En el mundo mueren 1,3 millones de personas al año por accidentes de tránsito. De ellas el 90% se producen en países de bajos y medianos ingresos (OMS 2013). Actualmente es la octava causa de muerte en el mundo, y si la tendencia sigue igual, se espera que se convierta en la quinta causa para el año 2030. La mayoría de estas muertes corresponden a peatones y ciclistas vulnerables en países en desarrollo, que son golpeados por vehículos motorizados (OMS 2009).
Estos son algunos de los datos que sirvieron como motivación para crear la guía Cities Safer by Design ("Ciudades más seguras a través del diseño"), lanzada la semana pasada por la iniciativa de movilidad urbana de EMBARQ y el WRI Ross Centro para Ciudades Sustentables.
Esta publicación es una guía de referencia para ayudar a las ciudades a salvar vidas de víctimas fatales por accidentes de tránsito, a través de la mejora del diseño de calles y el desarrollo urbano inteligente. Esta guía práctica incluye ejemplos de ciudades de todo el mundo y 34 elementos de diseño diferentes para mejorar la seguridad y calidad de vida.
A partir de esta publicación en The City Fix hicieron un resumen con 7 principios para diseñar ciudades más seguras. Los que les contamos a continuación:
1. Evitar la expansión urbana
Las ciudades conectadas y compactas, en general, son más seguras que aquellas extensas. Por ejemplo, Estocolmo y Tokio, ambas ciudades bastante compactas, tienen las tasas de mortalidad por accidentes de tránsito más bajas del mundo, con menos de 1,5 muertes por cada 100.000 habitantes. Por otro lado, la extensa Atlanta, tiene una tasa de mortalidad 6 veces mayor, con 9 muertes por cada 100.000 habitantes.
Si las ciudades tienen cuadras más pequeñas, calles pensadas para los peatones y la densidad suficiente para poder acceder fácilmente al transporte público, servicios, entretenimiento y espacios públicos, se reduce la necesidad de los viajes en automóvil, asegurando a la vez, espacios seguros para caminar y andar en bicicleta.
2. Reducir la velocidad de los automóviles motorizados
Está comprobado que si se reduce la velocidad de los automóviles, baja drásticamente el riesgo de muertes. Sobre todo, si se reduce por debajo de los 50 kilómetros por hora.
Las ciudades pueden implementar zonas de baja velocidad y “calmar el tráfico en toda la zona”, con elementos como reductores de velocidad y pasos peatonales. La investigación muestra que los montículos pueden reducir considerablemente la velocidad de los autos. Por ejemplo en París, se ha usado este tipo de herramienta en muchas calles de la ciudad para bajar la velocidad a 30 kilómetros por hora.
3. Asegurar que las avenidas principales sean seguras para todos y no sólo para los autos
Garantizar la seguridad es particularmente importante en las avenidas principales de las ciudades, donde los peatones y los automovilistas a menudo se mezclan.
La iniciativa “calles completas“, un creciente movimiento mundial cuyo objetivo es crear calles donde todos los tipos de usuarios tengan cruces seguros y espacio vial exclusivo, ha hecho que varias calles en diferentes ciudades empiecen a incorporar la seguridad necesaria para diferentes tipos de desplazamientos.
Un estudio en ciudad de Ciudad de México encontró que por cada aumento de un metro de anchura de una calle sin espacios protegidos, los accidentes de peatones aumentaron un 3%. La ciudad recientemente reconsturyó su Avenida Eduardo Molina como una “calle completa”, con ciclovías y un bandejón central verde para los peatones. Cambios similares, aunque menos drásticos, en el diseño de algunas calles de esta ciudad se han traducido en una caída de casi el 40 por ciento de los accidentes fatales.
4. Crear espacios de calidad dedicados a los peatones
Si los peatones no tienen espacios de calidad, están expuestos a un mayor riesgo.
Lugares exclusivos para los peatones como aceras, calles y plazas son herramientas eficaces para la protección de los caminantes.
En los últimos años, la ciudad de Nueva York ha liderado un cambio global reemplazando espacios en la calle que estaban destinados a los autos, por zonas libres de vehículos destinadas a quienes caminan por la ciudad. Por ejemplo, una gran parte de Times Square es ahora sólo accesible para los peatones y ciclistas. Cambios como estos han siginicado una reducción del exceso de velocidad de un 16% y una reducción del 26% en accidentes con lesiones.
5. Proporcionar una red segura y conectada para ciclistas
Estudios realizados en varias ciudades del mundo, dicen que la tasa de accidentes baja y más gente se sube a la bicicleta cuando hay infraestructura exclusiva para ciclistas, la cual además de sólo existir, debe conectar las áreas residenciales con servicios, escuelas, parques y transporte público.
Como ejemplo, en Bogotá -Colombia-, entre el 2003 y el 2013, redujeron el porcentaje de ciclistas muertos en un 47,2%, al construir 100 km de ciclovías. Además, con esta medida aumentaron el número de viajes diarios en bicicleta de un 3 a un 6 por ciento.
6. Garantizar el acceso seguro a transporte público de calidad
El transporte público de calidad traslada a más personas y produce menos accidentes que los viajes en vehículos privados. Las investigaciones muestran que un sistema bien implementado de tránsito rápido de autobuses (BRT) puede reducir las muertes de tránsito y lesiones graves en un 50 por ciento.
Pero, no es suficiente sólo proporcionar transporte público de calidad, sino que los planificadores también deben garantizar un acceso seguro de los viajeros a él.
Belo Horizonte en Brasil lanzó recientemente BRT MOVE, llevando aproximadamente 700 mil pasajeros por día. Para su implementación la ciudad reconstruyó calles y creó vías exclusivas para los buses con cruces claramente marcados y de fácil acceso peatonal, logrando que sea seguro para quienes viajan, esperan y toman el autobús.
7. Utilizar el análisis de datos para detectar áreas problemáticas
Las ciudades pueden analizar datos para integrar las soluciones mencionadas en los puntos anteriores. Esto significa en principio tener buenos sistemas de recolección de datos acerca de sus tasas de accidentes de tráfico.
En el siguiente mapa de Eikisehir en Turquía, a través del uso del software “PTV Visum Safety” crearon un mapa de calor para identificar los lugares donde existen más accidentes.
Otro ejemplo es Londres donde utilizaron el mapeo y análisis de datos de accidentes, con el que pudieron identificar que el creciente aumento de accidentes de ciclistas en el centro de la ciudad se debía a choques con camiones de entrega de mercancías. Con esta información crearon un programa piloto para reprogramar las entregas en horas de bajo tráfico de ciclistas.
La guía Cities Safer by Design se puede descargar aquí
Vía The City Fix y Cities Safer by Design.
Este artículo fue originalmente publicado en Plataforma Urbana.