Arquitectura y Paisaje: las cubiertas verdes del Museo del Acero Horno 3, un ícono de la industrialización en México

El Museo del Acero Horno 3 nace de la intención de rescatar la estructura original del último horno de fundición de acero de la Fundidora que dio origen al Monterrey Industrial. El diseño involucra arqueología industrial y diversas estrategias sustentables como el uso de materiales reciclables de acero encontrados en el sitio y la cosecha y reciclaje del agua de lluvia.

El proyecto paisajístico, desarrollado por el estudio mexicano Harari Landscape Architecture (bajo la dirección de la destacada Claudia Harari) en colaboración con Grimshaw (diseño y la supervisión arquitectónica en la fase de construcción) se basa en la narrativa del proceso de la manufactura del acero desde la extracción del mineral de acero en la mina hasta su fundición en un producto terminado. Además de la arquitectura exterior y de las plazas y fuentes, una parte importante del proyecto consiste en sus áreas de techos verdes. Particularmente interesante es el techo verde de tipo “extensivo” de 700 m2, ubicado en sobre la estructura de acero circular, formando una superficie plegada de secciones triangulares plantadas con sedums; volviéndose este techo verde en un símbolo y máximo exponente del proyecto. Otros 1,000 m2 de techos verdes de tipo “intensivo” son cubiertos con pastos nativos. Juntos representan un área de 1,700 m2, constituyendo uno de los techos verdes más grandes en América Latina y el único con esa geometría tan particular.

Conoce más detalles de arquitectura y paisaje a continuación. 

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ANTECEDENTES HISTÓRICOS
de Horno a Museo de Clase Mundial  

Durante 86 años, la ciudad entera escuchó diariamente el sonido del silbato de cambio de turno en Fundidora Monterrey. Si Monterrey era el corazón industrial del país, esta empresa era la sangre que irrigaba prosperidad a la región, detonante de la cultura de trabajo que a la fecha distingue a la ciudad y se le reconoce más allá de las fronteras. El gran motor de la Maestranza, como también se conocía a Fundidora Monterrey, fue el Horno Alto No. 3, el último de los hornos construidos en el parque industrial que inició operaciones en 1968 y por sus dimensiones, alcance y capacidad, aunado a su tecnología de vanguardia, lo hicieron la unidad más grande y moderna de Latinoamérica.

La función principal del Horno Alto No. 3 era obtener arrabio o hierro dulce, el cual era enviado a otro proceso que lo convertía en acero. La materia prima para la fundición era el mineral de hierro, el coque y la piedra caliza. Por diversas circunstancias, la planta productiva de Fundidora cerró sus operaciones en 1986, sin embargo, sus naves, hornos y numerosas estructuras, aunque no todas evidentes a la vista, conformaban un poderoso y significativo paraje industrial, cuya identidad histórica, cultural y arquitectónica lo hacían un lugar único.

El “Gran Motor de la Maestranza” Fundidora Monterrey en operación.. Image © Harari Landscape Architecture

Dada la importancia simbólica y cultural del parque industrial, una vez terminado el proceso legal del cierre, el Gobierno de Nuevo León concretó los trámites para obtener la donación del terreno por parte del Gobierno Federal y hacerlo parque público.

El lugar tenía todo para convertirse una vez más en un sitio emblemático para la población regiomontana: una ubicación céntrica, enormes espacios, áreas verdes y una gran carga histórica y afectiva. Pero lo que sobresalía de manera un tanto sorpresiva para propios y ajenos, era la belleza estética inesperada de aquellos edificios industriales, cuya función en el pasado habría sido muy significativa. Sin embargo, mientras se definía un instrumento para darle orden al predio y definir su futuro, la riqueza de este sitio industrial sufría el deterioro y desmantelamiento propio de unas instalaciones en abandono, que estaban muy lejanas ya de la grandeza con que nacieron.

Finalmente se estableció un decreto que permitió darle certidumbre al presente y futuro de las antiguas instalaciones fabriles bajo el esquema de un museo de sitio de arqueología industrial, del cual surgirían las primeras propuestas para crear un museo, aunque no fue hasta el año 2001 cuando se empezaron a formalizar algunas iniciativas, pero por diversos factores nunca llegó a concretarse. Más tarde, en el año 2005 se conformaron los comités de historia, arquitectura, construcción y técnico, con especialistas de cada área, así como el de procuración de fondos, todos ellos con un papel muy relevante en el desarrollo del concepto, restauración y construcción del museo. 

