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Arquitectos: Batlleiroig
- Área: 8360 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Jordi Surroca
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Calafell es uno de esos pequeños pueblos a lo largo de la costa de Catalonia que, con el pasar de los años, ha dejado de ser solamente un balneario de veraneo, para volverse activo durante todo el año, con un creciente número de residencias primarias.
En 2007, empezamos a trabajar en un proyecto para agrupar, en el barrio de "la playa de Calafell", una serie de equipamientos para los nuevos residentes que la ciudad ha ganado. Un nodo que se ordenaría a partir de un centro preescolar, una escuela infantil y primaria, un centro cívico y una biblioteca, que estaban conectados con el mercado para convertir un estacionamiento existente sobre-tierra en un pulmón cívico y social de Calafell.
A pesar de la crisis económica, ha sido posible la construcción de uno de estos elementos, y hoy parece que el plan inicial todavía se puede lograr, en previsión de épocas de mayor prosperidad para completar la red de equipamientos previstos inicialmente.
El nuevo mercado municipal está situado junto al ya existente que había quedado obsoleto, con la mayoría de sus puestos de venta no utilizados y que no podía satisfacer las demandas comerciales de hoy en día.
El diseño de la instalación es muy simple y responde a las posiciones de los dos inquilinos principales: los vendedores ambulantes y los supermercados. Después de largas conversaciones con las distintas partes, se decidió ubicar la gran superficie comercial en el sur de este sitio, más cerca de la línea de ferrocarril, y los puestos de venta en la parte norte, conectados a una futura plaza que ocupará el lugar del antiguo mercado.
En el centro del edificio, entre sus dos ocupantes principales, una calle interior permite a los clientes cruzar el mercado de este a oeste, desde la calle por un lado a la plaza con las futuras instalaciones. Esta céntrica zona se distingue por una gran claraboya en sentido longitudinal a través de un espacio de 9 metros de altura, interrumpiendo la sección continua del edificio.
Esta larga claraboya proporciona el espacio central con luz natural, mejora la ventilación durante los meses de verano y se manifiesta en las fachadas del mercado, tomando la forma de dos toldos de medio punto y dos porches en cada extremo.
Los puestos de venta y servicios han sido establecidos de manera que los primeros tramos (en las fachadas este y oeste) albergan las instalaciones, los servicios y el transporte vertical, liberando los espacios centrales para el comercio y la fachada norte para puestos al aire libre que, en el futuro, interactuarán con la plaza.
En términos constructivos, el proyecto utiliza materiales industrializados sin comprometer la calidad, tales como el hormigón prefabricado con superficie ondulada que se utiliza como un zócalo para el mercado. El hormigón prefabricado toma la forma del material que alberga el área de ventas: la chapa de acero corrugado se utiliza como encofrado para los paneles prefabricados, dando al edificio una imagen global unitaria.