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Arquitectos: Borja Bosch, Ignacio Bosch, Marta Maccaglia, Paulo Vale Afonso, Semillas
- Área: 700 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Marta Maccaglia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto empieza con un trabajo de investigación en las comunidades implicadas, donde se habla de fortalezas y debilidades, de sueños e ilusiones. La educación es por excelencia, el instrumento para el crecimiento colectivo y en la comunidad de Santa Elena los pobladores expresaron la voluntad de reconstruir su futuro y superar el pasado iniciando con su escuela.
Estrategía proyectual.
El estudio de suelos revela la existencia de un terreno de relleno en la zona oeste del lote; siendo la parte oriental la que presenta una superficie más sólida, por esto se propone la construcción de un volumen compacto y longitudinal en el lado este. El área occidental, menos resistente, se destina para el patio del colegio, la losa deportiva y área verde.
El volumen está formado por dos pisos. En la parte central, un patio cubierto de doble altura divide el colegio en dos secciones, con accesos independientes en los extremos y en el centro.
En la parte norte del edificio se encuentran las aulas escolares y los servicios higiénicos del alumnado. El lado sur alberga el hall de ingreso, los laboratorios, la biblioteca/multifuncional y las aulas administrativas.
Se utiliza hormigón armado para la estructura y ladrillos artesanales de arcilla para los muros, mientras el uso de madera se limita a la estructura de la cubierta y al apersianado de las fachadas este y oeste. El sistema apersianado favorece una iluminación indirecta, mantiene el espacio ventilado y protege los pasillos de la lluvia. En las aulas, pequeñas ventanas apersianadas en la parte superior de los salones permiten la salida del aire caliente y un recambio de aire constante.
Desde el acceso norte se visualiza la entrada del extremo sur, el eje del pasillo atraviesa el volumen, permitiendo apreciar la extensión longitudinal de la construcción en una alternancia de luces y cambios en la altura de los diferentes espacios, generando un recorrido visual de múltiples contrastes.
Uso de agua.
El volumen se estira hacia arriba en la parte central, presentando una notable caída hacia los extremos norte y sur. En ambos bordes, y encima de los servicios higiénicos, se ubican tanques cisterna que acumulan el agua de lluvia, la cual se utiliza para los baños y una vez usada se depura mediante un sistema de filtro percolador y se reutiliza como agua de riego.
Conclusión y reflexión.
La arquitectura debe adaptarse no solo a las condiciones geográficas, morfológicas o climáticas del lugar, sino también a las condiciones culturales y sociales de la comunidad, acompañando el proyecto durante todo el proceso. La inauguración de la obra es el inicio de un proceso de desarrollo, donde la escuela es un espacio de encuentro para toda la comunidad. Un espacio que permite, a jóvenes y adultos, volver a soñar y emprender el camino hacia el futuro deseado.