© Harari Landscape Architecture

La poderosa idea integradora de este esfuerzo era preservar el legado histórico, científico, tecnológico y social de la producción del acero, al rescatar este ícono de la industrialización en México por medio de su total restauración y convertirlo en un símbolo para la ciudad y para México. 

Con la información recolectada en la etapa de investigación, aunada a una detallada planeación, el equipo trabajó arduamente en un proceso creativo que los llevaría a la definición del carácter del museo y al diseño de sus exhibiciones. La metodología que se utilizó para esto comenzó con la definición del alcance del proyecto, seguido de la elaboración de un plan que detalla los mensajes y las experiencias deseadas para el visitante. Finalmente, se abordó el diseño de los ambientes, las exhibiciones y cómo se llegaría a cada una de las experiencias definidas en la planeación.

© Harari Landscape Architecture

Un recinto de la naturaleza del Horno Alto No. 3 sin duda tenía numerosas historias que contar. Aunque en sus mensajes se incluían desde datos históricos hasta científicos, era necesario que todos ellos giraran en torno a un objetivo común para así contar una historia con diversos matices. Después de un arduo trabajo de investigación se definió que Museo del Acero Horno 3 sería un centro de ciencia y tecnología con el objetivo de promover en los jóvenes el interés por las ciencias. El pilar que uniría los contenidos sería el proceso de fundición del hierro y las tecnologías de producción y transformación del acero, el cual sería mostrado de manera interactiva y envolvente.

Para ello, el recorrido brindaría al visitante una experiencia amena y didáctica que lo acerca a las ciencias, dentro de un edificio histórico único, de gran significado y profundas raíces regionales. El Museo del Acero Horno 3, íntimamente ligado a la identidad de la ciudad, honraría además la dedicación y trabajo de todas las personas que han sido parte de esta industria, desde el nacimiento de Fundidora hasta la actualidad. 

Elevación

Entre los múltiples aspectos que hicieron único el proceso de creación de este ícono para la ciudad, destacan la restauración, que es considerada parteaguas en la arqueología industrial en México, así como su innovadora museografía, los cuales cuentan de manera, clara, entretenida y contemporánea historias, procesos y conceptos, utilizando recursos atractivos y envolventes para personas de todas las edades . Su diseño de paisaje es único,  inspirado en la narrativa de los procesos del acero, es innovador en la introducción de conceptos de reciclaje, paisaje industrial y techos verdes. 

Muestra de esta modernidad en el diseño, sobresalen elementos innovadores y de manufactura única que, al tiempo que refuerzan la personalidad del recinto, lo proveen de un carácter vanguardista que, con la fuerza de la historia pasada y el conocimiento del presente, mantiene una visión al futuro y sus posibilidades. Basta con observar la estética e innovación de la escalera helicoidal de color amarillo que se encuentra al centro del museo, o el impactante techo de la Galería del Acero, que se convierte en un jardín que adorna el exterior del segundo nivel del edificio.

© Paúl Rivera

La conciencia ecológica y la responsabilidad social están inmersas en la estructura y concepto rector del museo. La arquitectura del edificio cuenta con elementos que ayudan a la sustentabilidad, tales como un sistema de climatización por desplazamiento, bancos de hielo, calefacción hidrónica, techos de tierra que funcionan como aislantes, sistemas de recolección de agua de lluvia, reciclaje de aguas grises para inodoros y uso de equipo y grifería reductores del consumo de agua. 

También se utilizaron cristales duovent con especificación Low Wind, así como louvers o tejas metálicas en muros y techos que permiten un colchón de aire que ayuda a que el sol no incida directamente en las paredes, aislando de esta manera el interior del recinto. El arduo trabajo de un equipo multicultural y multidisciplinario dedicado en cuerpo y alma a este proyecto, aunado a una sociedad que lo impulsó incondicionalmente, han hecho historia en un recinto de clase mundial con características sin precedente, que une lo mejor del pasado, presente y futuro.

