Suena insólito, pero tal como lo grafica un reciente informe de la Comisión Europea, las mujeres europeas ganan en promedio un 16,3% menos que los hombres, equivalente a decir que ellas trabajarán gratis los últimos 58 días que quedan del año, comenzando el pasado lunes 2 de noviembre, incluyendo sábados y domingos.
Si bien el dato no considera el desglose por profesión, calza perfecto en el mundo de la arquitectura. Hace un año, en un encuentro realizado en Madrid, Martha Thorne -actual Decana del IE School of Architecture and Design-, se quejó amargamente sobre la brecha salarial en el rubro: "más del 50% de los estudiantes son mujeres, (pero) cobramos entre un 15% y un 25% menos que nuestros compañeros".
Y si lo dice la directora ejecutiva del Premio Pritzker, entonces ¿qué le queda al resto de las mujeres?
Complementando la entrega de estos datos, la Comisión Europea compartió los resultados de una reciente encuesta pública [pdf], que señala que una de cada tres instituciones europeas cree que la desigualdad que debe ser enfrentada con mayor urgencia es la brecha salarial. Tras analizar los quince tópicos consultados por la encuesta, queda claro que la desigualdad de género es multidimensional.
Ya hemos hablado que el mundo de la arquitectura no sólo replica esta asimetría salarial, sino también ha negado sistemáticamente el justo reconocimiento profesional a las mujeres que han aportado a la arquitectura en cada una de sus áreas. Pensemos: ¿por qué escasean los referentes femeninos en la arquitectura?, ¿será porque no existen, o bien, porque no han sido visibilizados y reconocidos por quienes difunden/documentan/opinan/premian la arquitectura contemporánea?
¿La verdad? Es un círculo vicioso: como no hay referentes visibles, en las escuelas difícilmente se estimula el estudio de mujeres arquitectas ante la subvaloración de sus aportes a la disciplina y la inexistencia de documentación que avale sus méritos. A raíz de eso, no sabemos quiénes son Bo Bardi, Francoise Choay, Eileen Gray o Elisabete França. Peor aún, una deuda pendiente en la arquitectura es el inexistente reconocimiento oficial a la arquitecta y teórica estadounidense Denise Scott Brown cuando el Premio Pritzker de 1991 recayó en su socio y esposo Robert Venturi, a pesar que ambas trayectorias difícilmente pueden entenderse de forma individual.
La buena noticia es que en el último tiempo hemos conocido iniciativas como Arquitetas Invisiveis, un colectivo brasileño que ha publicado los perfiles de 48 mujeres arquitectas alrededor del mundo y que deberíamos incorporar a nuestras discusiones, conversaciones, investigaciones y bibliografías.
Volviendo al tema central, esta brecha salarial expuesta por la Comisión Europea va más allá de la mera discriminación laboral. Tal como recoge la Comisión Europea, debemos considerar la cantidad de horas no remuneradas semanales que dedican mujeres a las labores del hogar (26 versus 9 horas de los hombres, pdf) y las veces que las mujeres renuncian a sus empleos o a proyectar sus carreras profesionales, para en cambio, planificar familia y cuidar a sus hijos en sus primeros años de vida.
Si una vida familiar decente parece difícil de obtener en el mundo de hoy, en el mundo de la arquitectura se vuelve una odisea, cuya cultura de trabajo nos acostumbra a las horas extras, los encargos de último minuto, la reducción al mínimo de la vida privada en pos del proyecto y todo eso que bien sabemos.
En una reciente entrevista, la ex-socia de Enric Miralles, Carme Pinós, explicó que su pasión por la arquitectura le pasó la cuenta, aunque no se arrepiente: "creo que con una vida familiar no me hubiera podido dedicar a mi trabajo al 100%. Para conseguir ser lo que quería, he tenido que elegir y sacrificar".
Queda claro que difícilmente leeremos una confesión así de algún hombre arquitecto, o al menos, no sería titular de una entrevista.
Más información sobre este brecha salarial en la Comisión Europea aquí [inglés].
¿Qué piensas al respecto?, ¿recibes menos salario que tus compañeros de trabajo, a pesar de ser del mismo rango?, ¿cómo ves el mercado laboral para las mujeres arquitectas?, ¿qué arquitectas debemos conocer en nuestros años de formación?
