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Arquitectos: Ventura + Llimona,
- Año: 2014
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En febrero de 2009 el Ayuntamiento de Zumarraga (Gipuzkoa) convocó un concurso de ideas para diseñar el Centro de Interpretación y Acogida de Visitantes de La Antigua. Además de la exposición permanente el programa pedía una sala de exposiciones temporal, una sala de conferencias, un restaurante, servicios y almacenes. Todos estos espacios están especialmente trazados para sus usos y pensados para funcionar independientemente del resto del equipamiento, ya que quedan completamente aislados del resto en caso de necesidad.
El equipamiento se ha construido en un terreno contiguo a la ermita románica de La Antigua, conocida también como “la Catedral de las ermitas vascas” y degran potencial turístico. Por tanto, debíamos no irrumpir con el paisaje ni superar la altura de la ermita, pero con el reclamo necesario para su función como equipamiento turístico. Por ello se ha anulado la visualización de aparcamiento desde el porche de acogida y el centro, soterrado en su 65%, se adentra el monte minimizando el impacto visual y favoreciendo la sostenibilidad del edificio, compensado con aportación de energía geotérmica.
La búsqueda de un único discurso para integrar contenido y continenteha conllevado al continuo diálogo para lograr aunar los intereses museográficos y los arquitectónicos. El diseño se formaliza a partir de la historia del lugar.
El porche que acoge al visitante es a la vez un gran mirador del pueblo de Zumarraga y de la ermita.
Tanto el diseño del edificio como los materiales constructivos son una interpretación de los recursos naturales de la zona: madera, piedra y hierro, economías de subsistencia de La Antigua y de Zumarraga.
En la rampa de acceso al centro ya aparece como ornamento de diseño un material tubular metálico. Este material, presente en el interior y en el exterior del centro, simboliza el bosque y su explotación, así como también insinúa la importancia que ha tenido la metalurgia en este municipio. Está concebido como elemento estructural, ornamental, separador de espacios, elemento de soporte museográfico y transmisor de clima y de luz. Pero el centro también nos muestra otras representaciones del bosque: claros de luz en el porche, paredes moldeadas como si de un negativo de troncos se tratara y miradas al exterior, el vivo paisaje del bosque.
El río, al igual que organizó el asentamiento humano en el pasado, organiza hoy los espacios del equipamiento. Se representa con el gran lucernario que recorre el edificio, concepto surgido de las galerías-tribunas de algunas fachadas de Zumarraga. Un río de luz para los espacios interiores que direcciona recorridos y circulaciones. Un elemento de recogida de calor en invierno que se mueve a través de la aspiración de las chimeneas del edificio, que en verano nos permite hacer el efecto inverso.
Los elementos expositivos también se han diseñado únicamente para este centro. Todo ello son factores fundamentales que aportan exclusividad, personalidad y calidad en la visita. Un equipamiento que se ha concebido con un objetivo: la unidad de diseño conceptual entre continente y contenido, puesto que se ha diseñado un Centro de Interpretación y de Acogida de Visitantes.