© Paúl Rivera

RESCATE DEL HORNO ALTO No. 3
Patrimonio cultural arquitectónico de México

Las obras arquitectónicas son legados históricos que nos han heredado nuestros antepasados y constituyen nuestro patrimonio. Por su importancia histórica y cultural, y por ser protagonista de una era, el Horno No. 3 fue declarado en 2001 patrimonio cultural arquitectónico de México y esto, aunado a la definición de su nueva vocación, hacían de su restauración total una necesidad inminente. 

El proyecto en cuestión fue parteaguas en el ámbito de la restauración de monumentos arquitectónicos de índole industrial en el país. Si bien México tiene edificios históricos barrocos y ruinas antropológicas de gran antigüedad y valor arquitectónico y cultural, se puede decir que la trayectoria de la restauración de sitios arqueológicos industriales comenzó con la restauración del Horno Alto No. 3 de Fundidora. 

© Harari Landscape Architecture

La labor de los comités de historia y técnico del museo, se fortaleció con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, cuyos expertos en técnicas y procesos de restauración participaron en todo el proceso de construcción y reactivación del edificio. 

Mientras que la restauración en edificios hechos con materiales como piedra, adobe, madera o cemento, busca renovar la apariencia de los materiales conservando las técnicas originales, en este edificio hecho de acero, era importante conservar el aspecto que el tiempo y los arduos turnos de trabajo habían dejado en él. 

El objetivo principal de la restauración era conservar el edificio lo más cercano a su aspecto original, asegurar sus estructuras para reutilizarlas y protegerlo de la corrosión y el desgaste del tiempo. La misión no era cubrir la apariencia del metal, sino simplemente protegerlo de la corrosión. Se buscó que en la restauración se pudiera distinguir lo nuevo de lo viejo sin exagerar, sin dañar la imagen general y confiando en la perspicacia del espectador para percibir las diferencias. Por otro lado, era también de suma importancia que el diseño del paisaje se integrara a los espacios y edificios colindantes al Horno.

© Harari Landscape Architecture

El criterio de restauración de estructuras con valor patrimonial se basa en las siguientes directrices:

  • Estabilización estructural y seguridad del visitante.
  • Mínima intervención.
  • Conservación de la estructura, acabados originales y patina.
  • Prioridad a los elementos originales antes de cualquier agregado cuya función fuese meramente decorativa.
  • Distinción entre los elementos nuevos y los originales.
  • Separación de elementos de la estructura original.

Al cerrar Fundidora, desafortunadamente algunas de sus instalaciones fueron desmanteladas, e incluso fueron presa e actos vandálicos, durante lo cual se retiraron algunas tuberías de su base y de las mayor parte del sistema de enfriamiento de la coraza, en su mayoría hecho de cobre. Se logró regresar nueve de los veinte tubos de soplo a sus posiciones originales. Asimismo, se realizó un exhaustivo trabajo de investigación de productos para encontrar un recubrimiento que protegiera y mantuviera la apariencia original de los múltiples elementos de metal.

Se buscaba también no provocar daños en el medio ambiente, por lo que los materiales no debían ser nocivos para la ecología. El material utilizado fue un poliuretano transparente resistente a la intemperie y a base de agua para evitar reacciones químicas con los acabados anteriormente utilizados en el edificio. Se aplicaron casi 50,000 m2 de recubrimiento.

© Harari Landscape Architecture

LA EVOLUCIÓN ARQUITECTÓNICA DEL MUSEO
El diseño arquitectónico

El comité de arquitectura eligió por unanimidad que la compañía inglesa Grimshaw sería la encargada de elaborar el diseño arquitectónico del Museo del Acero Horno 3. Los principios de diseño del proyecto son: el equilibrio, se busca una respuesta balanceada al carácter, proporción y condición del medio social; la comunidad, se considera que un edificio exitoso es aquel en el que sus ocupantes se encuentran felices y cómodos, no sólo en el entorno arquitectónico o ambiental, sino con los usuarios de otros edificios, y el principio de arquitectura preformativa en donde todos los detalles soluciones y conceptos tienen una función específica. 

Los materiales fueron otro componente clave. La correcta selección de los mismos debías incluir la capacidad de conservar la apariencia original de las superficies, así como su protección. Además, lo nuevo debía construirse en armonía con lo antiguo y se buscó ser consistentes en la utilización del acero. También fue importante buscar la flexibilidad y que el edificio pasara la “prueba del tiempo”, para lo que el proyecto debí considerar por una parte la calidad y la excelencia en los detalles, y por otro su funcionalidad y adaptabilidad.

