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Arquitectos: Meta-studio
- Área: 110 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Lluis Carbonell
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Cuando entramos por primera vez en la antigua Fábrica textil Grober, situada en el barrio de Gracia de Barcelona, totalmente vacía, pero tan llena de historia, sentimos la total libertad que nos ofrecía aquel lugar para poder proyectar cualquier vivienda que pudiésemos imaginar.
Uno de los requisitos indispensables fue el de mantener el carácter diáfano y abierto, sin prescindir de espacios más domésticos que permitan mantener una cierta intimidad. Por eso creamos una zona de día totalmente abierta en la que disfrutar de las ventajas que ofrece un loft; grandes alturas, conexiones visuales a todo el espacio y una gran apertura de perspectiva. Pero al mismo tiempo, se pensó una zona de noche más doméstica, compuesta por dos habitaciones y el baño principal, acotada por el altillo y separada por una biblioteca.
De esta manera el piso queda configurado en una zona de día formada por un salón-comedor y cocina abierta en Planta Baja, y un altillo en conexión visual directa con el espacio inferior. En el altillo se sitúa un despacho, un baño, y un segundo salón que se transforma en habitación de invitados en caso de necesidad.
Una nueva escalera desde el altillo conecta con la terraza, aprovechando el antiguo hueco del montacargas de la fábrica.
Para intentar conservar al máximo la proporción libre de la planta casi cuadrada (8,40 x 8,60 m) se decidió dejar el altillo totalmente abierto, que permitiera conservar las conexiones visuales de una zona a otra. La formación de una grada a lo largo del perímetro del altillo no solamente permitió salvar la diferencia de altura del techo al acceder al altillo sino que además despeja la visual en planta baja, y crear un nuevo espacio para sentarse en el que contemplar el conjunto del loft, y donde se establece el mayor dialogo entre ambos salones.
Uno de los principales retos del altillo fue el cómo salvar la altura de las cerchas metálicas, para poder pasar de un lado a otro del altillo si tener que colocar dos escaleras. Por eso decidimos crear una escalera móvil que se deslizase a través de una guía colocada a lo largo de la biblioteca y que daría acceso a cualquier parte del altillo.
En cuanto a los materiales, el proyecto pretende conservar un carácter neutro que permita resaltar sobre todo los materiales originales. Grandes ventanales, vigas de madera y cercha metálicas tenían en si un carácter tan fuerte que lo demás debía adaptarse de manera natural al espacio como si siempre hubiesen estado allí. Los materiales escogidos serán la madera (suelo en roble en Planta Baja, y planchas de abedul para el suelo del altillo y los muebles) y el hierro (zócalos en forma de U, la escalera, las patas de las mesas, etc. ) para seguir la estética del lugar.
Los materiales a su vez servirán para delimitar las diferentes estancias del piso, sin tener que usar divisorias. Es el caso de la encimera de la cocina que se extiende en forma de barra creando una separación visual entre la cocina y el salón-comedor. Para delimitar el comedor se han utilizado los pavimentos de mosaico hidráulico, que tanto han caracterizado la vivienda barcelonesa del siglo XIX, con tonalidades neutras y geométricas.
Los muebles están diseñados especialmente para el proyecto. Se utilizan para su creación materiales de piedra, madera y hierro. La mesa central del salón se realiza en mármol blanco de macael, tan típico de los bares barceloneses, modernizado a partir de un soporte de madera que descansa en unos pies de hierro.