-
Arquitectos: Teresa Moller & Asociados
- Año: 2007
-
Fotografías:Chloe Humphreys
Este proyecto de localiza en el valle de Casablanca, lugar que tiene favorables condiciones para la producción de vino, olivares y ciertos cultivos agrícolas. El encargo incluía la planificación original del sitio y la construcción de las primeras etapas.
La topografía del lugar presentaba en la parte baja un área plana, y por otro lado un sector de laderas empinadas en cuyo punto mas alto existía una residencia de gran escala que determinó un diseño que respondiera a la necesidad básica de obtener vistas amplias hacia el área de cultivos.
Originalmente el área baja estaba completamente desdibujada con plantaciones invasivas y cicatrizadas con viejas marcaciones de senderos cortados. Esta imagen quería ser sustituida por un paisaje homogéneo y despejado. Para ello se realizo un trabajo de desmalezamiento y limpieza que fue revelando un área anteriormente cultivada cuya forma esbozaba una gran silueta circular.
Esta preexistencia determino la creación de un área para rotación de cultivos cuya superficie y forma exacta se materializarían por medio de la utilización de un sistema de riego de pivote central que dibuja un circulo de 18 ha que se visualiza desde la casa y que funcionalmente provee el suelo para la rotación de avena, trigo y cebada.
La ladera norte, inmediatamente inferior a unos viñedos existentes, presentaba algunos olivos que se decidió restablecer y completar la plantación ocupando la pendiente que desciende hacia el circulo de cultivos.
Uno de los bordes de este circulo se aprovecha para el trazado del camino de la entrada, generando un acercamiento ondulante que permite la observación de esta gran superficie verde plantada hacia un lado y hacia el otro de los ambientes de paisaje que se van superponiendo antes de ascender a la colina en donde descansa la casa.
Otra presencia significativa hallada en el sitio fue la de un grupo de casuarinas esbeltas y de gran tamaño, localizadas hacia el oeste del acceso principal y plantadas siguiendo un patrón circular. Teresa decidió utilizar este elemento como punto focal para ser apreciado no solamente desde lo alto de la colina sino a nivel peatonal, acompañándolos de una laguna de 4400m2 de superficie, repitiendo la forma circular y convirtiéndose en un espejo de agua justo adelante de estos arboles, reflejándolos y duplicando su presencia.
La aireación del agua se realiza por medio de un sistema con una bomba y un tanque ubicados en el nivel de la casa desde el cual baja a lo largo de una escalera de piedra que además aparece en el paisaje como una pieza escultórica cuyos escalones socavados en la parte central permiten que el agua fluya.
A un lado de la composición de casuarinas se desarrolla una amplia plantación de especies florales que sigue un patrón de franjas que remiten a los senderos desdibujados preexistentes. Este manto dinámico y colorido acompaña el acceso a la casa desde la cual se puede volver a observar como un verdadero mosaico pictórico.
Textos de Jimena Martignoni (Unveiling the Landscape, Hatje Cantz Publishers, 2014)