Construcción. Image © Harari Landscape Architecture

UN EDIFICIO FUNCIONAL Y SUSTENTABLE
Innovación tecnológica

En la actualidad, el cuidado del medio ambiente debe estar implícito en todas nuestras actividades y la arquitectura no es la excepción. El proyecto arquitectónico del Museo del Acero Horno3 tomó en cuenta la sustentabilidad del edificio desde sus nuevas estructuras, hasta los sistemas de aire acondicionado, captación de aguas y drenaje.

Un factor importante al momento de definir la arquitectura del museo, fue el clima de la región, sobre todo tratándose de una ciudad como Monterrey, afamada por su temperatura extremosa, sus largos períodos de calor y la ausencia cíclica de lluvias. 

El área originalmente no estaba diseñada para estar cerrada y menos climatizada, los techos eran demasiado altos y los espacios abiertos. En un sistema tradicional de aire acondicionado los ductos se encuentran en el techo y se inyecta el aire empujándolo hacia abajo donde están las personas. Dado que el aire caliente tiende a subir, y el techo de la nave es muy alto, el aire frio requeriría de más presión para llegar a las personas, lo que equivale a más energía. 

© Harari Landscape Architecture

Con la conciencia de lograr la sustentabilidad mediante el ahorro de energía y el eficiente uso del aire acondicionado en todo el museo, se tomó la decisión de implementar un sistema de climatización por desplazamiento. En él, aire frío se inyecta por abajo a una velocidad lenta y a una temperatura mayor, éste entra en el espacio mediante difusores de piso, en muros u otras terminales. 

El efecto de desplazamiento sucede cuando, por convección el aire se eleva en el espacio, tomando consigo contaminantes y bióxido de carbono fuera del área ocupada y hacia el techo. El sistema ayudó a disminuir el consumo de 600 a 240 toneladas de refrigeración, al elevar la temperatura del aire suministrado al tiempo que provee de aire limpio y fresco sólo en el área ocupada, hasta 3 metros de altura, a diferencia de hacerlo en el volumen total del mismo.

Tomando en cuenta el clima de Monterrey, en donde el sol está presente casi todo el año, se colocaron paneles de rejilla o louvers con el propósito de evitar la incidencia de rayos solares directos sobre la fachada, evitando con esto que el calor irradie al interior. Por otro lado, las áreas nuevas se diseñaron con grandes ventanas para aprovechar la luz natural, y los vidrios son doble con gas argón en el centro y el cristal exterior con una capa protectora de Low wind para proteger la entrada de los rayos ultravioleta y disminuir el efecto del calor y frío externos. Esta fue otra manera de reducir la cantidad de energía necesaria para iluminar y climatizar el lugar.

Diagrama

UN DISEÑO INTEGRADOR
El concepto de diseño del proyecto de paisaje 

El museo fue creado basado en la recuperación y reutilización de la estructura original de la fundidora de acero, la cual fue rescatada y restaurada  completamente para el disfrute de los usuarios. Las galerías del museo narran la historia de la producción de acero con el fin de que tanto las generaciones que recuerdan la historia del sitio así como los visitantes que no están conscientes de la industria que forjó y dio forma a la ciudad industrial de Monterrey, conozcan esta parte importante de la ciudad. La línea principal de pensamiento que dio origen al diseño del edificio involucra tanto la arqueología industrial como la sustentabilidad.

De la misma manera, los principios y las directrices de sustentabilidad son el núcleo del diseño del paisaje del Horno 3. Mediante la propuesta de reutilización de materiales y artefactos industriales encontrados, así como con la incorporación de nuevas tecnologías verdes que trabajan en conjunción con la arquitectura y el paisaje, el diseño crea espacios para exhibiciones exteriores ligadas al edificio pues interpretan los usos históricos celebrando al mismo tiempo oportunidades artísticas para el futuro. 

© Harari Landscape Architecture

La historia de la producción de acero es el elemento principal y el hilo conductor en la narrativa del diseño paisajístico. Gran parte del acero que se obtuvo del sitio se utilizó ampliamente para ayudar a definir las plazas públicas y a delinear fuentes y terrazas ajardinadas. Objetos y maquinaria de acero descubiertos durante la excavación se incorporaron al diseño como huellas en los jardines que rodean al edificio. 

