En la 5° edición del Concurso Anual para el diseño del Pabellón Eco, el Museo Experimental el Eco, en colaboración con Buró-Buró y Arquine, dio a conocer a los participantes de este año. Este es un proyecto de intervención arquitectónica efímera para la realización de un pabellón temporal en el interior del recinto y que desde el cual se desprende un programa de actividades paralelas que tiene como fin promover los vínculos entre la arquitectura y otras disciplinas.
Este año se han convocado, por invitación, a cinco despachos jóvenes de arquitectura de todo el país a intervenir el patio rojo del Museo. Dicho patio es el espacio protagónico y climático del edificio, que ocupa la mayor parte del solar de 530 m² y está coronado por una magnífica estela amarilla.
Parte fundamental del concurso es el impulso que busca darle a oficinas mexicanas jóvenes y a través de un proceso de selección, un jurado multidisciplinario determinará la propuesta ganadora. Este año los 5 despachos concursantes fueron:
- Jimena Hogrebe + Nicolás Vázquez
- S-AR
- Urbánika
A continuación les mostraremos imágenes de las propuestas concursantes. Próximamente, daremos a conocer al ganador de la 5° edición del Pabellón Eco.
La propuesta consiste en la creación de un vacío circular al centro del patio del museo, delimitado por vegetación, principalmente desértica, plantada en macetas. Reconfigurando y generando un diálogo entre el edificio y la intervención a partir de la contraposición de lo dinámico del patio trapezoidal y lo estático de la forma circular que lo ocuparía.
Descripción de los Arquitectos.
Nuestra propuesta es tan orgánica como las plantas que la componen, se aleja de la construcción arquitectónica, pero su fuerza y tensión se consigue a través de la definición de un espacio central en el patio del museo. Así, varias etapas se pueden distinguir en la existencia del pabellón, la manera como se crea un sub-patio definido por las plantas dentro del patio del museo, el crecimiento de las mismas en el paso de los tres meses, los aromas de tierra mojada cuando se riegan y después, una de las más importantes, el desmontaje, que a manera de eco –como fenómeno acústico- que se convierte en acción, se activa la instalación en una suerte de herramienta de promoción para el museo, invitando a llevarse las plantas a vecinos y comunidad, decostruyendo el pabellón en su cierre no en desperdicio, sino en pequeñas fracciones que seguirán viviendo en otros recintos a manera de eco natural, como patio que se ha extendido a distintos puntos de la ciudad.
Jimena Hogrebe + Nicolás Vázquez
En esta propuesta, proponen ocupar el patio con una tarima horadada triangularmente, cubierta en gravilla negra, que hace referencia al pedregal de la ciudad donde Goeritz ejecutó tanta obra. A esta tarima se sube por una escalinata que obliga a recorrer el poema visual de Goeritz en la estela amarilla del patio. El potente gesto del vació angulado extiende la tensión espacial desde el gran ventanal del edificio hacia una de la esquinas del patio, lo que genera distintos niveles de expectación y actividad tanto en el interior como hacia el exterior del museo.
Descripción de los Arquitectos.
Nuestra intervención no se visualiza, se habita. La propuesta no sólo está contenida dentro la obra de Goeritz, sino que se entreteje con ella. A través de la extensión de la duela del piso interior, buscamos llevar la galería al exterior y, junto con la plataforma pétrea de 1.40m de altura (que se excava a su vez para recibir la galería), intentamos subrayar la experiencia estética del museo como un todo que se activa y dinamiza al ser recorrido por los habitantes. Buscamos que la sala expandida contenga y se contenga sin aislar. Así, surge una dualidad: un espacio que es una exploración de la posibilidad de ser, en simultáneo, exterior e interior.
Esta intervención propone la construcción de un muro que se va curvando hasta hacerse banca y que se vuelve a curvar hasta hacerse muro de nuevo, envolviendo dos de los costados del patio y dirigiendo las posibles actividades al centro del espacio vacío. A la par, proponen cubrir la estela y el muro de colindancia del museo con un material reflejante para multiplicar el horizonte perceptible desde el patio. La propuesta se enfoca completamente en generar nuevas experiencias.
