Germán del Sol ha compartido con nosotros el proyecto que se encuentra realizando para la Iglesia de Chépica, recientemente destruida con el terremoto del 27 de febrero y que contrasta fuertemente con el proyecto de la oficina Cheunvogl que les presentamos reciente aquí.
El proyecto busca seguir con el espiritu tradicional de los pueblos de adobe del valle central, no por un afán folclórico sino espiritual, en el que se persigue vivir en un contexto cultural estable que incluya el efecto de a los terremotos, pero que no cambie todo por ellos. Otro aspecto muy interesante está en el hecho de que el proyecto surge a partir de una serie de operaciones claras, simples y muy radicales a las que se suman una interesante elección para su materialidad, PAS, Porfiado Adobe Sísmico y su color rojo tradicional.
La arquitectura es dar casas, calles y plazas para que la vida humana encuentre su plenitud en cada ciudad, que es lo mismo que decir en cada cultura, sólo que la cultura actual es la ciudad y no el campo.
El paisaje es lo que cada uno lleva consigo, cuando va mas allá de la ciudad. del mundo calculado y medido aparentemente tan favorable a la vida humana, cuya condición sin embargo es no saber mucho de nada.
Toda obra de arquitectura que se precie de tal, colabora a esa capacidad cultural que se cultiva poco a poco, de acercarse al esplendor de la condición humana.
Que no se encuentra en los muros construido sino en el vacío que se abre entre los muros, y que la arquitectura debe llenar de sugerencias que sean fecundas para cada uno porque le reflejen el esplendor de su propia vida a pesar de las miserias……
Todas las obras son casas en ese sentido, o no son nada.
Todas las obras son sociales o antisociales.