Diseño conceptual. 

Los espacios exteriores del Horno 3 constituyen un 50% del área que el museo ocupa dentro del parque. El diseño de paisaje tiene como objetivos:

  • Conectar el edificio con el paisaje a mayor escala, tanto dentro como fuera del parque mediante ejes y líneas de visión que salen del edificio o entran a él desde el exterior.
  • Reconectar al edificio con ejes que hacen referencia a la historia del lugar.
  • Lograr un equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo. 
  • Procurar el reciclaje de materiales.
  • El paisaje se concibe como un proceso  experiencia espacial y de aprendizaje. Se atiende la condición de los bordes del museo y la transición del espacio público al espacio privado.

Planta

El proyecto presenta un diagrama espacial (Figura 10) basado en los tres niveles de lectura del edificio que fundamentan el diseño arquitectónico:

  • ESTRUCTURA: arboles, muros, volúmenes de tierra.
  • OBJETOS: lugares, plazas, techos.
  • FILIGRANA: canales, andadores, materiales, texturas

Concepto

ELEMENTOS EN EL DISEÑO PAISAJÍSTICO
Bordes como elementos de reciclaje

El paisaje como recorrido y sucesión de experiencias incluye importantes  recorridos  al exterior de las estructuras del Museo. 

Los bordes ofrecen entonces oportunidades para el reciclaje de materiales encontrados que por su interés visual, color y textura constituyen formas casi escultóricas de dar privacidad y crear espacios o cuartos ajardinados exteriores para exposiciones varias.

Elementos

El muro de rieles se forma a base de paneles de rieles de ferrocarril unidos por el calor y la escoria derretida, encontrados enterrados en el sitio. Se sostienen enteros sobre el nivel del suelo, unidos a placas de acero ancladas en una zapata corrida de concreto. En su interior se encuentran los cuartos verdes para exposiciones de arte.

La reja perimetral de la parte norte, a base de tubo de acero de sección circular, serpentea  y se inclina de forma irregular para confinar el patio de exhibiciones al noreste del terreno del museo.

Detalle

Techo verde: elementos vivos del paisaje

Dos tipos de techos verdes integran al edificio y sus galerías subterráneas con el paisaje que lo rodea:

  • TECHO VERDE - INTENSIVO: constituye parte de los volúmenes o bordes en el diagrama espacial del proyecto. La selección vegetal busca representar o transmitir la sensación del sitio en su estado natural o silvestre, un campo de pastizales nativos. Es el origen del proceso del acero, el lugar donde se encuentra la mina y donde se extrae el mineral de hierro, de carácter natural y sin refinar.
  • TECHO VERDE - EXTENSIVO: se concibe como uno de los lugares u objetos en el diagrama espacial del proyecto.  Es un objeto en el paisaje, construido  pero vivo. La selección de sedums responde a requerimientos de baja altura para mantener el aspecto impecable y ordenado de un tapiz o tapete vivo que a base de 3 cambios de color y textura enfatiza las formas diamantadas y geométricas que conforman los diferentes planos de los -pétalos- de la cubierta poliédrica.

Cubierta Verde

Aspecto Técnico.

TECHO VERDE – INTENSIVO 

  • Se construye sobre la cubierta plana de losa-acero.
  • Área total: 1000 m2 aproximadamente
  • Espesor total de 500 mm aproximadamente incluyendo todas las membranas impermeables, aislamiento térmico y sustrato para plantar.
  • Es un jardín accesible al tráfico peatonal
  • Es plantado a base de pastos nativos o zacatones (Eragrostis curvula) a una densidad de 10 pz/m2 aproximadamente.

© Harari Landscape Architecture

TECHO VERDE - EXTENSIVO 

  • Se construye sobre la cubierta de acero poliédrica (CAP)
  • Área total: 700 m2 aproximadamente
  • Espesor total de 210 mm incluyendo todas las membranas impermeables, membrana de drenaje, aislamiento térmico y sustrato para plantar.
  • Es un jardín no accesible a tráfico peatonal pero visible de cerca desde la terraza central.
  • Es plantado con sedums de tres tipos (sedum grisaceum, sedum paquifitum y sedum morenense) para un total de 55,000 piezas sembradas a una densidad de 70 pz/m2.

