-
Arquitectos: designband YOAP architects
- Área: 190 m²
- Año: 2015
-
Fotografías:Shin Do Keun
-
Proveedores: Owens Corning
Descripción enviada por el equipo del proyecto. A principios del 2014, un cliente visitó la oficina. Ella tenía 30 años de edad, llevaba dos años casada y nunca había vivido fuera de Seúl. Ella planeaba el éxodo del círculo vicioso de la deuda. (Muchas parejas de recién casados en Seúl comienzan con una pequeña casa de alta renta mensual, y pasan a una casa más grande después de tener un bebé. Esto significa que la cantidad de la deuda crece dramáticamente antes de que la pareja devuelva el dinero). Para hacer un cambio del círculo vicioso al círculo virtuoso, ella y su esposo decidieron comenzar una vida rural con su madre soltera.
Afortunadamente, pudo comprar, a un relativo, una pequeña propiedad cerca de la ciudad. La localidad tenía un hermoso nombre "Sowon-myeon Padori" ("deseo" y "ola" en coreano), y decidió que quería su casa y una pequeña casa para alojados y sus amados perros. A lo largo de su vida, la cliente siempre ha estado con sus perros, pero a menudo tenía problemas para encontrar un buen lugar para dejarlos durante sus viajes. Soñó en un lugar pequeño, pero cómodo, para todos los amantes de perros. La magnífica ubicación, su decisión de romper una convención social, y un programa único de para la "casa de huéspedes especial para los doglovers", todas estas condiciones, fascinaron a los arquitectos, y el proyecto comenzó rápidamente. Los arquitectos presentaron la casa de huéspedes como Mungzip (que significa casa Bow-wow en coreano) y también sugirió un proyecto paralelo al crear una casa para los perros.
El principal programa de la "casa de huéspedes para perros y viajeros" pidió un jardín para los alojados. Sin embargo, el sitio estaba en un suelo descuidado, y naturalmente, la tarea principal era cómo crear un jardín plano, y hacer una buena combinación entre la casa de huéspedes, la residencia privada, y el patio recreativo. Después de una serie de encuentros con el cliente, se seleccionó la propuesta para hacer un jardín levemente descuidado por encima de una pared de piedra. El cliente felizmente aceptó en poner un presupuesto extra para la pared, ya que creaba un mejor ambiente para los perros. Sin embargo, el presupuesto total era fijo y por ello se sugirió que la casa de huéspedes y la residencia privada fuesen un solo cuerpo. La casa de huéspedes ocupa la planta baja a lo largo del jardín, y la casa privada debía ser apilada por encima.
La siguiente tarea fue mantener la privacidad entre la casa de huéspedes y la casa privada. La casa privada se dividió en dos volúmenes - una para la pareja casada y otra para su madre - y el eje se giró y las masas se movieron a un lado. Esto redujo al mínimo el volumen solapado de cada programa, y disminuyó naturalmente el problema del ruido. Las pequeñas piezas superpuestas fueron asignadas a la zona común de cada planta.
Los arquitectos consideraron algunos detalles para los invitados y sus perros. Por razones de seguridad, la cerca en el borde del terreno se hizo sólo con elementos verticales para así evitar que los perros escalaran. Cada habitación y cocina común se enfrenta al jardín y cuenta con un acceso independiente y directo. Esto ayuda a que los perros caminen libremente por el patio y las habitaciones. El acabado de baldosas de cada habitación también ayuda a los perros para que fácilmente puedan entrar en la habitación sin tener sus pies limpios. Y por último, cada ventana llega hasta el suelo para que los perros puedan mirar hacia adentro.