- Área: 1502 m²
- Año: 2013
-
Fotografías:Rodrigo Larraín Illanes, Cristobal Palma / Estudio Palma
-
Proveedores: Atika, Budnik, Duomo, Duromarmol, Kone, Minassian, Superval
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El hotel Ismael es un pequeño hotel que se hace grande mediante su entorno. El terreno tiene solo 180 mt2 (9x20mt), y da a dos calles, Ismael Valdez Vergara y Monjitas.
Contexto
La cuadra se compone de edificios de 9 pisos de altura de fachada continua, que reflejan distintos estilos arquitectónicos de diferentes épocas, siendo una muestra cultural en perfectas condiciones de nuestro patrimonio arquitectónico.
En el lugar del proyecto existía un edificio de 3 niveles, declarado “inmueble discordante y de escaso valor arquitectónico” por el consejo de monumentos nacionales, lo que permitió pensar en un proyecto completamente nuevo, con una propuesta actual.
El proyecto
Este es un edificio en la ciudad y para la ciudad, por lo que nos preguntamos, ¿de qué forma insertar un proyecto actual sobre una cuadra consolidada? Entendimos que nuestra intervención era como “una pincelada sobre un cuadro existente”, por lo que o acertábamos o lo arruinábamos.
El proyecto sin embargo no corresponde a ninguna de las épocas anteriores, sino más bien al presentey por tanto creemos que no debía mimetizarse intentando parecerse o adoptando algún estilo arquitectónico preexistente, sino más bien debía proponer un lenguaje que refleje una arquitectura actual, dialogando con su entorno a partir de los elementos predominantes, los llenos y vacíos, colores y texturas.
La composición arquitectónica de la cuadra contempla tres órdenes principales
A. Zócalo
B. Cuerpo
C. Remate
Desde el punto de vista del lenguaje arquitectónico, las edificaciones de la cuadra se caracterizan en cada caso por los balcones, como elementos anexos a los edificios, pero que con sus balaustradas, geometrías y detalles definen un estilo, arquitectónico y su expresión, ya sea de un periodo modernista, barroco, o clásico.
De esta forma el proyecto recurre a un zócalo transparente que hace que el edificio parezca flotar sobre el suelo, vinculando visual y funcionalmente ambas calles. Así se optó por romper la hermeticidad de la cuadra entre el parque y la ciudad, y el edificio tiene acceso por ambos lados. El diseño del cuerpo medio que contiene las habitaciones, propone balcones frente a cada habitación, que al igual que el resto de la cuadra, se plantean como un elemento expresivo y volumétrico. Solo que no como un anexo sino más bien como parte de la edificación. De esta forma se pliegan los muros de la fachada, generando y conteniendo los balcones, y produciendohacia el interior una ventana lateral que aumenta la luminosidad hacia el interior de las habitaciones. El remate del edificio, nuevamente es un vacío que resuelve programáticamente una terraza - piscina.