La selección de especies vegetales se basa en bajos consumos de agua, alta resistencia a las temperaturas locales y mínimo mantenimiento.  El coeficiente de  reducción  de  temperatura de las losas, gracias a la presencia del sustrato y plantas, es de aproximadamente 30 grados medidos debajo de la capa verde, arriba de las capas aislantes e impermeabilizantes.

Diagrama

La presencia simbólica del agua

Además de la cuestión sustentable de reciclaje y reutilización de agua en el edificio. la presencia del agua en el paisaje del Horno 3 se asocia al agua en los procesos de enfriamiento del material caliente y se manifiesta con fuentes de muy  bajos consumos de agua y evaporación en su funcionamiento.

Las dimensiones y modulación de los pavimentos de la explanada de acceso, así como la de las fuentes, responde a la modulación que rige la estructura del nuevo edificio de acceso.

Diagrama

FUENTE DE VAPOR: constituye el punto focal de la explanada de acceso y simboliza la materia prima que da inicio al proceso de la fabricación del acero, y al recorrido por el Museo.  Sus bordes de acero óxido sugieren una incisión en el pavimento de la explanada que parece abrir una ventana al pasado, hacia los sustratos de grava de mineral de hierro listas para ser llevadas al interior del horno.   Dieciséis rocas de mineral de hierro de tamaño gigante traídas directamente de las minas de Durango.

FUENTE CANAL: constituye el borde sur que acompaña los recorridos de los visitantes entre la explanada principal y el acceso al elevador a la cima del Museo. De carácter lineal, es un eje que conecta al Museo con su entorno natural y fuga las perspectivas hacia el paisaje. A base de escalones invertidos de placa de acero y concreto que siguen la modulación del pavimento,  recuerda los canales de flujo del arrabio líquido. Su lámina de agua de apenas medio centímetro de espesor minimiza el consumo de agua y la evaporación, y es suficiente para dar la sensación de agua que viaja de oriente a poniente hasta perderse en un área deprimida del terreno natural que rodea el Museo.

Agua

EL MUSEO DE ACERO HOY
En donde modernidad y entretenimiento se unen

El Horno Alto No.3 de Fundidora es el único horno alto restaurado en el mundo que alberga un museo dedicado al acero en sus entrañas. El proyecto requirió una rigurosa planeación, soportado por una gran organización y disciplina del área encargada de la construcción del recinto, lo que permitió el óptimo control, programación y seguimiento de más de 1,100 actividades y hasta 60 empresas naciones e internacionales involucradas. Aunque el museo tuvo hasta 300 personas trabajando simultáneamente en su construcción, se logró un récord de cero accidentes gracias al cuidado minucioso y permanente en el área de seguridad. 

© Harari Landscape Architecture

El  Museo del Acero Horno3 alberga un Centro de Ciencias moderno y entretenido que es a la vez homenaje universal al trabajo y esfuerzo del ser humano. El resultado de un gran trabajo en equipo en el que todos los especialistas involucrados tomaron parte activa de manera simultánea en las decisiones del día a día, fue la creación de un Centro de Ciencias único en su tipo. En él se concilia arquitectura e ingeniería, historia y aventura, ciencia y cultura, sustentabilidad y estética, todo ello con el apoyo y empuje del gobierno, la sociedad y la industria. 

© Harari Landscape Architecture

El Museo del Acero Horno3 del Parque Fundidora ha logrado revivir de una manera moderna y entretenida el interés por las ciencias, despertando en las nuevas generaciones la fascinación por la trasformación de los materiales y sus múltiples funciones.

Arquitectura: Grimshaw Architects, N.Y.
Arquitectura del Paisaje: Harari Landscape Architecture
Ubicación: Parque Fundidora, Monterrey, Nuevo León, México
Año Proyecto: 2008
Equipo: Silverio Sierra, Diego Rodríguez, Lucía Narro, Paulina Cueva
Créditos: James Lord

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Sobre este autor/a
Cita: Javiera Yávar. "Arquitectura y Paisaje: las cubiertas verdes del Museo del Acero Horno 3, un ícono de la industrialización en México" 29 jun 2014. ArchDaily Perú. Accedido el . <https://www.archdaily.pe/pe/623215/arquitectura-y-paisaje-las-cubiertas-verdes-del-museo-del-acero-horno-3-un-icono-de-la-industrializacion-en-mexico> ISSN 0719-8914

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