- Área: 19400 m²
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa Fahle, diseñada por KOKO, es uno de los ejemplos característicos de la arquitectura durante el reciente auge económico de Estonia. Es un edificio que desde un punto de vista arquitectónico es ambicioso, desde el punto de vista del desarrollo inmobiliario es un riesgo, y desde el punto de vista de la protección del patrimonio es polémica y recibió mucha atención por parte del público. Situada en una de las entradas principales a Tallin, entre el aeropuerto y el centro de la ciudad, la Casa de Fahle llama la atención de todos los transeúntes. El edificio forma parte del complejo de una antigua fábrica (1926) de celulosa y papel, donde el edificio más destacado es la sala de calderas por su altura y voluminosidad, fue construida de piedra caliza y fue diseñada por el arquitecto Erich Jacoby.
La reconstrucción del complejo de la Casa Fahle lleva varias funcionaes de servicio y negocios, desde salones de belleza a restaurantes. Simbólicamente la función principal de la casa es proporcionar espacios residenciales; se añadió una sección de seis niveles con apartamentos en la parte superior de la antigua sala de calderas, en los muros de piedra caliza.
El interior de la planta había sido destruido al tiempo que la reconstrucción comenzó y esto hizo posible reorganizar la disposición y las divisiones interiores. Oficinas y espacios de servicio se encuentran principalmente en las salas históricas de la planta. Departamentos de diferentes tamaños se encuentran dentro de la nueva sección con una fachada de cristal, en el techo de la antigua sala de calderas. La nueva sección se apoya en vigas de hormigón armado, que han sido escondidas entre las paredes de la sala de calderas, penetrando en el subsuelo.
Los arquitectos trataron de preservar y mostrar los detalles interiores históricos, el muro y superficies de suelo, siempre que sea posible. Por ejemplo, las tolvas, las cuales fueron parcialmente conservadas, son parte de las oficinas y apartamentos de la cuarta planta. Estas tolvas eran embudos hechos de hormigón armado, que fueron utilizado para dirigir la masa de madera en las gigantescas calderas. Las calderas fueron destruidas, pero sus lugares están marcados mediante círculos en los techos y suelos.
Situado a las puertas de Tallin, la Casa Fahle con su arquitectura juguetona, conceptualmente clara y consciente de sí misma, estimula los deseos de los transeúntes, los anima a imaginar la vida en este gran acuario verde con las mejores vistas de la capital. Es un entorno de vida moderna, elegante y con estilo, que está destinado para un rico, juvenil cliente consciente de sí mismo, y un ambiente que apoya y cultiva un estilo de vida urbana elitista.
