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Arquitectos: Jô Vasconcellos
- Año: 2012
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Fotografías:Junia Mortimer
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Proveedores: Usiminas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La ciudad de Salinas, ubicada en el interior de Minas Gerais, es una de los principales fabricantes de cachaça artesanal en Brasil. Havana, una de las cachaças más reconocidas en todo el mundo, entre otras, se realiza en esta ciudad. Salinas, en la región Norte del Estado, es uno de los principales exportadores de esta bebida. En Salinas el clima es cálido durante todo el año. Estas son las razones por las que el Gobierno del Estado de Minas Gerais ha elegido a Salinas como el lugar del Museo de la Cachaça.
Tratamos de hacer un proyecto que reflejara la voluntad de la población para albergar el Museo de la Cachaça. Por lo tanto, la implementación y organización espacial deben contribuir de manera significativa a la transformación de las áreas urbanas de los alrededores, aprovechando tanto la tan querida socialización, como la creación de nuevas e inesperadas percepciones de la zona de acuerdo con el nuevo espacio público.
El edificio es una continuidad de volúmenes que crean una gran y acogedora plaza que está abierta a la comunidad local y redime el aspecto público y el compromiso social que un museo debe llevar al dar la bienvenida a los ciudadanos. Además, debe ser un edificio que requiera de poca inversión y un mantenimiento económico. Su visión inusual y sorprendente tiene la intención de generar una experiencia de asombro, destacando la imagen del museo en el paisaje a gran escala.
El discutido calendario de ejecución de las necesidades se logró plenamente a través de un plan común creado entre los distintos profesionales que trabajan en el proyecto. Se definió una ruta lineal que está llena de sorpresas. Esta ruta cuenta con diferentes formatos y estilos que se crean a través de la utilización de técnicas espaciales y museográficas, destinadas a hacer posible un proceso dinámico de interacción entre los visitantes y los objetos.
Las líneas rectas, superficies planas y bloques sólidos se han utilizado como elementos significativos y definitorios del nuevo paisaje. El espacio se recrea y la percepción se altera a través de la búsqueda de espacios de transición, diferentes escalas, áreas abiertas, y llenos y vacíos. Los recintos cumplen con las exigencias museológicas y varían en longitud, anchura y altura. La volumetría refleja exactamente estas necesidades y establece las conexiones entre ellas. Los volúmenes están construidos con mampostería de gran espesor con acabado irregular siguiendo la arquitectura tradicional de la región.
La construcción simple sostiene cierta complejidad espacial. Sus volúmenes reaccionan a la luz y al calor. Con el fin de minimizar la difusión del calor, las paredes son gruesas y las dobles losas crean un colchón de aire, donde se puede instalar el equipo técnico de última generación utilizado en el museo.
La zona multifuncional se articula a través de un área de circulación continua y en sombra, que funciona como un punto de transición entre el exterior y el interior del edificio. Esta zona es bastante necesaria en lugares de clima cálido. Con diferentes proporciones, el proyecto crea un expresivo efecto de luces y sombras, a través del uso de elementos de hormigón tallado que permite una semi-transparencia y abundante ventilación. Esta trama da cierta continuidad a las áreas sólidas de exhibición como si estas construcciones sólidas fueran fragmentándose hacia la zona externa - una cuadrada pérgola sombreada. En estos espacios la diferencia entre el exterior y el interior se mantiene un poco difusa.
Más allá de los espacios parcialmente abiertos, hay salas de estar, una plaza, patios, terrazas, y un anfiteatro con pérgolas, que se alternan con áreas abiertas y bodegas de madera, que pueden proporcionar más privacidad y áreas sombreadas, de acuerdo con las actividades a desarrollar, tales como clases, talleres , etc. Estas son áreas multifuncionales, donde fluye el viento, sin existir una delimitación arquitectónica rígida entre el edificio y el suelo.
La intención es hacer de la zona un oasis de luz, sombra, comodidad y un punto de encuentro para el conocimiento y el disfrute. La vocación ecológica del edificio puede ser vista a través de sus características de construcción. La estricta selección de materiales es adecuada para los espacios de exposición y su identidad con el fondo local. El edificio se apropia del gigantismo de la escala a través de la ocupación total del área longitudinal. El proyecto de paisaje complementará la idea a través de la utilización de especies locales de gran tamaño que proporcionarán esas zonas de sombra tan deseables.