Un grupo de cuatro arquitectos chilenos - Catalina Picon (MLA, 2015), María Ignacia Arrasate (MDes, 2015), Flavio Sciaraffia (MLA, 2015) y Juan Pablo Ugarte (MArch 2014)- que actualmente cursa sus estudios de postgrado en Harvard Graduate School of Design logró formular una propuesta convincente para posicionar a Santiago dentro de la red de 100 Ciudades Resilientes de la Fundación Rockefeller. En conjunto con el Gobierno Regional Metropolitano y el arquitecto Pablo Allard consiguieron perfilar a Santiago como una ciudad preparada en muchos ámbitos, pero a la vez con desafíos que se relacionan con su realidad social, espacial y física. Mostrando fortalezas en el diseño estructural de los edificios y su capacidad de enfrentar los recurrentes desastres naturales además de un gobierno organizado y estable; y debilidades en la falta de una visión sistémica en torno a la planificación del crecimiento urbano y la segregación socio-espacial que presenta la ciudad.
El Desafío de 100 Ciudades Resilientes invita a aplicar a ciudades de todo el mundo que estén preparadas para enfrentar los desafíos sociales, económicos y físicos en un mundo cada vez más urbanizado. Las propuestas deben explicar el estado actual de la ciudad y por qué están preparadas para avanzar hacia la resiliencia. Además debe existir una población mayor de 50.000 habitantes y una entidad gubernamental establecida, la cual debe presentar la propuesta o autorizarla por medio de una firma.
Integrar la red de 100 Ciudades Resilientes significa que las ciudades elegidas contarán con un plan de acción que las ayudará a ser capaces de sobreponerse a crisis físicas, sociales y económicas y aprender de ellas para evitarlas en el futuro. Este plan considera, en primer lugar, que las ciudades miembro contarán con la asesoría de un panel de expertos que elaborará una estrategia de recuperación frente a los problemas naturales u otros cíclicos que puedan ocurrir en el manejo de agua o en el transporte público.
En segundo lugar, entrega la oportunidad de disponer de orientación financiera y logística para desarrollar un gobierno de ciudad que sea innovador y que cuente con un director de resiliencia que se encargue de dirigir los esfuerzos para que la ciudad en cuestión sea más resiliente.
En tercer lugar, permite acceder a soluciones desarrolladas por actores de rubros públicos, privados, organizaciones no gubernamentales y proveedores. Finalmente, da la opción de integrar una red colaborativa y global para que las ciudades pertenecientes se ayuden entre sí.
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En una primera etapa, la Fundación trabajó con 32 ciudades que fueron anunciadas en diciembre de 2013. Entre éstas se encuentran Bristol (Reino Unido), Dacar (Senegal), Nueva York (EE.UU.) y Roma (Italia). Esa vez, las ciudades latinoamericanas que se escogieron fueron Ciudad de México, Medellín (Colombia), Quito (Ecuador) y Río de Janeiro (Brasil). Este martes se anunciaron las nuevas 35 ciudades que serán parte de la red, que fueron elegidas entre 331 ciudades postulantes de 94 países.
Con esta nueva nominación, la red de 100 Ciudades Resilientes ya cuenta con 67 ciudades. Las 33 restantes se anunciarán en 2015.
Propuesta
Descripción de la de los cuatro estudiantes, Organización Resiliencia Sur. La postulación de Santiago se trató como una breve, pero profunda investigación focalizada a detectar las vulnerabilidades y fortalezas de la Región Metropolitana en relación a las situaciones críticas y tensiones a las cuales la ciudad se ve enfrentada regularmente.
En este entendido, la idea fue perfilar a Santiago como una ciudad preparada en muchos ámbitos, pero a la vez con desafíos que se relacionan con su realidad social, espacial y física. Esta lógica fue lo que, sin duda, permitió que la ciudad fuera seleccionada como una de las ganadoras. Además, gracias al trabajo colaborativo con la Intendencia y diversas entidades del ámbito público y privado, fue posible detectar actores y socios claves para poder abordar los desafíos futuros y a la vez afianzar las alianzas y fortalezas que la ciudad posee.
Entre las situaciones críticas destaca la pobreza y desigualdad reflejada en altos niveles de segregación socio-espacial, la cual además se expresa en altos niveles de descontento social. La falta de acción en temas de integración ha permitido consolidar focos de pobreza que afectan la calidad de vida de gran parte de la población; falta de espacios públicos, servicios y transporte público ameno, rápido y de calidad, son sin duda los factores más importantes.
Otra problemática detectada por el equipo es la falta de una visión sistémica en torno a la planificación del crecimiento urbano, el cual ha generado una pérdida de áreas naturales críticas para la provisión de servicios ecosistémicos y áreas verdes. Esto repercute negativamente en temas de calidad del aire, prevención de inundaciones y aluviones, recarga de acuíferos e incendios forestales.
Por otro lado, Santiago posee grandes fortalezas que reflejan la capacidad humana, administrativa y técnica para enfrentar desafíos. Una de ellas es la baja fatalidad y colapso de edificaciones en terremotos de alta magnitud. Esto es debido a una normativa exigente y aplicación y fiscalización efectiva por parte de las instituciones gubernamentales en torno al diseño estructural. En la misma línea de las fortalezas, la robustez del sistema de subsidios para la vivienda social y el oportuno giro de la política hacia la calidad de la vivienda y los espacios urbanos, perfilan a Santiago y al país como líder y ejemplo en este ámbito.
Como conclusión, y dados los desafíos y fortalezas y su expresión a nivel Metropolitano, el equipo consideró que la Intendencia de Santiago es la institución que posee la capacidad de abordar las problemáticas a una escala territorial, permitiéndole navegar transversalmente a través de diversas instituciones y divisiones administrativas, de manera de aunar fuerzas y conciliar las diferentes perspectivas que existen en torno al desarrollo urbano de Santiago.
Cuando los integrantes de Resiliencia Sur terminen sus estudios relacionados a la Arquitectura del Paisaje en GSD Harvard, pretenden instalar los temas sobre resiliencia urbana en Chile, ya que consideran que “el desarrollo urbano en Chile debiese actualizarse en relación a los últimos paradigmas de planificación urbana sustentable para alcanzar mayores de niveles de equidad socio-espacial en la ciudad”.
Así, manifiestan su interés de seguir trabajando con la Intendencia en la implementación de una estrategia de resiliencia para Santiago.
Las 35 ciudades escogidas en 2014
1. Acra (Ghana).
2. Amán (Jordania).
3. Arusha (Tanzania).
4. Atenas (Grecia).
5. Bangalore (India)
6. Barcelona (España)
7. Belgrado (Serbia)
8. Boston (EE.UU.)
9. Cali (Colombia)
10. Chennai (China)
11. Chicago (EE.UU.)
12. Dallas (EE.UU.)
13. Deyang (China)
14. Enugu (Nigeria)
15. Huangshi (China)
16. Juárez (México)
17. Kigali (Ruanda)
18. Lisboa (Portugal)
19. Londres (Reino Unido)
20. Milán (Italia)
21. Montreal (Canadá)
22. París (Francia)
23. Nom Pen (Camboya)
24. Pitsburg (EE.UU.)
25. San Juan (EE.UU.)
26. Santa Fe (Argentina)
27. Santiago de los Caballeros (República Dominicana)
28. Santiago de Chile
29. Ciudad de Singapur
30. San Luis (EE.UU.)
31. Sidney (Australia)
32. Salónica (Grecia)
33. Toyama (Japón)
34. Tulsa (EE.UU.)
35. Wellington (Nueva Zelanda)
