Innovación es un tema totalmente de moda… casi tanto como el calentamiento global. A mi parecer es un tema que como arquitectos nos debería de importar mucho, ya que más que mal una de las principales herramientas en nuestra profesión debiera de ser la innovación, y básicamente es para lo que estudiamos largos años. Claramente, al igual que en cualquier actividad, hay gente más innovadora que otra, ya sea en diseño, modelo de negocio, o en la ejecución de los proyectos.
Leyendo un artículo en el excelente blog de arquitectura Anarchitecture, me encontré con el punto medular del asunto: ¿Cuál es el valor de la innovación en la arquitectura?, o mejor dicho: ¿Vale realmente la pena dedicarse a innovar?
Christoph Wassmann, autor del blog, hizo un estudio considerando distintos países europeos con el fin de determinar qué porcentaje de los honorarios que se pagan por un proyecto corresponde propiamente a diseño de arquitectura (lo que nos diferencia de otras profesiones, y donde realmente podemos innovar), y concluyó lo que se puede apreciar en el gráfico:
Claramente es un porcentaje muy menor en relación al total del proyecto. O sea, la parte de diseño e innovación están subvaloradas, lo que explica que los concursos de arquitectura no sean pagados y que gran parte de la arquitectura que veamos en todas partes sea altamente repetitiva y monótona. Esto es descontando que además en Chile no se manejan estándares de honorarios precisos, sino que es un tema muy difuso.
El primer gráfico (portada) indica las distintas fases de proyecto proporcionalmente a los honorarios que se le paga a los arquitectos en Alemania y Austria, donde el diseño propiamente tal no llega ni al 25%. Esto lógicamente lleva a que sólo los Arquitectos Superestrellas puedan dedicarse exclusivamente a diseñar en arquitectura, y claramente todo el resto tiene que hacer la pega completa.
¿Y cómo andamos por casa? No tengo datos para hacer un estudio al respecto, pero claramente si en Alemania y Austria, países con reconocida arquitectura de vanguardia, el porcentaje de diseño en el proceso de proyecto es muy menor, en Chile el panorama no se ve para nada muy auspicioso. Personalmente no conozco ningún arquitecto en Chile que se dedique exclusivamente a diseñar, y me parece que una gran mayoría de los que hacen práctica independiente también construyen sus propias obras. (¿Alguien sabe si el Colegio de Arquitectos maneja este tipo de datos?)
Volviendo al tema de la Innovación, si bien se reconoce que una de las fórmulas para generar valor agregado en los proyectos de todo tipo es mediante la innovación, y al constatar que las oportunidades para innovar en arquitectura son escasas, me parece que queda clarísimo por qué todos los edificios del centro de Santiago son como son, o por qué las casas de la periferia se repiten idénticas por miles desde hace muchos años… al igual que los malles, y un largo etcétera.
El otro día alguien me preguntó que por qué sólo un porcentaje ínfimo de los arquitectos en Chile se dedica exclusivamente al Diseño en Arquitectura… me parece que poco a poco nos va quedando claro.
Este es el primero de una serie de artículos donde trataremos la relación entre Innovación y Arquitectura.
Referencias e Imágenes: http://anarchitecture.blogspot.com/2007/04/limited-creativity-value-of-innovation_13.html
