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Arquitectos: Estudio FWAP Arquitectos, Estudio Jose Luis Lorenzo; Estudio FWAP Arquitectos, Estudio Jose Luis Lorenzo
- Área: 6677 m²
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Fotografías:Gonzalo Viramonte
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Es el sector más jerarquizado del centro de la ciudad de Córdoba, por su estratégica ubicación en relación a los principales centros históricos, socio-culturales, políticos, comerciales, y su vinculación directa con los ingresos de la ciudad. Su contexto arquitectónico, compuesto por edificaciones actuales contrastadas con obras patrimoniales restauradas, y su trazado diagonal, típico en los proyectos urbanísticos del siglo XIX, superpuesto al damero fundacional, generan situaciones de vivencias espaciales atípicas. Es, sin dudas, la avenida Hipolito Yrigoyen.
Ubicado frente al Arzobispado de Córdoba, la localización del Hotel Yrigoyen completará un destacado "portal" de ingreso a la avenida, debido a la integración tanto visual como conceptual con el entorno inmediato. En este sentido, el proyecto actúa como una bisagra, por un lado, realza el valor de un edificio que constituye un patrimonio urbano, mientras que, por otro, enriquece la herencia arquitectónica de la avenida.
Arquitectura
El último uso que tuvo el edificio existente fue el de Sede del Museo de Ciencias Naturales y, debido a que se trata de una obra de valor patrimonial, se propone resolver técnicamente la nueva construcción en forma independiente de lo existente, y restaurar su fachada y parte de sus ambientes originales que no habían sido modificados, como elementos indentificatorios del conjunto. De esta manera, los primeros cuatro niveles del hotel se conforman como parte del edificio existente, por detrás de la fachada original, y a partir de allí se elevan los restantes pisos, revestidos en el exterior por un muro de vidrio estructural. Luego se anexó el terreno lindero sobre la calle lateral, resolviendo conectar al proyecto en los primeros niveles de PB, 1 y 2P, generando un sum- sala de conferencias, ingresos de servicio y personal, y la Azotea agregando un Spa a los amenities de la misma. En el resto de niveles se proyectaron habitaciones que complementan con las existentes.
En cuanto a la estética del cerramiento de la torre, el trazado de la carpintería surge como un contrapunto siguiendo la geometría demandante de la fachada neorenacentistas, materializando una rítmica fachada con una contemporánea estructura de cerramiento integral de paneles de alucobond exterior y roca yeso interior con su respectiva aislaron térmica, y carpintería de aluminio con vidrios dvh, ambos de piso a techo.
Los flujos de ingreso-egreso y circulación interior, constituyen dos temas importantes, ya que se resuelven a partir de la necesidad de generar dos circuitos bien diferenciados y que trabajen simultáneamente, con el fin de lograr el correcto funcionamiento del conjunto. Uno de los recorridos es el de los huéspedes; el otro, el circuito de servicio, funciona de apoyo al primero y es utilizado por el personal de servicio. La lógica de las circulaciones verticales responde a los espacios servidos y de servicios. El sistema está integrado por cuatro ascensores, tres para uso de los huéspedes, q vincula las habitaciones con el resto de los espacios del hotel, y el otro, independiente que forma parte del circuito de servicios.
La planta baja cuenta con dos accesos, el principal sobre avenida Hipólito Irigoyen, de mayor jerarquía, que permite atravesar la fachada existente e ingresar de algún modo al “corazón” de la casona; el otro de servicio sobre calle Montevideo, que, como su nombre lo indica, comunica con las dependencias de servicios. En cuanto a las circulaciones, al ingresar por Av. H. Yrigoyen, se accede al lobby del hotel, que adquiere mayor importancia a partir de una doble altura interior que se integra, tanto espacial como físicamente, con el desayunador del primer piso. Cabe destacar que además de la fachada y ambientes sobre Yrigoyen, se mantuvo interiormente como elemento utilitario y escultórico la escalera original existente de la edificación. Ésta, al estar ubicada en coincidencia con la doble altura del lobby, revitaliza el espacio y resalta sus cualidades arquitectónicas.
El restaurante se comunica al exterior por medio de una amplia vidriera por calle Montevideo y las ventanas existentes por Av. H. Yrigoyen. Los espacios que sirven al salón de comidas, la cocina y los depósitos, se ubican en el subsuelo para un mayor aprovechamiento, descongestionado la superficie comercial en planta baja.
El subsuelo cuenta con las áreas de servicios generales (cisterna, subestación, sala de bombas, sala de tableros, cocina del restaurante y desayunador y sus depósitos, sanitarios, vestuarios y sala de descanso del personal) y los locales destinados al personal (vestuarios, baños, comedor).
En el segundo piso, se localizan los salones de usos múltiples y la administración, con acceso directo desde el lobby del hotel al foyer. Las salas son amplias y espacialmente flexibles, posibilitando su subdivisión en varias salas menores.
En los pisos siguientes, aquellos que conforman la torre propiamente dicha, se ubican las habitaciones del hotel, que se caracterizan por su amplitud, luminosidad y visuales hacia su entorno. Cuentan con equipamiento de alta gama y servicios para huéspedes de primer nivel.
Como complemento a las dependencias del hotel, en la terraza se localizan la piscina exterior, el gimnasio totalmente equipado y un spa.
Finalmente, el conjunto, forma parte del sistema existente en el sector, ya que actúa doblemente como complemento de las actividades comerciales y turísticas, proveyendo servicios de gastronomía y hospedaje, a la vez que enriquece el contexto arquitectónico de la avenida.