanto en la arquitectura como disciplina sino en la organización humana y en la capacidad de valernos de la arquitectura y de llamarla en auxilio sabiendo dialogar con ella.
Cuestiones complejas que abarcan muchos campos.
Cuestiones que quizás se resuelven fácilmente cuando la arquitectura se limita a expresarse en fenómenos espectaculares aislados. Más complejas, sin embargo, cuando se trata del territorio y de las condiciones de vida y de trabajo de los individuos o de comunidades enteras.
Sentimos la necesidad de destacar que, en los casos de resultado positivo, evolucionaron las cadenas de las decisiones que vinculan necesidad - conciencia - oportunidades - elecciones - realizaciones para conducir a un resultado en el que “la arquitectura marca la diferencia”, como dice Aravena.
Nos interesa la arquitectura como instrumento de self-government, como instrumento de una civilización humanística, no en gracia de un estilo formal sino como evidencia de la capacidad del ser humano de ser dueño de sus propios destinos.
La arquitectura en acción como instrumento de la vida social y política, donde se nos pide conjugar a un nivel más alto el actuar privado con las consecuencias públicas.
Nos interesa la conciencia de que la arquitectura, si es útil para conducir la realización de bienes públicos, es en sí misma un bien público, en la definición técnica del término (un bien cuyo usufructo por parte de unos no limita las posibilidades de usufructo por parte de otros); como todos los bienes públicos, puede nacer directamente por obra pública o por la más alta sensibilidad de quienes realizan obras privadas, condición que no exige la benevolencia del particular sino sólo el conocimiento de los muchos yo que cada uno de nosotros lleva dentro, y la conciencia de que el espacio en el que vivimos es una cuestión más amplia que el espacio que ocupamos.
Presentar la arquitectura en acción es también una respuesta a la pregunta que la Bienal se plantea permanentemente. ¿Qué es una exposición de arquitectura? ¿Y qué debe ser una Bienal de Arquitectura? En la Bienal Arte, de la que es hija la de Arquitectura, las obras están aquí, frente al visitante; en cambio, la exposición de arquitectura consiste en obras que se encuentran en otros lugares. ¿Qué debe presentarse aquí? De hecho, es una búsqueda continua. No tenemos que hacer de doble de una revista, ni imitar un congreso o un ensayo crítico, ni crear un lugar sólo para adeptos o una muestra sólo para arquitectos; no tenemos que ser condescendientes con la posible tentación de los arquitectos de presentarse como artistas.
Tenemos que hablarle al público, a todos los posibles agentes responsables de las decisiones y acciones con las que se realiza el espacio de nuestra vida individual y en comunidad.
Si la Arquitectura es la más política de las artes, la Bienal de Arquitectura no puede sino reconocerlo.
La Bienal estará acompañada de muchos encuentros con arquitectos y protagonistas de los fenómenos presentados; queremos ver el fruto de su trabajo pero también oír su voz, la narración de su compromiso.
Además de la exposición principal, dirigida por Aravena, habrá exposiciones en los pabellones de los 61 países participantes, así como numerosas exposiciones colaterales.
La Bienal dedicará tres pabellones a Proyectos Especiales, el primero promovido por La Bienal, los otros dos fruto de acuerdos estipulados con otras instituciones.
En particular, el Proyecto Forte Marghera, titulado Reporting from Marghera and Other Waterfronts y dirigido por el arquitecto Stefano Recalcati, analizará en la sede expositiva de Forte Marghera (Mestre, Venecia) proyectos significativos de regeneración urbana de puertos industriales, contribuyendo a estimular la reflexión sobre la reconversión productiva de Porto Marghera.
El acuerdo de colaboración con el Victoria and Albert Museum de Londres dará su primer paso en el pabellón dedicado a las artes aplicadas (bajo la dirección de Brendam Cormier) en el Arsenal, con el título A World of Fragile Parts.
Por último, en previsión de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas – Hábitat III, que se realizará en Quito, Ecuador, en octubre de 2016, y con la colaboración de Urban Age, organizado conjuntamente con London School of Economics (LSE) y Alfred Herrhausen Society, prepararemos un pabellón dedicado a los temas de la urbanización - Report from Cities: Conflicts of an Urban Age - haciendo hincapié en la relación entre los espacios públicos y los privados, bajo la dirección de Ricky Burdett. Este año la conferencia anual Urban Age se realizará dentro de la 15a Exposición.
Se ha puesto en marcha el proyecto Biennale Sessions: ya han adherido aproximadamente 53 facultades de arquitectura de todo el mundo.
Se agradece al Ministero dei Beni e delle Attività Culturali e del Turismo, a las Instituciones del territorio que de diferentes maneras sostienen la Bienal, la Ciudad de Venecia, la Región de Véneto.
Agradecemos, en particular, a Alejandro Aravena y a todo su equipo.
Por último, gracias a todos los grandes profesionales de la Bienal que con gran esmero se consagran a la realización y gestión de la exposición durante los 6 meses de duración.
