Descripción enviada por el equipo del proyecto. En la Isla de Fogo, a 1800 metros de altitud, en el cráter del volcán, hay un pueblo con cerca de 1.200 personas que viven al margen de la legalidad, ocupando tierras del estado en las que organizan actividades principalmente agrícolas, con las que aseguran su sobrevivencia, en una de las zonas más pobres de Cabo Verde. El estatus de área protegida de interés nacional obligó a la zonificación de agricultura, con limitaciones para la construcción, e introdujo normas contra la ocupación libre de la ciudad, generando frecuentes enfrentamientos por la colisión de intereses.
El Proyecto de la Oficina principal del Parque Nacional de Fogo, nació de la necesidad de consolidar la identidad del área protegida y para conciliar a la población con la nueva administración del parque. De acuerdo con ello, diseñamos y creamos espacios para el disfrute cultural y recreativo tanto de los residentes de “Cha das Caldeiras” como de los visitantes; Los espacios de trabajo también fueron creados para el empleo de técnicos que serán responsables de la gestión y el tratamiento de la zona protegida.
El paisaje natural, profundamente marcado por el volcán y su cráter, es una belleza única y poco común, con el potencial para convertirse en un patrimonio de la humanidad. En este contexto, la idea básica era diseñar un edificio para que fuese parte del paisaje y que el paisaje fuese parte de él, y tener una suerte de fusión de las pieles más oscuras.
Durante el día, las largas paredes dan forma al edificio y se mezclan con el camino, generando un laberinto y una mezcla de sombras. Por la noche, se evita la luz brillante, para proteger a las aves nativas, toda la iluminación es indirecta. Los desafíos de la escasez de recursos locales, se convirtieron en una oportunidad y por lo tanto, el edificio fue hecho por el pueblo y para el pueblo, utilizando los materiales y técnicas locales.
Para hacer frente a la falta de redes de servicios públicos, el edificio cuenta con una independencia energética garantizada, mediante la energía solar como su fuente principal, y una doble red de agua; el agua se almacena desde los techos y se usa a diario, complementada con grandes depósitos, abastecidos anualmente después de la temporada de lluvias.
Todo el edificio está rodeado por rampas y espacios con especies vegetales representativas del parque natural, extendiéndose al exterior del edificio y fusionándose con el entorno.
El edificio está dividido en dos zonas; La Zona Cultural: compuesta por un auditorio cubierto, un auditorio abierto, biblioteca y bar con terraza; La Zona Administrativa: Comprende salas de reuniones, oficinas, laboratorio y áreas técnicas.
Con la sede central en pleno funcionamiento, el Parque Natural se valora cada vez más, lo que contribuye a enriquecer a los sectores sociales, culturales y económicos de la isla, comenzando a mejorar e integrar de manera armoniosa el espacio circundante. La oficina central se percibe como “nuestra casa” en la tierra de Djarfogo.
Originalmente publicado Junio 21, 2014.