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Arquitectos: Frade Arquitectos
- Área: 6282 m²
- Año: 2010
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Fotografías:Manuel Pérez Cazorla
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Proveedores: BANDALUX
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Real Hospicio del Ave María y Santo Rey Don Fernando, fue fundado en 1673 por intervención directa de la Reina, Dª Mariana de Austria.
Entre 1673 y 1703, los arquitectos José del Arroyo, Felipe Sánchez, Teodoro Ardemans, Fillippo Pallota, Francisco de Sevilla y otros, construyeron en la primera fase la Iglesia y parte del edificio principal.
En 1721 el arquitecto mayor de la Villa Pedro de Ribera, realizó importantes labores de consolidación de la construcción y sustitución de la antigua fachada por otra más acorde con la política de embellecimiento de la capital emprendida por Felipe V.
El impulso definitivo para la creación del actual Museo es la organización en 1926 de la “Exposición del Antiguo Madrid” cuyo éxito e interés despertado, lleva a los responsables municipales a crear definitivamente el museo que abre sus puertas en 1929.
En 1919 fue declarado Monumento Histórico Artístico.
Para la realización del Proyecto se ha realizado una importante labor de información previa que determina el modo de intervención, que no se limita exclusivamente a una actuación de carácter formal, ya que se pretende, independientemente de recuperar y renovar el espacio existente, adaptarlo a las funciones que realiza y, sobre todo, consolidar el Museo de Historia como foco de atracción y elemento dignificador de su entorno. Por ello se plantea una actuación integral sobre un espacio de indudable valor Artístico e Histórico, que defiende el Patrimonio Cultural entendiendo que esta defensa no debe limitarse exclusivamente a la recuperación de una excepcional muestra del barroco madrileño, sino que debe potenciar también su propio contenido, ya que en este caso debe ser también objeto de atención.
Aún cuando subsisten escasos elementos originales del antiguo Hospicio, más allá de la portada, primera crujía y Capilla, se ha considerado como punto de partida el mantener la estructura original del edificio primitivo como enlace integrador de la nueva propuesta y generar un espacio de acogida en el patio del edificio que clarifica las distribuciones y circulaciones del museo.