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Arquitectos: Architecture Show
- Área: 129 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Toshihisa Ishii
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El sitio de construcción es una larga y estrecha franja de tierra entre una carretera litoral y un acantilado. El concepto clave del diseño, además de asegurar un espacio de vida suficiente, era armonizar con el entorno natural que lo rodea.
El terreno se encuentra dos metros por debajo del borde de la carretera, y la pendiente natural del terreno se utilizó audazmente sin intentar reestructurarla. El edificio tiene una forma muy estética que hace que parezca flotar en el aire. El lado norte frente a la carretera es plana y simple. Al acercarse a la casa en auto, la forma blanca de la parte oeste del edificio se vuelve gradualmente más grande, y refleja la luz del sol.
No hay ventanas en los lados del edificio. Está diseñado para que desde todas las ventanas sólo el mar sea visible. En la casa horizontal, el cielo azul y el mar justo en frente de ella, pertenece a la familia que vive en ella. La atención se vuelve al sonido de las olas del mar, creando una experiencia de vida relajante. La casa no está en el medio de la ciudad pero sí en un entorno natural único, por lo que el arquitecto diseñó la casa para traer a los residentes los beneficios de ese entorno a través, tanto de la elección de los materiales como del diseño general. Para no estropear el paisaje se requirió de un diseño que fusionaba el edificio con su entorno.
Naturalmente, el diseño tenía que proporcionar la funcionalidad de una casa residencial. El primer piso de la casa horizontal, que sirve como área de estacionamiento, se construye en hormigón armado, mientras que la segunda planta, parte de la cual funciona como una oficina, así como el living y comedor en el tercer piso, es de una estructura mixta de madera y hormigón armado. Como no hay línea de visión en las cuatro direcciones,las aguas pluviales se recogen dentro de la estructura con un pendiente de cubierta en forma de V.
La casa soporta vivir cara a cara con la inmensidad de la naturaleza, a veces suave y a veces de forma feroz. Es cierto que el propietario ha llegado a amar la rica variación del clima japonés, aún más después de haber vivido en la casa.
Originalmente publicado el 14 de agosto de 2014.