Descripción de los Arquitectos.
En la propuesta se refleja incluso el espacio construido para expandir sus límites y generar un eco del mismo Goeritz a manera de homenaje. La intención espacial de la propuesta se visualiza como una realidad exponencial, una híper realidad. Es una transformación de los elementos preexistentes pero reconfigurados para generar una nueva percepción, una experiencia completamente distinta en un espacio ya conocido. Las partes que conforman el pabellón se resumen a un nuevo límite y un nuevo horizonte. El muro posterior se despliega y se encorva para envolver y acoger al visitante y las caras reflectantes de la medianera y del paralelepípedo amarillo amplían la perspectiva y desdibujan los límites conocidos logrando una atmósfera de recogimiento e introspección.
Esta propuesta interviene al patio con un pórtico que soporta una pérgola de madera de cimbra reciclada que corta el patio diagonalmente y que genera un espacio en constante transformación por el juego que hace el movimiento de la sombra de la pérgola con el recorrido del sol.
Descripción de los Arquitectos.
Pensamos en una intervención no solamente física sobre el patio el museo, sino también como una acción que materializara una conexión emocional entre el edificio, su patio, la torre que lo habita y el pabellón temporal. Un pabellón que no pudiera ser repetido en otro patio ni en otro museo ya que su origen es una reflexión a partir de los elementos mismos de este.
A partir de la no presencia que constituye el vacío en los objetos o en los edificios reflexionamos sobre el patio que determina y limita gran parte de la intervención: en Arquitectura el vacío es un tema fundamental ya que constituye por un lado lo que es habitable y por otro lo que constructivamente generará mucha de la materia que define el espacio y le permite su habitabilidad (esto a través del uso de cimbras o moldes que serán llenados para materializar formas y estructuras definitorias).
El pabellón es interpretado como una reconstrucción del pasado proceso necesario y de una solución primitiva para generar algo que hoy está presente: la torre. Es un acto que conecta diversos tiempos a partir de un objeto que determina nuevo espacio dentro del vacío existente del patio. Su existencia es materia y vacío preparatorio al mismo tiempo; también tiempo recuperado de otras construcciones: piezas de madera de cimbra provenientes de otras construcciones se reúnen, se reensamblan de manera aleatoria formando una gran cimbra-cubierta que parte o divide o marca el patio en el presente pero que parece estar esperando la nueva formación de una segunda torre que habite el patio en un futuro próximo.
A partir de eso nuestro pabellón representa ese acto previo y lo ordena de forma contundente en el patio: si la torre existente es vertical, el elemento que forma el pabellón será horizontal.
Reconfigurando el patio con un muro serpenteante de bastidor de acero y triplay, esta intervención genera patios entre sí mismo y los muros del patio, y permite distintas actividades en el nuevo y tenso interior que se crea a partir del diseño de mobiliario modular.
Descripción de los Arquitectos.
La intervención edita el espacio existente del patio con muros que generan áreas diversas: espacios íntimos (detrás de la estela amarilla o en la esquina con el ángulo más agudo), comunales (central), protegidos a luz y a sombra que funcionan para la contemplación pero también para los eventos y diversos programas del museo. Una cubierta de 4.88 x 9 metros marca un espacio que genera áreas para diversos programas: escenario, zona de proyecciones, talleres, conferencias o eventos para un grupo pequeño (20 personas). Se estructura con marcos de sección IPR de 8×4 pulgadas; los paneles de triplay se montan en el paño inferior, por lo que las vigas no se aprecian desde el escenario, generándose una envolvente continua en el pabellón.
No olvides revisar a los ganadores de las ediciones pasadas, 2011, 2012 y 2013.
Referencia: Arquine y Red Arquitectura.