Descripción enviada por el equipo del proyecto. Un grupo de diferentes instituciones educativas y de atención para niños y adolescentes de 4 a 18 años de edad, ha formado un verdadero distrito escolar propio en el centro de Dornbirn. Dornbirn tiene un enfoque integrado de la educación especial, y en consecuencia a erigido un edificio independiente para los niños con discapacidad grave, reemplazando al edificio anterior, que se encontraba en ruinas y cuya estructura básica además, había quedado anticuada desde hacía años. Un pequeño gimnasio, construido a finales del siglo 19, se transforma en la piedra angular distintiva de los terrenos de la escuela. El nuevo edificio libera el gimnasio y se fusiona con la construcción histórica, contraria en términos de relación con el espacio público inmediato y el paisaje urbano general del entorno. Un patio de clases se establece en conjunto con la escuela primaria vecina, generando una transición espacial sutil al lado oeste de la escuela de enseñanza media.
Las salas de clase y de grupos, en los tres pisos superiores, se distribuyen densamente en torno a un patio interior central. Las circulaciones de los alrededores, son zonas amplias y luminosas, para jugar y hacer ejercicio, y sus vanos cercanos a la techumbre, no sólo ofrecen una maravillosa vista del exterior, sino también abren vistas interiores. Los grandes marcos de las ventanas en las salas de grupo, observan lo mejor de los entornos urbanos y naturales. El atrio desemboca en un patio cubierto en la planta baja y provee de suficiente luz al gimnasio que se encuentra en el sótano, a través de la abertura adicional proporcionada por las escaleras de emergencia inteligentemente dispuestas.
El impecable hormigón a la vista, fue moldeado con precisión, y genera el contrapunto ideal a la interacción de paneles de contrachapado de abedul y las superficies de color dentro del edificio. El color verde, simbólico de la vida, impregna el proyecto en matices sutilmente coordinados en paredes y pisos, ilumina las habitaciones y varía las tonalidades dependiendo de la dirección y la iluminación. Acentos de color rojo y naranja se utilizaron en el mobiliario, y el suelo de linóleo de color rojo en el auditorio y la sala de profesores, adquieren el significado de un espacio de refugio y comunicación. Una tonalidad blanca, suave y pedregosa, neutraliza el ambiente en las habitaciones de educación especial.
La eficiencia energética utilizada es de primera línea; la ventilación controlada, lo compacto de la estructura y la calidad de los materiales utilizados, garantizan valores óptimos. Las proporciones, la direccionalidad consciente de la luz y la atención, el concepto del color y la calidad de la construcción, se combinan para lograr una totalidad espacial coherente, que a lo menos, armoniza y otorga un poco de estructura al mundo de los niños y adolescentes con discapacidades graves, mientras que de forma simultánea los inspira.
