Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Isla de Jeju es una popular isla de vacaciones situada al sur de la penninsula coreana. Cuenta con mucho viento, y por lo general, el clima es muy caprichoso.
La isla esta rodeada de rocas volcánicas de varios tamaños, que comprende los maravillosos paisajes y muros que delimitan los sitios. Varios artistas y personas se han inspirado en la belleza y versatilidad de la isla. Recientemente turistas y coreanos han visitado por miles la isla. Los días de invierno a menudo esta nublado y con fuertes vientos. El paisaje se convierte en oro y negro por los follajes moribundo y las rocas volcánicas.
El sitio esta situado a aproximadamente una hora de la ciudad de Jeju. Está rodeado por una sinuosa carretera, casas y pensiones. Es un puedo que fue recientemente formado, y el arte y la cultura son sus temas principales, por ello se situa cerca a un distrito de contemporáneas galerías. El sitio se enfrente a una gran pieza en un camino de curvas, y otras dos partes se unen a distintas casas.
El cliente es un oculista que cuenta con una gran destreza en las operaciones. Tiene gustos particulares y clientes de arte contemporáneo, música y automóviles. Un médico con mucha curiosidad y una afición por algo excéntrico y especial. Él me encontró a través de internet y me dijo que lo extraño y diferente es inherente a mi arquitectura, le atrajeron. Quería tres pequeñas casas que sería la casa de fin de semana o la pensión para los turistas. Hizo hincapié en que la nueva estructura debería tener carácter único, y por supuesto, al mismo tiempo, muy funciona.
El diseño El viento y el color de la isla de Jeju de invierno ha hecho una fuerte impresión en mi mente y tomé como una inspiración para el proyecto, por lo que la casa tiene el nombre viento.
La parcela tiene tres lados en una gran curva y dos partes se reunen en un ángulo recto. El área de la parcela es suficiente para tres casas pequeñas. Empecé con los ángulos rectos del sitio y su definición altamente amurallada. Esto permite un poco más de intimidad en un barrio muy abierto. Dos pequeñas tradicionales casas Jeju se encuentran en ángulo recto con la otra, con relativamente altos muros que marcan sus jardines interiores. La tercera casa se escapa del horizonte y florece como una flor de oro. Anteriormente me habían encargado un museo de viento, que resultó amargo. Me había gustado la idea y la forma del misma, muchas veces me gustaría hacer dibujos inspirados en el museo de viento. Sentí que era el momento oportuno para reencarnar y modificar la idea inicial. Propuse todo el asunto al cliente. Tomó algún tiempo para digerirlo, pero al final estaba muy feliz.
Las rectangulares, compactas y bajas casas son amuralladas individualmente con sus propios jardines privados que permiten la expansión espacial y vivencial. Todo se mantiene un una forma mínima, sabia y un diseño inteligente. La flor que se asoma, inspirada por el viento, sopla como el pelo de una mujer y se congela al punto de convertirse en una forma que recuerda un alien, un secador de pelos, un pato, etc... El interior como un vientre, un espacio pintado en rojo y vertiginosos colores.
La nítida diferencia y el contraste entre las casas horizontales y las casas que flotan sobre la tierra y los altos muros de roca volcánica provocan una especie de contrastan armonía con las flores que florecen entre las hojas verdes.