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Arquitectos: Opera ingeniería, Peralta Ayesa Arquitectos
- Área: 274 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Pedro Pegenaute, Eduardo Berián/Hidrone
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto integra por un lado la construcción de la pasarela peatonal para mejorar la accesibilidad entre parque y ciudad y por otro lado, la construcción de unos pabellones, dentro del entorno hortofrutícola del parque, como casetas de aperos para los concesionarios de las huertas sociales.
En el sistema del parque, la pasarela no se implanta como un artefacto extraño, sino que se integra como parte de los trazados geométricos de sus recorridos peatonales y ciclables. En cuanto a su implantación en el sistema viario y fluvial, el embarque desde la calle Errotazar, se ubica evitando el nudo de tráfico rodado existente, creando un paso peatonal elevado de preferencia peatonal y de conexión con el Museo de Educación Ambiental. A su vez, se crea un espacio de estancia y contemplación de la pasarela y el parque desde la ciudad. El desembarque en el Parque de Aranzadi, se ubica en el punto más elevado de la Plaza de los Manzanos, próximo a la ribera del río Arga, recogiendo el flujo de peatones y ciclistas del recorrido perimetral en su encuentro con la plaza.
Se plantea un trazado en L, con dos brazos ortogonales y contrapuestos en su génesis. Cada brazo tiene una función diferente y antagónica, a la que sigue su forma. Ambos elementos persiguen la sinceridad y pureza estructural. El trazado paralelo al curso del río, ubicado parcialmente en zona inundable, se plantea masivo, pétreo y anclado al terreno. Resuelve el desnivel con una pendiente inferior al 6%, ascendiendo en el sentido de la corriente, sin ofrecer resistencia a las futuras avenidas y asemejándose materialmente a los puentes, rampas y recorridos de hormigón del parque. El trazado perpendicular y horizontal es ligero, esbelto y aéreo, en coherencia con su condición de puente entre dos realidades, suspendido entre ambas. Se resuelve en acero cortén perforado tanto en sus antepechos como en su pavimento, reforzando su flotabilidad y transparencia, mimetizándose materialmente en el entorno natural.
Mediante la iluminación artificial, se refuerza la esencia de cada parte. El elemento de hormigón se ilumina siguiendo la línea del parque, a través de proyectores en altura, que proporcionan una iluminación superficial uniforme. El tablero de acero cortén, oculta una doble línea de luz más cálida, que permite una iluminación volumétrica del tablero, retroiluminando su superficie perforada y enfatizando su carácter calado y volátil.
El diseño edificatorio de las casetas se integra en el entorno hortofrutícola del Parque de Aranzadi, asociándose a la tipología de los invernaderos. Al ubicarse en una zona inundable, los pabellones se separan sutilmente del terreno, flotando y ofreciendo una imagen ligera y traslúcida, en sintonía con la edificación existente en el meandro. Se configuran mediante un sistema modular, que permite dotar a cada pabellón de tantas unidades de trasteros, como huertas existen en su entorno próximo. La distribución de los trasteros la conforman una serie de elementos modulares de mobiliario interior, formados por paneles de resinas ecológicas de alta resistencia.