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Fotografías:Peter Clarke
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El nuevo proyecto residencial Elenberg Fraser, perfectamente posicionado en el borde del distrito financiero de Melbourne, crea un pueblo vertical que sigue una historia de ascenso y trascendencia, inspirado en los antiguos mitos del ángel Metatron (o Enoch o Elíjah) y la Caja de Pandora.
La volumetría de este proyecto es crucial para su diseño. Dividido en una serie de seis torres blancas de hormigón de distintas alturas, y vinculados por un núcleo de ascensor central, su perfil de 33m refleja el horizonte de Melbourne, generando una ciudad dentro de la ciudad, una silueta yuxtapuesta a su contexto geográfico.
Los edificios están revestidos con plumas de Metatron, en los niveles más bajos algunas plumas sueltas envuelven rodeando los cuatro lados del podio, formando un tamiz de sombra alrededor de los cristales y el bronce.Los niveles superiores de la torre colindan con paneles de hormigón blanco que también imitan formas de plumas, otorgándoles una interesante textura. Los balcones están retraídos de la superficie de la fachada con el objetivo de obtener una lectura completa.
Las plumas inducen a mirar hacia el cielo, las aldeas verticales del 33M culminan en una gran variedad de espacios de socialización compartidos en la parte superior de cada torre, entregando a los residentes la comodidad de un departamento con un inesperado lujo espacial. Hay cuatro áreas de jardines en la azotea, diseñadas en colaboración con Oculus, que tienen muros verdes, terrazas para tomar sol y una piscina; se puede aprovechar al máximo las preciosas horas de luz, ya que los diferentes jardines reciben la luz del sol en diferentes periodos a lo largo del día. Otras áreas de la azotea incluyen una sala de spinning, donde se puede pedalear hacia el horizonte, dejando las preocupaciones del día detrás, así como un lujoso comedor privado con fabulosas vistas panorámicas. Esta zona es perfecta para entretener a grandes grupos, que se completa con un paseo articulado al área destinada a tomar sol por la tarde. La activación de los tejados como espacios habitables completa la organización social de las villas verticales del 33M.
Al entrar en el vestíbulo se abre la caja de Pandora, y ascender se transforma en trascender, mientras infinitos espejos generan la sensación de un cuerpo suspendido en el espacio. La impresión general es de una caja agrietada, en la que el bronce y los patrones de luz, forman una ruta a través de las oscuras profundidades. Los departamentos en sí son de color blanco y bronce claro. Son adaptables, ya que sus puertas correderas permiten la reconfiguración del espacio, los residentes pueden elegir si integran la habitación frontal al resto de los ambientes.
33M otorga la perspectiva de vista vuelo de pájaro y la conveniencia del estilo de vida de lujo en el centro de la ciudad, con los equipamientos de una casa o de un gran complejo habitacional. ¡El cielo realmente es el límite aquí!
